Los políticos no suelen quejarse de que la opinión los maltrate, pero los del pepeísmo son un caso (o un Casado) aparte. Quizá porque no son políticos, sino mangos y mangueras acostumbrados desde hace ochenta años a vivir a lo piojo. Unos piojos que se sienten picados por los demás, cuando son ellos los irritantes. Los otros se encogen de hombros con lo que decía Heine: «Dios me perdonará. Es su oficio». Y qué oficio más desagradable. Creo recordar que el Jefe también tenía un cajón para irrecuperables como Rajoy, aunque el teólogo Karl Rahner postule que está vacío. Lo de Rajoy no es ya corrupción, sino cadaverina. Si sigue así, incluso se volverá inorgánico, que carcinogénico ya es. Aunque se vista de seda. ¿Se han fijado en que se tiñe el pelo cuando las elecciones?
Al respecto juzgo que no se ha considerado bien el único y luminoso neologismo que ha creado esta bendición para la izquierda, el miserable y tartapensante Ruiz: aprovechategui. Los ingenuos de siempre creerán que la voz tiene emanación etarrasuna, pero no, qué va; lo apaladinaré para que todo el mundo lo entienda, que soy casi filólogo. De la yerma cultura de este brote patatal solo puede surgir algo que tenga que ver con el Marca, única nublada y dudosa fuente de donde nace ese Nilillo gallego. Sicut cervos ad fontes. Y hete aquí que surge el nombre de un tal Lopetegui, seleccionador nacional de balompata. Si se apercibe que el galaico gargajo llevaba la dirección del señor Rivera cuando este divulgó que buscaba «seleccionar» candidatos foráneos limpitos para las alcaldías de Barcelona (Valls) y Madrid (Bragas Rosa), uno entenderá la mente preclara del inefable. ¿Con quién iba a sustituir a tanto encausado con causa? Problema futbolístico este que ni Zidane.
Esto me recuerda a cuando nadie entendió por qué el canciller Kohl se rio al oír un momento de la traducción simultánea alemana del discurso de Umbral en los premios Príncipe de Asturias. El hijo bastardo de Leopoldo de Luis había comparado a Kohl con un mandarín, y el orondo alemán se descojonó que no pudo más. El poeta había intuido lo que Kohl y los mandarines tenían en común: el muro de Berlín no era sino una muralla china entre bárbaros y civilizados, y Kohl lo había echado abajo patrocinando la reunificación alemana.
Pero nosotros somos gente seria y decente y no hablamos de política, como no se suele hablar de los crímenes, las cunetas y de otras cosas vergonzosas, sana costumbre que heredamos del higiénico y censurador franquismo. Es de mal gusto, como la democracia. Yo venía a hablarles a ustedes de Íñigo. No de Errejón precisamente, sino del simpático José María. Ese preguntador implacable que era el rey de las entrevistas. Todavía recuerdo cómo su agresiva e inagotable curiosidad, tan bien dirigida, dejó en pelota picada la indecencia y corrupción del embajador de Guinea Ecuatorial rodeándolo de una placenta de cuestiones espinosas. Hoy mismo he comprado en una librería de viejo un libro suyo, Mundo famoso, impreso por una caja de ahorros en 1979. Es una colección de entrevistas precedida por una autobiografía de cuarenta páginas que no ha citado ni uno solo de los periodistas que le han hecho necrológica (o, como se suele decir en jerga periodística, morituri: un artículo periodístico biográfico escrito en previsión de que alguien célebre se muera al que se echa mano veloz cuando sucede). Tratar con esa desmemoria a tan poliédrico personaje es como matarlo dos veces. Pero como la misión de un (casi) filólogo es ir a las fuentes, allá me voy y les resumo el escrito.
