El Gobierno regional reduce un 23 por ciento su necesidad de financiación en un año

Castilla-La Mancha ha reducido un 23 por ciento su necesidad de financiación en un año, al pasar de un déficit de 121 millones en febrero de 2017 a una cifra de 93 millones en el mismo mes de este año. Los datos relativos a la capacidad o necesidad de financiación de las comunidades autónomas durante el pasado mes de febrero han sido publicados hoy por el Ministerio de Hacienda y Función Pública.

Según los datos oficiales del Ministerio, el déficit de Castilla-La Mancha al finalizar febrero ascendía a 93 millones de euros, lo que supone que lo ha reducido un 23 por ciento con respecto al año pasado, dado que en eso mismo mes esta cifra en la región ascendía a 121 millones de euros.

De acuerdo con estos datos, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha reducido en un año en 28 millones la necesidad de financiación y mantiene esta magnitud por debajo del objetivo de las comunidades autónomas para este año.

Esta reducción del déficit en Castilla-La Mancha se produce aun cuando el Gobierno de Mariano Rajoy ha congelado las entregas a cuenta para 2018 hasta que no se aprueben los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año, lo que supone que la región cuenta con unos 200 millones de euros menos de lo previsto.

Desde el inicio de la legislatura el Ejecutivo regional está avanzando para mantener unas finanzas públicas saneadas.

En este sentido, cabe recordar que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIRef) ha estimado factible que Castilla-La Mancha cumpla en 2018 el objetivo de estabilidad presupuestaria.

Además, según los datos del Banco de España, relativos a la deuda pública del cuarto trimestre de 2017, Castilla-La Mancha fue la Comunidad Autónoma que más redujo el peso de su deuda sobre el Producto Interior Bruto (PIB) en el último año, al bajar medio punto este indicador de 2017 a 2016.

El mantenimiento de unas finanzas públicas saneadas, que el Gobierno de García-Page está haciendo compatible con la recuperación económica y social, permite que la Administración regional esté abonando mes tras mes con rapidez las facturas a sus proveedores.

Así, durante el mes de febrero Castilla-La Mancha tardó 15 días en abonar las facturas a sus proveedores, cuando este dato ascendía hasta los 39 días en 2015. Es decir, en tres años el Gobierno regional ha reducido en 24 días el periodo medio de pago a proveedores.

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