Sánchez y la geopolítica de interés nacional

MarcelinoHace unos días se daba casi por seguro que la Dirección de Seguridad Nacional (DSN) sería ocupada por el coronel Pedro Baños. Nada más darse esta posibilidad escribí un artículo sobre la sorpresa y bienvenida a su nombramiento.

A las pocas horas de remitir el artículo a “miciudadreal” pedí que no se publicara hasta que la toma de posesión fuera efectiva. Lo hice porque las reacciones en contra del nombramiento no eran una simple crítica, se veía claramente que se trataba de un ataque contundente contra su libertad de pensamiento, su manera de entender el mundo, algo inadmisible para el eje OTAN-UE.

Toda vez que la titularidad de la DSN ya no será ocupada por el coronel Baños, he decidido publicar a continuación el texto original suspendido, como muestra de desagravio a su persona:

Que en el mundo manda la geopolítica es una verdad difícil de digerir para una ciudadanía manipulada por quienes niegan la manipulación. Quienes hayan seguido mis artículos habrán podido apreciar la insistencia de muchos de ellos sobre el principio rector del engaño:

Una cosa es lo que captan nuestros sentidos y otra la verdad escondida detrás de esa apreciación sensorial.

Por eso Baltasar Gracián recomendaba el camino hacia la sabiduría mediante el conocimiento incansable sobre todo lo habido y por haber como forma de escapar de las trampas engañosas entre las que nos movemos.

Si un político no tiene esto claro jamás podrá moverse en el mundo real.

Pedro Sánchez ha sorprendido a muchos con sus nombramientos. Personalmente la sorpresa mayor me la ha dado la inclusión de Pedro Baños en el núcleo duro de la Moncloa.

Este coronel es un reputado especialista en geopolítica que tiene clara la diferencia entre lo que se ve, se oye, se huele, se siente o se degusta y la verdad real. Fue jefe de contrainteligencia del ejército europeo. Su libro “Así se domina el mundo: Desvelando las claves del poder mundial” es un superventas. De forma divulgativa intenta que el gran público tome conciencia de aspectos normalmente rechazados por el pensamiento lineal-operativo adquirido durante la educación y promovido por los medios de masas.

Desconozco si ha sido un golpe de efecto o no. Pero, aparte de las aportaciones que su capacitación y experiencia puedan hacer al nuevo presidente, su nombramiento es un mensaje claro a quienes no prefieran cortocircuitarse las antenas por motivos ideológicos o sectarismos diversos: Todo es geopolítica, y sin un dominio de esta materia el mundo será un callejón sin salida para quien tenga que desempeñarse en él por cualquier motivo; por supuesto, si éste fuera de índole militar, político o empresarial, será indispensable.

Como buen geoestratega, el coronel Baños sabe, y por eso lo manifiesta, que “muy pocas cosas ocurren por azar”; que “casi todo lo que sucede está planificado”. Todo lo contrario de lo que se hace creer a las personas comunes y corrientes, educadas bajo la falsedad del “todo es mucho más sencillo”. En las relaciones de poder nada es sencillo.

Pedro Baños habla de la cultura, de la manipulación psicológica, o de la economía como forma de sometimiento. Parafraseando a Lenin y su afirmación de que “la política no es más que la expresión concentrada de la economía”, afirma que “la geopolítica es la expresión concentrada de la geoeconomía”. Habla de cómo EE.UU. controla la economía europea a través de la troika, y de que el dinero prestado a los Estados no es para ser devuelto sino para tenerlos sometidos.

Habla también de cómo los periodistas y los medios forman parte de los juegos geoestratégicos. De cómo los países europeos dependen muchas veces de informes de inteligencia de otros países, elaborados para favorecerse a ellos mismos.

Explica por qué China no puede hacer a la vez la apertura económica y la política: simplemente porque acabaría con ella. Baños aboga por la unión de Rusia y la UE, y desvela que quien se ha opuesto ha sido EE.UU. ya que somos rivales económicos; una cosa son las apariencias y otra la fuerte rivalidad existente.