Íñigo se dice de familia obrera vasconavarra; en su casa nunca paraban los Reyes Magos porque no había con qué. Se sacó en un solo año el bachillerato elemental con reválida y todo, en el colegio de los claretianos de Bilbao «no porque fuera un niño prodigio, sino porque estudiaba día y noche, laborables y festivos. Por desgracia, ese es el único título que tengo. Título que ahora han devaluado mucho y llaman graduado escolar». Pero el chico, de pocas palabras, introvertido, reconcentrado y tímido, era un lector compulsivo:
Pasaba las horas leyendo libros de toda especie, hojas de periódicos, revistas… Lo mismo un tratado de química orgánica que la vida de Santa Lucía, lo mismo una entrevista con Jorge Negrete que los horarios de los barcos del puerto. Hasta que tropecé con un método de inglés. Se trataba solo de una jerga americana, no de verdadero inglés, pero me lo aprendí y salía a la calle dispuesto a encontrar empleo como traductor o intérprete. A los doce años me metía entre los turistas para practicar el idioma y señalarles por donde se iba a un sitio u otro. Caían algunas propinas, pocas. Recuerdo que un día me encontré en la calle con un grupo de militares egipcios de estado mayor. Me contraté informalmente como guía y le caí simpático a uno de ellos llamado Nasser. Nos hicimos amigos… nos hemos carteado, me invitó a su país y aún conservo en mi cajón de tesoros aquellas cartas del dirigente árabe (pp. 14-16)
Entró de chico de los recados en una compañía de suministros eléctricos. Amante del trabajo, además empezó a dar clases de inglés en varias academias. Más adelante llegó a dominar también el francés, portugués, italiano y alemán; por su cuenta aprendió también a leer en otros idiomas que no llegó a manejar como esos. Tradujo tomos de cirugía y de fundición del inglés y a los diecisiete años se introdujo en Radio Bilbao como locutor de inglés para emisiones especiales. Le importaba un rábano la música joven y pop, pero se convirtió en el primer jinete de discos o disc-jockey de Bilbao, bajo el nombre de «mister Ritmo». Escribía además (y traducía) reportajes en La Gaceta del Norte. Y poco después envió otros originales para los servicios especiales de la agencia Efe. Incluso pudo comprarse un coche. Le tocó entonces irse a la mili en El Carrascal de Pamplona. Allí conoció al director y realizador Pedro Olea, quien luego lo introduciría en televisión. De Pamplona salió con la idea de meterse en Madrid.
Para no andarme por las ramas (cosa que nunca me ha gustado mucho) me fui directamente a hablar con el director de la SER […] En Radio Madrid (vino a decirme) solo trabajaban primeras series, primerísimas series. Voces superconocidas. yo no era más que un chico de provincia con buenas intenciones y un currículum muy ruidoso, pero de escaso prestigio […] ¿Qué línea de tu currículum puede convencer al mundo de que eres un tipo bueno en este oficio?) La BBC. La bibisí de Londres! (p. 20)
De modo que vendió el coche y se fue a Londres en 1965.
Se rompieron pocas lanzas en favor de nuestra generación. Dicen la generación bocadilllo, la generación del silencio. Pero nosotros ¿qué? Con nuestra hambre nos lo comeríamos. Y eso que no teníamos culpa de nada. Y lo que es peor, tampoco teníamos idea de nada. Digo lo del hambre porque es lo que a mí me ocurrió en Londres. Me tiré los cuatro primeros meses viviendo del coche y otros ahorrillos en una habitación mísera. Luego las reservas se me acabaron y continué viviendo en el mismo sitio. Lo llamaban el Valle de los canguros por la cantidad de australianos que allí vivían y quizá porque otros como yo vivíamos a salto de mata. Calculando mi primera estancia en Londres en quinientos días, debí de comer unas ochocientas tortillas de patatas. Otros manjares ni soñarlos, claro (p. 21).
Después de medio año intentando introducirse en la BBC consiguió únicamente que un tipo le diera un buen consejo: «Si consigue usted que las casas de discos renuncien a sus derechos de retransmisión por radio, obtendrá trabajo». Algo prácticamente imposible. Pero él iba haciendo trabajillos de intérprete para músicos españoles que paraban por allí.
