Santos G. Monroy /Eusebio García del Castillo.- Los alumnos de Musicaula superaron este miércoles con nota el gran reto que aterroriza incluso a los grandes profesionales de las candilejas: poner en escena un musical de gran formato y con la exigencia de «Chicago», un descarado y divertido montaje al más puro estilo Broadway que homenajea a la época del jazz y resucita la estética del cabaret y el Cotton Club. Un abarrotado Teatro Quijano premió constantemente con sus aplausos la meritoria labor de los artistas. 
Dirigido por Alvar Vielsa, el montaje, cuyo original fue estrenado en 1975, está sustentado por 40 alumnos y colaboradores, entre músicos, bailarines y cantantes, de Musicaula, una academia de música, baile y danza de Ciudad Real que el año pasado ya sorprendió con el montaje «Dancing Queen».
El mérito de cantar y bailar sin escudo, con solvencia y soltura, en un formato tan exigente es innegable, y más en un espectáculo tan desinhibido como este Chicago, que desafía a cada minuto los convencionalismos morales, sociales y sexuales. Quienes se hayan perdido la representación tendrán una segunda oportunidad el 19 de mayo en el Cine Paz de Miguelturra.
