Así mató. Así murió. Robespierre. El 15M no era IU, ni CCOO ni mucho menos Podemos. Y tampoco era robespierrismo, aunque algunos se quedaron con eso. El 15M no surgió para tener políticos como la patena. Ya los había, aunque fueran excepciones, mientras que muchos otros vivían a cuerpo de rey y convertían sus partidos en banquillos de enchufados. El 15M surgió para decir que la democracia, tal y como se había estructurado y se venía desarrollando desde la Transición, es una ficción de las elites políticas al servicio de los magnates y los banqueros, y que no nos representan, a lo que se ha contestado con leyes mordaza, burorrepresion y una gran regresión pseudodemocrática, lindante con el Estado policial. Fue otra cosa más profunda y sus efectos, aunque también políticos, evidentemente, habrán de ser valorados con más profundidad que toda esta superficie de la política espectáculo.
Con todo, lo que más me parece a mí que desvela el asunto este de la hipoteca de Iglesias y Montero no es la cuestión que se está discutiendo, si tienen derecho o no a una buena casa o a hipotecar su vida durante 30 años, a alejar a sus niños de la atención mediática y protegerlos, o si donde decían digo han dicho Diego, y si el propio PIT actuó no pocas veces aquejado, precisamente, de un robespierrismo provocador, etcétera, etcétera. Interesantísimo pifostio, pero vacuo y sin trascendencia cuando a la mayoría de los hoy decepcionados les vuelvan a hacer los ojos chiribitas ante una convocatoria electoral. ¿Cabe imaginarlos deteniéndose a sopesar si votan al que tiene el chalet más grande o al que lo compró con hipoteca o para acumular riqueza para sus hijos o vaya usted a saber para qué? Desde que se inventaron las excusas todo el mundo echa mano de alguna de ellas. ¿Mirarán los incorregibles electores, a la hora de votar a las izquierdas, si hay más o menos nuevos enriquecidos en el PSOE o en UP o tendrán en cuenta la ventaja de algunos que llevan viviendo de cargos y carguetes desde hace décadas? Es lógico que se haya suscitado un gran debate dentro de Podemos, entre otras cosas porque en Podemos (y sobre todo en los aledaños de Podemos y de los exPodemos muy antiPodemos) se han refugiado los robespierristas, aquellos mismos que vieron ya la hecatombe llegar por el asunto de Echenique, que ya hay que ser Robespierre para eso, aquejados de un robespierrismo encabronado a la medida de los trolls de esta era digital, un Robespierre postmoderno e informacional, con una guillotina entre el dedo y la tablet, el PC o el teléfono móvil. Tic.
No. Lo que desvela este asunto es que Pablo e Irene, diputados de UP, tienen claro que van a poder pagar una hipoteca de órdago, claro está, porque piensan dedicarse de por vida a estas cosas que se dedican ahora. Entonces habrá que asumir que ha nacido la eterna nueva política. Y que lo ocurrido desde 2011 en esta España de la crisis del sistema político también está propiciando un cambio histórico de élites políticas. Se veía venir. Se barruntaba la decepción. El desencanto. Y de ese desencanto, bien aprovechado por el establishment, podría estar naciendo una indignación reaccionaria. Al robespierrismo suele sucederle el termidorismo. La reacción de Termidor siempre quiere llevárselo todo por delante. Quedarán las hipotecas, eso sí.
Pedro Oliver Olmo
Sobre el muro
El 15M fue para todos aunque lo movían unos pocos
Ese todos fue huyendo porque esos pocos lo totalizaron, y eran anarquistas y comunistas.
Sirvió para presentar a Podemos. Y nada más, porque lo emocional no es constructivo. Se acabó diluyendo por espantada y por control del nuevo partido, que lo usó como un pañuelo.
Todo es un paripé, lo del chalé otro suceso que lo demuestra.
La hipoteca es fantasmal. Ni los simuladores de la entidad permiten llegar a los cálculos que quieren transmitir esta pareja y Monedero. Es una hipoteca para privilegiados.
Pero en la izquierda no es nada nuevo. Qué gran burgués siempre fue Lenin.
Y qué bien siempre han vivido los miembros del Partido.
Aquí novedad, NINGUNA.
Los votantes de Podemos pueden congratularse de propiciar la prosperidad de sus dirigentes.
Totalmente de acuerdo con el articulista y con Ángel Manuel, no voy a redundar.
La conclusión del artículo, es brillante.
Bienvenido este nuevo articulista.
¡Un buen análisis!
El pequeño burgués que escribe, imagino que revolucionario en sus ratos libres y lector de literatura decimonónica, habla de desencanto. Desde luego demuestra una ingenuidad enorme, pensar (él, que seguramente disfruta de sus viajes al extranjero cuando puede) que alguien con dinero no va a pretender lo mejor para él y los suyos.
Por introducir un sesgo decimonónico, ya lo decía Souvarine, los pobres, en cuanto tienen dinero, quieren vivir como los burgueses. Simones estilitas hay poco gracias a Dios.
«Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestiduras de ovejas, mas por dentro son lobos rapaces» (Mat 7,15)…..