Me encontré que un gitano estaba actuando en un teatro de Londres. Era una noticia sensacional e insólita. Me raspé los bolsillos con las uñas, compré una entrada y fui a verlo. Se llamaba Pedro Calaf, pero se hacía llamar Peret. Por supuesto, ni él ni sus compañeros sabían una palabra de inglés. Aproveché la coyuntura para servirles de guía fiel e introducirles en los antros londinenses que yo había empezado a conocer. Incluso los hice ir a sitios en que las primeras gogós de la historia mostraban sus muslos sin vergüenza. Me lo agradecieron mucho. Querían pagarme. Me negué. Aquello venía a ser una cuestión de patriotismo. ¿Cómo pagarme el favor entonces? «En fin, podrían ustedes renunciar a los derechos de emisión de los discos…» Insinué yo por milésima vez. Señores ¡lo hicieron…! Fue un favor tan grande que se lo recuerdo al bueno de Peret siempre que nos topamos en el oficio. A pocas personas debo tanto. Así conseguí ser aceptado en los estudios de la BBC… Para celebrar el éxito me dejé crecer el bigote y arrojé mi cotidiana tortilla al cubo de la basura. Solo me pagaban quince mil pesetas al mes, una auténtica miseria en Londres, y desde luego mucho menos de lo que yo ganaba en Bilbao, pero me había convertido en locutor de una emisora inglesa… Era un pop, un yeyé, un in… Desde luego me sobraba tiempo para pensar. Para pensar en serio. Habitualmente andaba solo, estaba solo. Veía películas, leía libros, presenciaba todos los espectáculos que se ponían a tiro. Incluso decidí ligar con alguna chavala, por aquello de mejorar el idioma, no por otra cosa. Estaría bueno. Y pensé en mí y en lo que yo quería y en cómo conseguirlo. Los caminos estaban claros: un porvenir de oficinista ilustrado parloteando inglés, o el riesgo de un oficio que todavía hoy no sé dónde me llevará. Aborrecía los horarios y me divertía la diversión. La acción, no la canción, aunque viviese de ella. Quería ser lo que hoy soy. Sin problemas económicos, sin rigidez de horarios, libre, obrar a mi gusto, no estar debajo de nadie. En fin, quería lo que todos quieren a los veintitrés años… Al año y medio de haber llegado a Londres, volví a Madrid (pp. 22-24).
El señor Fontán lo contrató en Radio Madrid. Trabajó en programas musicales, algo que nunca le gustó demasiado. Había aprendido mucho en Londres y se convirtió en un crítico musical independiente, muy sincero y temible. «Si un disco me parecía malo, lo decía con toda la tranquilidad del mundo y con las debidas palabras, no a medias. Era muy agresivo. Continúo siéndolo, dicho sea de paso, pero entonces lo era con furor. Creo que me encontraba en Madrid demasiado solo, lo mismo que en Londres, y descargaba mi furia contra los cantantes». Vivía en una modesta pensión de la Gran Vía.
Vivía de noche y era raro que se fuese a la cama antes de las cinco de la madrugada. «Lo hacía en parte porque me gustaba y en parte porque resultaba deprimente encerrarse en la habitación alquilada, sin nadie con quien hablar ni nada que hacer. Por supuesto, conocía como nadie el Madrid nocturno del ambiente musical. Quizás ni los mismos camareros han pasado tantas horas como yo en aquellas rutilantes discotecas de la Gran Vía. Y sentado en la escalera, siempre en la escalera… bebiendo naranjada. Nunca he bebido combinados, whiskies ni alcoholes de otro tipo. Tampoco fumaba, ni entonces ni ahora. ¿Qué diablos estaba yo haciendo ahí? Contemplar, mirar, escuchar. ¿Por qué en una escalera? A finales de los sesenta, e imagino que ahora también, la gente del mundillo no pagaba por entrar en las discotecas. Hasta las consumiciones eran gratis. Pero yo, que quería conservar por encima de todo mi fiera independencia, pagaba todos los días. Entonces, dado que la sala estaba siempre abarrotada, los camareros echaban de las mesas a los que bebían de gorra y me hacían sentar a mí. Como estaba solo y era conocido, muy pronto empezaban a llegar cantantes, músicos y las primeras fans para hacerme compañía. Aquello no me divertía nada, así que opté por sentarme siempre en las escaleras. De ese modo nadie se me acercaba. Era un mundo fascinante y loco, un mundo que, al menos para mí, no volverá más (p. 27-28).
