No hay día del año que no sea día internacional de algo. El 21 de junio, por ejemplo, es el Día Mundial contra la ELA, el Día Internacional del Yoga, el día Internacional del Sol y el Día Europeo de la Música. Entiendo que detrás de una conmemoración anual pueda haber distintos motivos. Sobre el Día Europeo de la Música, también caben distintos enfoques.
La coincidencia del Día Europeo de la Música con el Solsticio de Verano tiene una excusa antropológica, al rememorar el significado que tuvo el día más soleado del año en la vida de los hombres de otras eras. Para celebrarlo según las costumbres actuales, nada mejor que con música. El Día Europeo nació en Francia, país para quien la Cultura es un baluarte, la Marca Francia. En España, desgraciadamente, lo que se promociona es la cultura gastronómica: las otras formas de cultura no tienen ni las mismas oportunidades ni la misma demanda, ni de lejos. No ya porque nadie se resista a probar un manjar suculento, o una buena tapa, sino porque no hay una política cultural que dé respuesta a las necesidades de la población de forma sostenida; tampoco a la música. El criterio para elegir a Maxim Huerta como ministro de Cultura, es una prueba de ello.Pero volviendo al tema, se celebra este momento con música en la calle. Bien. Allá cada uno cómo entienda luego el concepto celebración. Sea como fiesta, o como llamada de atención, una oportunidad.
Este es el tercer año que se celebra en Ciudad Real el D.E.M., recogiendo la propuesta que el Grupo Municipal Ganemos llevó al Ayuntamiento en 2016. El primer año sucedió a los pocos meses de la Constitución del Consejo Asesor de Cultura, y creó cierta polémica. El Concejal, José Luis Herrera, convocó a los músicos de la ciudad (a través de la Comisión de Música del Consejo) para informar de cómo iba a gestionar dos acontecimientos muy próximos en el tiempo: la Noche Blanca y el 21 de junio. El Concejal reconoció que, por ser el primer año, la Concejalía se encargaría de organizar ambos eventos. Buena parte de los asistentes de aquella reunión, manifestaron su malestar porque las actuaciones de la Noche Blanca eran remuneradas, mientras que para el 21 de junio se invitaba a actuar sin remuneración. Aquella reunión marcó un momento de desencanto de muchos músicos con respecto al recién creado Consejo. Se puso una carpa a pleno sol – con un piano de cola – en medio de la Plaza Mayor. También participaron los coros de la ciudad y una serie de grupos de rock pudieron tocar en la Plaza Mayor (aplazando el acto al fin de semana). En aquel tiempo todavía me involucraba en temas de Cultura; y aunque quise saber las condiciones en que se contrató a una persona para tocar el piano en la carpa, no llegué a saberlo: no sé si se llegó a publicar el coste y el desglose, o si simplemente no lo encontré.
Ahora, el Concejal anuncia en rueda de prensa que en Ciudad Real habrá diez escenarios repartidos por toda la ciudad.Variedad de estilos, como corresponde a una ciudadanía diversa. Bueno, parece que por fin el concepto de extender la presencia musical va teniendo aceptación entre los propios músicos aficionados, y se ve como una oportunidad para mostrar al público el trabajo de tantas horas y tantos días de ensayos. Se aprovecha la efemérides para que distintos establecimientos hosteleros lleven música en directo, o para que algunas escuelas hagan su festival de fin de curso en la calle; y se repite el escenario con piano y la música de coro (que tanto arraigo parece seguir manteniendo).
El Día de la Música es una oportunidad para que los aficionados a la música salgan a la calle: unos, a demostrar que en Ciudad Real hay afición a tocar; otros, a disfrutar de la música en directo. Cuantos más, mejor. Un día grande. Y después, a casita; a esperar muy pacientemente a que llegue otra oportunidad para tocar o asistir como público. De los músicos que viven o quieren vivir de su trabajo como músico, hoy no toca hablar. Los días de fiesta no se trabaja, aunque no haya fiesta que se precie sin música hecha por profesionales, ni calendario que garantice un mínimo de trabajo, dentro y fuera de la ciudad.
Pares y nones
Antonio Fernández Reymonde
Ser músico hoy en día conlleva un duro esfuerzo y un gran trabajo. A estas alturas del siglo XXI es indignante que ser músico se considere más un ‘hobbie’ que una profesión.
No es simplemente tocar cuando uno quiera sino que implica mucho sacrificio para tocar cuando haya la oportunidad.
Definitivamente, ser músico no es una carrera fácil, pero si uno logra posicionarse como un buen músico, todo es diferente.
¡Qué difícil es ser músico en España! (y en cualquier país).
¡Feliz Día Europeo de la Música!……