El Plan de Salud Mental de Castilla-La Mancha 2018-2025 aumentará los recursos y programas dirigidos a personas con trastorno mental grave, lo que supondrá que en el caso de la provincia de Guadalajara se pueda contar a lo largo de 2018 con siete nuevas plazas en residencia socio-sanitaria dirigidas a personas con enfermedad mental que se encuentren en una fase avanzada de recuperación.
El aumento de los recursos residenciales es sólo uno de los aspectos que contempla para este año el Plan de Salud Mental de Castilla-La Mancha 2018-2025, cuyas líneas y objetivos ha dado a conocer hoy en Guadalajara la directora general de Planificación, Ordenación e Inspección Sanitaria, María Teresa Marín, que ha insistido en que éste es un Plan “participado y participativo”.
Marín, acompañada de la coordinadora del Plan, Teresa Rodríguez y la directora provincial de Sanidad, Margarita Gascueña, ha incidido en que en el tiempo de vigencia del Plan se estima un aumento presupuestario para atención a personas con trastorno mental grave de un 15 por ciento. Ello permitirá incrementar el número de recursos residenciales en la región, con la creación de tres nuevas residencias comunitarias, cuatro nuevas viviendas supervisadas, dos unidades de Salud Mental infanto-juvenil y, el aumento de plazas en Unidades de Media Estancia, así como la dotación de programas de atención a personas con trastorno mental o conducta en las Unidades de Media Estancia que se pongan en marcha en este periodo.
Sólo en este año, se contempla el aumento de 85 plazas residenciales para personas con trastorno mental, de las que 30 ya se han licitado, entre ellas las siete que corresponden a Guadalajara. Esta provincia, ha señalado Marín, cuenta actualmente con más de 180 camas en unidades residenciales rehabilitadoras y 25 plazas residenciales en cinco viviendas supervisadas por la Asociación AFAUS y financiadas por la Fundación Socio-sanitaria de Castilla-La Mancha.
Con la creación en Guadalajara de nuevas plazas en residencias socio-sanitarias, siete personas de más de 55 años en una fase avanzada de su recuperación podrán pasar a un recurso más normalizado y se podrán destinar las plazas que ocupan actualmente a siete personas que esperan atención en un dispositivo de alta intensidad.
Según ha expuesto la directora general, el Plan, que se desarrollará en los próximos años y contemplará cada año inversiones y medidas concretas, nace “con vocación de sostenibilidad y poniendo el acento en aspectos de atención, prevención, promoción y sensibilización”, así como en la humanización, de modo que “la persona con trastorno mental esté en el origen de los servicios que prestamos, desde el diseño a la implementación y los modelos de atención”.
El nuevo Plan de Salud Mental de Castilla-La Mancha 2018-2025 supone la consolidación del modelo de atención comunitaria y ha contado con la participación de personas, familiares y profesionales en todas las fases de elaboración y desarrollo del documento, poniendo el acento en “la participación, la coordinación y la búsqueda de sinergias”, contando “con el sentir y las demandas de los colectivos implicados”.
Marín ha recordado que en la anterior legislatura, la salud mental de Castilla-La Mancha se vio afectada por las políticas de recortes del anterior Ejecutivo y desde la llegada de Emiliano García-Page se ha estado trabajando para planificar las políticas en la materia hasta 2025.
Así, ha explicado que el Plan de Salud Mental 2018-2025 nace con unas líneas estratégicas claras y la voluntad de cumplir con los objetivos, recursos y programas. En concreto, el Plan contempla cuatro ejes, 10 líneas estratégicas y 60 acciones específicas, de los que “tenemos el compromiso de que sólo durante el primer año de vigencia se pongan en marcha más de 60 por ciento de las medidas que propone”.
El eje primero es que el nuevo modelo incluye los derechos humanos, la humanización y la autonomía de las personas. El segundo incluye servicios de asistencia integral, completos, integrados y con capacidad de respuesta. El tercer eje incluye la sostenibilidad, la promoción y la prevención, y el cuarto incluye la gestión del conocimiento en Salud Mental, avanzando en la recuperación de los pacientes y destacando planes de inserción socio-laboral y el programa ‘profesional experto por experiencia’. Asimismo, se realizará un refuerzo de los programas de atención a la Salud Mental Perinatal, en atención temprana y en el ámbito escolar.