En un extravagante concurso organizado por Licor 43, llegó a dormir dentro de la gran pirámide de Keops… pero no pegó ojo. Escribió en la revista Mundo Joven, recorrió medio mundo, muchas veces como corresponsal en festivales de la canción, tuvo una novia inglesa con la que rompió porque no pudo soportar comer angulas, se casó a los ocho días de conocer a una judía brasileña, Josette, y tuvo de ella dos hijos. Coleccionó rinocerontes de todo tipo, en piedra, cristal, cuero, madera, cerámica, metal barro, pintados… llegó a tener unos cuatrocientos. Luego sustituyó esa manía por la de la fotografía y coleccionó las «comprometidas» de los toreros en apuros. Sus experiencias en la tele darían para otro artículo.
Contornos
Ángel Romera
http://diariodelendriago.blogspot.com.es/
[Los comentarios serán moderados por el autor de la sección]
Íñigo interesantísimo.
La crónica política un tanto incompleta:
Iglesias y Montero compran un chalé de más de 600.000 € con piscina y parcela de 2.000 m2 en una exclusiva zona de Madrid.
https://look.okdiario.com/famosos/exclusivas/2018/05/16/pablo-iglesias-irene-montero-compran-chale-mas-600-000-piscina-parcela-2-000-m2-420580
Ni la extrema izquierda escapa a esa primaria tendencia del ser humano a formar un hogar familiar…
Eso sí, sin dar mucho ejemplo. Porque una cosa es predicar y otra dar trigo.
Como jurista y conocedor del plan antiguo de derecho que tengo entendido que eres, me gustaría preguntarte (si no es molestia, claro) si ante la noticia que han dado hoy sobre Pablo Casado (el diputado del PP) que aprobó 12 asignaturas (dicen que 12 asignaturas es la mitad de la carrera en sí) de derecho en tan solo 4 meses y compaginándolo con el trabajo de diputado ¿crees que éso es posible y probable? ¿conoces algún caso ya seas tu o algún compañero tuyo que fuera tan eficiente para sacar la mitad de la carrera de derecho, con los tochos que me dicen que hay que estudiar, en tan solo 4 meses mientras trabajaba? ¿crees que se trata de un portento o mente brillante o genera alguna sospecha en ti? Si te molestan las preguntas no hace falta que respondas. No pongo el link de la noticia, porque presupongo que la conoces, si no ahí tienes a google para leerla tu mismo.
Tengo un amigo que vivió con él en el colegio mayor Elías Ahuja en Madrid, le preguntaré.
No tienen nada que ver, mi amigo tiene una carrera cum laude, y tres oposiciones.
No terminó Derecho en ICADE…eso ya es toda una gran pista.
Pero vamos, yo que él no dimitia si no lo hacen ni Espinar ni Errejon…y ni Pablo Iglesias. Los tres han mentido igualmente, e incluso más gravemente.
Qué basura hay en política.
Los más jóvenes ya han superado a sus mayores.
Que Espinar, Errejon y Pablo Iglesias son muy malos ya nos lo has dicho muchas veces. Esperaba otra respuesta, como analista político que te autodenominas, que al menos dieras una opinión sobre el tema, pero ya veo que tu sólo das análisis concisos sobre unos, los otros «ya tal», parafraseando a M. Rajoy. Un saludo.
Esto no merece un análisis, es mucho más elemental.
Por qué unos le echan morro y tienen que dimitir y otros no??
A mí, me encantaría echarles a TODOS.
Posiblemente a tí también…o no, y vienes aquí tratando de comprometerme.