Precisamente, este enfoque geoestratégico del coronel favorable a la unión rusoeuropea y sus comentarios de que ojalá en Europa hubiera un dirigente con un grado de aceptación popular similar al de Putin en Rusia, le ha granjeado importantes ataques por parte del PP -Fernández Pons- y Cs –Girauta-, más propio de activistas tuiteros irracionales, incapaces de ejercer la virtud de la templanza, que de hombres de Estado. Por supuesto la OTAN mediática, incluidos sus telepredicadores, han recurrido a toda estratagema para impedir el nombramiento.

“Hoy en día, los grandes grupos de presión de interés económico, pagan para que los escritores mientan, engañen y oculten la verdad”. “Vivimos bajo una manipulación absoluta de los servicios de inteligencia” -ambas reflexiones repetidas en más de una ocasión por Baños.

Rusia es el enemigo sacado de la chistera por los magos negros de la manipulación geopolítica, esa que seguro conoce a la perfección el coronel; por eso dice lo que dice aunque evitando entrar en detalles demasiado comprometedores.

La geopolítica actual es demasiado confusa. Las alianzas no están tan claras como parecen, y los supuestos enemigos podrían ser mejores aliados de lo que nos quieren hacer creer, por eso es tan importante que haya entrado en el Palacio de la Moncloa.

Que lo haya hecho para quedarse en el recibidor o para penetrar hasta el corazón de la gobernanza del Estado dependerá de si el nuevo gabinete entiende que toda decisión de cierto calado debe filtrarse por el tamiz geopolítico o renuncia a ello, dándole el papel de un florero decorativo.

Si la geopolítica llegara a presidir la estrategia del gobierno con el fin de posicionar a España en el tablero mundial, debería ser una excelente noticia para todos independientemente de la opción política de cada uno.

Habrá que observar e interpretar las decisiones del nuevo gabinete pasándolas por el filtro geopolítico.

Como estos movimientos son imposibles sin discreción, por no decir sin secreto, agudizaremos el radar para al menos descubrir algunas señales.

Ahí terminaba mi artículo.

Sánchez, quizá involuntariamente, estuvo a punto de apostar por una geopolítica crítica con el “status quo”. Después se ha sabido que el propio europeísta Borrell interfirió contra el nombramiento previsto. Los “status” no es que no se toquen, es que ni siquiera deben criticarse.

Todo es geopolítica, y el pensamiento libre y crítico de Pedro Baños no tenía cabida en un gobierno sujeto a las servidumbres de un país satelital en exceso.

Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz

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5 COMENTARIOS

  1. He seguido el affaire Baños con interés. Por la razón fundamental de que es de los pocos personajes «públicos» que dice cosas razonables y, al menos a mi, no me hacen encender la bombilla reptiliana que aparece cuando sabes que te la están colando.

    Al final no ha podido ser, pero me alegro por él. No es España país para disidencias, ni este gobierno en exceso eurócrata un buen compañero de viaje. Su frase, que reproduzco:

    «Sánchez, quizá involuntariamente, estuvo a punto de apostar por una geopolítica crítica»

    Ese «involuntariamente» es definitivo. Y aterrador. El «quizá» sobraría.

    Y coincidiendo plenamente con Baños en el papel primordial de lo económico, no es menor el poder «sin control» que han alcanzado los bancos centrales desde que el mantra de la «independencia» de estos se hiera fuerte e incontestable. De hecho la política ya no es ni concentración de ese poder económico. Ya es un mero recadero con funciones de policía sobre la población.

    Saludos desde Andalucía.

  2. Estimulante artículo como siempre.

    Conozco poco a Baños, pero una vez lo vi en Cuarto Milenio, sí. Estas cuestiones de geoestrategia son abordadas por Iker Jiménez. Si no es por él, no lo hubiera conocido.

    Esa coalición euroasiática…ufff, amenaza muchos intereses económicos. Menudo mercado y menuda fuente de materias primas.

  3. Fue muy llamativa la descalificación a la que fue sometida este hombre por todas partes. Unanimidad solo presente cuando se roza -solo rozar- el pensamiento único del poder Euro-Atlántico.
    Entonces las diferencias desaparecen y todos hacen piña sospechosa.

  4. Acabo de leer un artículo del catedrático de economía, Roberto Centeno, donde acusa a Soros de estar detrás de que Pedro Baños no fuera nombrado Director de Seguridad Nacional.
    Quizá eso pudiera explicar la inexplicable campaña en contra de dicho nombramiento.

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