Multimedia.- El yacimiento arqueológico de Castillejo del Bonete (Terrinches), declarado Bien de Interés Cultural, ha acogido hoy la apertura de las Jornadas del Solsticio de Verano. Se trata de un programa de actividades de dos días en los que el Ayuntamiento de Terrinches pondrá en valor todo su patrimonio arqueológico y cultural, especialmente el centro ceremonial de la Edad del Bronce que acaba de ser declarado visitable por la Viceconsejería de Cultura de Castilla-La Mancha dentro de su Plan Estratégico de Cultura.
Un grupo de periodistas de la provincia, acompañados por investigadores y autoridades, ha tenido la excepcional oportunidad de visitar hoy las galerías bajo los túmulos de este importante centro ceremonial vinculado a una religión solar en una jornada que ha comenzado al amanecer cuando medio centenar de personas han podido observar este fenómeno astronómico clave –según los investigadores- para la construcción de Castillejo del Bonete.
A la visita, que han dirigido y guiado el astrofísico y profesor de la Universidad de La Laguna, César Esteban, el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Sevilla, José Luis Escacena, y el arqueólogo director de las excavaciones y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Luis Benítez de Lugo, han asistido también el jefe de Servicio de la Dirección Provincial de Cultura de la Junta, Enrique Villalta, el vicepresidente de la Diputación, David Triguero, y el alcalde de Terrinches, Nicasio Peláez.
Luis Benítez de Lugo ha explicado que las investigaciones realizadas constatan que Castillejo del Bonete era un centro donde se llevaban a cabo rituales relacionados con el culto al sol, cuyas construcciones arquitectónicas están orientadas a eventos astronómicos y que todo ello debía servir para el manejo de los ancestros, de los espíritus, como manera de legitimar la propiedad del territorio.
Respecto a la relación astronómica, César Esteban ha explicado que la singularidad de Castillejo del Bonete radica en su emplazamiento, desde donde se tiene una visión clara del horizonte sureste repleto de montañas en el que llama la atención una de perfil cuadrado, la Peña del Cambrón, sobre la que sale el sol en el solsticio de invierno.
Además, ha argumentado que hay más elementos que refuerzan el interés astronómico como son la orientación de varios corredores, el que otros yacimientos de época contemporánea, como el círculo de piedras de Stonehenge, también tengan relación con el solsticio de invierno o que hoy mismo se haya constatado que el solsticio de verano está vinculado a una construcción más o menos rectangular que hay un lado del túmulo principal.
En lo que respecta a la parte teológica, José Luis Escacena ha asegurado que Castillejo del Bonete era un recinto sagrado, a la vez templo y cementerio, donde convivían vivos y muertos en torno a lo que hoy se llamaría un culto solar. Para el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Sevilla los primitivos que levantaron este centro ceremonial hoy, al amanecer, habrían visto a Dios, que habría salido por el punto donde tenía que salir tal y como se le esperaba y se habría comportado de la manera que ellos esperaban. El investigador ha explicado la importancia de los movimientos solares en los hechos de estas religiones primitivas, heredados en otras más modernas como el cristianismo.
El jefe de Servicio de Cultura, Enrique Villalta, por su parte, ha subrayado el importante compromiso del Ayuntamiento con el patrimonio, especialmente en este año 2018 que se celebra el Año del Patrimonio Cultural como legado y recurso para el presente y el futuro. A su juicio si esta zona fue atractiva para multitud de personas en el pasado lo tiene que ser en el presente y en el futuro. Por eso ha recordado que la Junta de Comunidades ha creído siempre en la potencialidad de Terrinches declarando varios monumentos BIC y financiando campañas de investigación para potenciar estos recursos y que puedan servir como fuente de vida y de ingresos.
Por su parte, David Triguero, ha manifestado que la Diputación colabora en estas jornadas para cumplir su objetivo de poner en valor el gran patrimonio cultural, histórico y natural de la provincia. Una apuesta que –ha recordado- se traduce también en acciones de promoción como la iniciativa “Un Paseo Real” en la que han participado 15.000 escolares de la provincia y que cerrará con casi 25.000 participantes entre niños, mayores y asociaciones.