Ya ves que no.
No conocia la historia de José Maria Inigo y me ha encantado, tanto como la ironia de los primeros párrafos,
Me ha gustado mucho el articulo
Una historia muy interesante que habla de algo que no conocen estos políticos de mierda ultraderechista y ultracentrista y socioliberal: ESFUERZO.
Un tipo hecho a sí mismo que congregaba a 24 millones de españoles en sus programas que nos sorbíamos.
Es un ejemplo a seguir que, además, cuando la mierda de la mala política empezó a llenar de piojos RTVE dijo: me piro.
Su hija Piluca decía esto: «Yo he estudiado periodismo por él», «yo soy quien soy hoy en día por él», «tengo el reconocimiento y fama que me precede, gracias a tu padre». «Sin él, no habría llegado a ser quien soy hoy en día».
A ver si los hijos de estos pueden decir lo mismo…voto que no.
Ha sido muy reconfortante leer este trozo de historia que has puesto. Porque uno, sin llegar siquiera a los talones de Iñigo, se pagó su carrera currando y el posdoc currando, y los cursos profesionales currando y con préstamo en algún caso y, cuando terminé, la alegría y el orgullo eran de órdago (ahora, con el paso de los años, son papeles guardados en alguna estantería recóndita), porque detrás había un esfuerzo de verdad. Y, sin miedo a que nadie vaya a escarbar en el expediente…eh, Casado? eh, Cifu?
Por cierto, lo de la casa de los Montero-Iglesias no pasa de ser un problema estético. Sobre todo, después de que Iglesias le reprochara a De Guindos que se comprara un ático de 600.000 euros. Pero luego os aconsejo ver dónde viven alcaldes de localidades ridículas, presidentes de diputaciones, diputados rasos de autonomías etc etc.
Al menos, los Montero-Iglesias, que no son santos de mi devoción, han hecho una hipoteca y no han ido a un fondo panameño. O, peor aún, han aparecido como propietarios de un chalet de lujo en Madrid de un millón de euros sin explicar la procedencia del dinero, eh Rivera?
También podríamos hablar del ático de monseñor Rouco Varela de 370 m2 que cuenta con seis habitaciones, dos de ellas en la zona de servicio, y cuatro cuartos de baño. «El dinero, como no podría ser de otro modo, ha salido de las arcas de la diócesis de Madrid, que después de 20 años de obras faraónicas –y sin contar el aparcado proyecto de las Vistillas– tiene una hipoteca que podría superar, según algunas fuentes, los 20 millones de euros».El Diario.
Afortunadamente, ROUCO NO SE PRESENTA A LAS ELECCIONES.
Ni la extrema izquierda escapa a formar una familia, dice el pollo obsesivo. Se conoce que esa institución la debe considerar reservada a los tipos de la derechona. Los demás, meros curritos, hemos salido de orfanatos . Qué cosas.
A lo que importa: Íñigo representa lo mejor de este país. Gente que se ha currado una biografía brillante gracias a su talento innato y saber estar, sin titulitis. El mejor comunicador que ha tenido la televisión y la radio. Escucharlo era un bálsamo para los oídos. Encender la tv y darte cuenta de que solo hay gente gritona y sin una dicción medianamente solvente es desolador.
Es el problema de la rancia ultraderecha católica, incapaz de darse cuenta de que el término «familia» les precede y les sobrepasa. Francisco, el papa que ellos odian, no piensa igual.
Para la gente normal hay familias nucleares, extensas, de dos padres, de dos madres, de padre y madre, de padre y madre divorciados, de abuelos y madre de uno u otro…hay tantas variables de FAMILIA que es ridículo querer ponerle un «marco».
Una familia es un grupo de muy buenos amigos. De lo que alguno carece…
Lo que NO será nunca una familia es eso que ellos venden de padre y madre amargados, que no se soportan, que amargan a los hijos, pero que deben morir juntos, porque solo «la muerte los podrá separar».
RAE (Última edición 2017): familia
Del lat. familia.
