Los niños de Puertollano también viven su fiesta más antigua, la del Santo Voto, y desde las nueve de la mañana han acudido a la Glorieta de la Virgen de Gracia a recoger sus panecillos que después saborearán durante el recreo en sus colegios, aunque algunos no pudieron esperar para mordisquear algún cachito.
De nuevo el párroco de la Virgen de Gracia, Pedro Crespo, era el encargado de la bendición, esta vez con menos expectación y en un momento más íntimo junto a componentes de colectivos con la Asociación Folklórica Fuente Agria.
Los escolares, algunos con pañuelo de yerbas al cuello, acompañados de profesorado y padres aguardaban su turno en una larga fila en el Paseo de El Bosque para recoger alguno de los 5.500 panecillos que se distribuirán a lo largo de la mañana.
A la vez en una hilera paralela el resto de ciudadanos también esperaban la ocasión para lograr sus dos bollos de pan, los últimos de la jornada, antes del inicio del reparto del guiso del Santo Voto, que comenzará a las 13 horas.