Finalmente, el alcalde de Terrinches, Nicasio Peláez, ha asegurado que el Ayuntamiento ha realizado distintas actuaciones en el yacimiento para facilitar el acceso de todo tipo de vehículos, especialmente autobuses que antes tenían verdaderos problemas a la hora de maniobrar.
En esta primera fase, las obras han consistido –ha dicho- en la mejora del camino principal de acceso a Castillejo de Bonete y en consolidar una zona de aparcamiento donde se ha actuado sobre una superficie de más de 7.000 metros cuadrados en la que se aportado zahorra natural extendida y compactada.
La segunda fase, que se iniciará en breve, consistirá en la consolidación de un pequeño Centro de Recepción de Visitantes que complementará los contenidos o elementos arqueológicos que están depositados en el Museo Provincial de Ciudad Real y la propia Sala Museográfica que el Ayuntamiento construyó en el municipio hace ya algunos años.
Estas actuaciones supondrán una inversión inicial de algo más de 50.000 euros financiadas por el propio Ayuntamiento de Terrinches y la Asociación de Desarrollo “Tierras de Libertad” con cargo a la medida 19 del Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha dentro del enfoque Leader.
Jornadas del Solsticio de Verano
El acto que ha tenido lugar esta mañana se enmarca en unas jornadas impulsadas por el Ayuntamiento para poner en valor el yacimiento, y el resto del patrimonio, y que se extenderán hasta mañana. De este modo, esta tarde ha tenido lugar una visita guiada a la Sala de Interpretación de los yacimientos de Castillejo del Bonete y La Ontavia y posteriormente dos conferencias a cargo de los investigadores.
El astrofísico César Esteban ha impartido la ponencia “Astronomía en la Prehistoria y Protohistoria de la Península Ibérica” y Luis Benítez de Lugo ha disertado sobre “Castillejo del Bonete: templo solar de la Cultura de las Motillas”. Por su parte, José Luis Escacena, catedrático de la Universidad de Sevilla, ha hablado sobre “Teología Prehistórica”.
Mañana viernes, por otro lado, se han programado visitas guiadas al yacimiento de La Ontavia, así como al Castillo de Terrinches, Centro de Interpretación de la Orden de Santiago, y por la tarde, antes de la clausura, tendrá lugar la presentación en sociedad de Luciano, el antepasado de La Mancha, cuyo cráneo fue hallado en una de las galerías de Castillejo del Bonete. Los restos de este manchego prehistórico han permitido reconstruir el rostro de un terrinchoso de la Edad del Bronce.
Castillejo del Bonete
Castillejo del Bonete fue declarado Bien de Interés Cultural en 2014 y cuenta con financiación a través de la línea de ayudas a proyectos de investigación competitivos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Es un santuario solar compuesto por varios túmulos conectados entre sí mediante corredores. Todo el complejo monumental fue edificado sobre una cueva natural que consta de varias galerías. La cueva, que ha permanecido sellada desde la Prehistoria hasta su descubrimiento en 2003, está acondicionada mediante construcciones diversas. También cuenta con arte rupestre esquemático. Tanto su interior como los túmulos exteriores fueron empleados recurrentemente durante más de cinco siglos para enterrar personas, depositar objetos y realizar ritos de comensalidad.
Su origen data de la época del Bronce de La Mancha, la denominación historiográfica genérica de la subdivisión espacial y temporal de la Prehistoria en la península ibérica también conocida como Cultura de las Motillas. Grupos humanos sedentarios, que basaban su sustento en la ganadería y la agricultura, ocuparon el territorio actualmente conocido como La Mancha (gran parte de la provincia de Ciudad Real, prácticamente toda la de Albacete y parte de las de Toledo y Cuenca) a partir del Calcolítico, constituyendo uno de los sustratos indígenas que dio origen a la cultura íbera.