1. f. Grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas.
2. f. Conjunto de ascendientes, descendientes, colaterales y afines de un linaje.
3. f. Hijos o descendencia. Está casado, pero no tiene familia.
4. f. Conjunto de personas que comparten alguna condición, opinión o tendencia. Toda la familia universitaria está de enhorabuena.
5. f. Conjunto de objetos que presentan características comunes que lo diferencian de otros. La familia de los instrumentos de cuerda.
6. f. Cuerpo de una orden o de una comunidad religiosa. La familia carmelita.
7. f. coloq. Grupo de personas relacionadas por amistad o trato.
8. f. Biol. Taxón constituido por varios géneros naturales que poseen gran número de caracteres comunes. La familia de las rosáceas.
9. f. Chile. Enjambre de abejas.
10. f. p. us. Conjunto de criados de alguien, aunque no vivan dentro de su casa.
Libro del Génesis, que siguen los católicos (De la época del cautiverio en Babilonia, échale años, entre el 950 y el 500 AC)
Familia: «de la unidad en la diferencia entre hombre y mujer, y de su fecundidad».
Sinceramente, me quedo con el diccionario de la RAE…
Pablo Iglesias e Irene Montero de una urbanización exclusiva en Galapagar en poco tiempo con los mellizos, a ver al Papa Francisco de peregrinación a Roma.
Al fin y al cabo, Pablo Iglesias marcaba hasta hace poco la X de la Iglesia católica.
https://www.google.es/amp/ecodiario.eleconomista.es/noticias-amp/8223367/Pablo-Iglesias-marco-la-X-en-la-casilla-de-la-Iglesia-en-sus-declaraciones-de-la-Renta-de-2013-y-2014
POR DIOS HAY ALGUIEN COHERENTE EN LA IZQUIERDA ??????
No confundais, la obsesión con la realidad, el político con el vecino.
Todo es teatro y facha-da.
Por cierto, ningún izquierdista de MCR ha condenado los crímenes del comunismo…ni lo harán.
Cagüen en Franco…
Un tipo que pedía una jarra de agua en los restaurantes; que publicó guías de viajes; el de los hits de la gasolinera. Le cabreaba mucho este estado autonómico que lo confundía: el iba a Fuenterrabía, pero terminó en Hondarribia. Su entrevista a Solzhenitsyn nunca será glosada por don Ángel. Yo le escuchaba últimamente en el programa de Pepa Fernández, donde también colaboraba Antonio Fraguas, tristemente desaparecido. En fin. Nos hacemos mayores.
http://iniciativadebate.net/2018/04/12/una-mente-prodigiosa/
Estabais hablando de piojos y yo he visto otro, Me ha llevado un tiempo encontrarlo, pero aqui lo dejo
El artículo, buenísimo…gracias al escritor Á.R por su homenaje a José María Íñigo.////////Lo de la pareja de Podemos, pues lo de siempre en los políticos, mucho bla, bla, bla, mucha pose, muchos ojos en blanco de la pena que les dan los desfavorecidos y mucho criticar a todo el mundo para, al final, ser uno más del montón que medra.///Considero que ni un genio extraterrestre puede aprobar media carrera de Derecho, ni siquiera la light de ahora, en cuatro meses con honestidad, y si se comprueba que así ha «sido», que en cuatro meses le aprobaron doce asignaturas(se omite con qué calificación, espero no morir del susto), debe dimitir, como deberían hacerlo los que aún no lo han hechoen situaciones similares.
Sancho, dado que el cínico de Angelito evita responderte, te contesto yo que no, que 12 asignaturas de Derecho no se aprueban en tres meses… salvo que te hayan soplado todas las preguntas de los exámenes con anterioridad. Y menos el mediocre de Casado.
Yo ya he respondido, que dimita cuando lo hagan Espinar por especular con VPO, Errejon por defraudar una beca de investigación y Pablo Iglesias…por donde empezamos con Pablo Iglesias.
Lo que pasa es que esto no lo entiendes, eres muy cortito…menda.