Soros y la UE

George Soros no es un fantasma. Es un ser de carne y hueso, de catadura sospechosa y poco recomendable, escondido bajo el cascarón de filántropo. Cascarón mugriento otorgado por medios agradecidos que se empeñan en dar la vuelta a las palabras para lavar su imagen y convencer a sus lectores o audiencia de que las malas artes son, en realidad, acciones benefactoras. A estas alturas creo que nadie ignorará que Soros es, ante todo, un megaespeculador.

¿Cómo alguien en su sano juicio puede considerar a Soros una persona que se distingue por el amor a sus semejantes y por sus obras en bien de la comunidad?; pues eso es ser un filántropo según la RAE.

Este falso filántropo ha vuelto a demostrar su influencia para encontrar espacio en los medios siempre que lo necesita.

Ante los resultados electorales en Italia, el megaespeculador perdió la finura que lo caracteriza para crear confusión y hacer ver lo negro blanco y viceversa, acusando a la Liga Norte de estar financiada por Putin -¡De qué no será responsable el presidente ruso!-

El dirigente de la Liga Norte, Mateo Salvini, calificó a Soros de especulador sin escrúpulos; lo cual, al margen de la opinión política que se pueda tener sobre Salvini, es difícil de negar.

Otro dirigente de la Liga Norte, Claudio Borghi, afirmó “Si Soros está preocupado por el gobierno italiano, significa entonces que vamos en la dirección correcta…” El propio Borghi lanzó acusaciones muy duras contra el embaucador: “… los vientos han cambiado para Soros y para aquellos que se han beneficiado de las muertes de centenares de personas”

Y poniendo el dedo en la llaga de la actividad megaespeculadora del personaje, se refirió a “quienes han especulado durante años con la piel de los inmigrantes, financian a ONGs y a contrabandistas para invadir Italia…..”

George Soros ha tomado conciencia de que su estrategia puede comenzar a tambalearse. Su ataque al gobierno de Italia ha sido la mejor legitimación que el nuevo ejecutivo pudiera recibir. Por eso, hace un par de días, remitió un artículo al “Corriere dela sera” poniéndose al lado de los italianos. Entendiendo las decisiones tomadas por su gobierno, y cargando contra la UE por no considerar que las fronteras italianas no son en realidad de Italia, sino de toda la UE.

El almibarado texto incluye párrafos propios de quien está acostumbrado a dictar órdenes a quien le apetezca. Y él, precisamente él, alguien inmensamente rico a base de especular sin importarle el sufrimiento ajeno, se atreve a decir: “Con el tiempo la gente se dará cuenta de que está siendo engañada por políticos sin escrúpulos”. No puedo evitar responderle sucintamente: Tienes mucha razón, George, pero tus escrúpulos son todavía peores, infinitamente peores.

Al final del artículo, el “filántropo de marras” nos desvela su verdadero propósito, cuando expone:

“… la UE prestaría un gran servicio a Italia si buscase un Plan Marshall para África utilizando su capacidad de endeudamiento, en gran medida no utilizada”

¿Qué puede desear alguien que vive a costa de la especulación financiera? Que el mundo entero se endeude hasta las trancas. Él y sus jefes -a los que él mismo se debe- cuando prestan a los Estados no es para que cancelen las deudas. Las deudas se crean para eternizarse y así condicionar las decisiones políticas de los gobiernos supuestamente libres y democráticos. El continuo recurso a la deuda es colaborar a construir una cárcel sin barrotes.

África sólo necesita que la dejen en paz de una vez por todas. El primero, el propio Soros. Pero no. George quiere seguir manipulando, creando falsas revoluciones democráticas vestidas de diferentes colores para convertir en fallidos a estados perfectamente constituidos –Libia, Irak, Siria….- ¿Por qué no se va de Siria de una vez y se lleva a sus Cascos Blancos a vivir a su casa?

En el libro “Soros: el Quantum del caos”, Wayne Madsen, antiguo investigador de la NSA, hace un pequeño repaso de las actividades “filantrópicas” de este hombre sin escrúpulos: la desestabilización de los Balcanes; su doble juego en el Cáucaso; su infiltración en China; su participación en el golpe de Estado de Honduras; las Revoluciones de Color y las Revoluciones Árabes; su continua injerencia en Iberoamérica; su control sobre el Departamento de Estado y los multimedios occidentales; su incansable actuar en Libia, Siria, Asia Central; en las minas de oro y diamantes de África…; hasta en las ejecuciones hipotecarias de los bienes raíces con préstamos de Wall Street.

No está de más repasar las palabras de Gadafi pronunciadas en 2.011: “Hay millones de negros que podrían venir al Mediterráneo para cruzar a Francia e Italia, y Libia desempeña un papel en la seguridad del Mediterráneo.

Saif Al-Islam Gadafi, hijo del anterior, dijo lo mismo con palabras parecidas: “Libia puede llegar a convertirse en la Somalia del África del Norte, del Mediterráneo. Uds. verán a los piratas en Sicilia, en Creta, en Lampedusa. Uds. verán a millones de inmigrantes ilegales. El terror estará a su lado”

Gadafi fue asesinado, y su hijo asegura tener pruebas de la financiación de la campaña electoral de Sarkozy por el depuesto régimen libio.

Veremos que dice la burocracia corrupta de la UE y sus banqueros sin escrúpulos.

Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz