Luis Mario Sobrino Simal.- Al cabo de unos 20 minutos y ya en las afueras de la ciudad el HOMBRE comprueba que los pensamientos de su madre por desgracia eran ciertos. El campo ya no ERA, porque no había, estaba desaparecido por las grandes macro-urbanizaciones y las grandes macro-factorías que hace años ocupaban su lugar.
«Mi madre tenía razón» – pensó el HOMBRE – al ver sólo desolación y muerte.
Cuando el vehículo de su amigo dejó atrás toda esta parte de macro ciudad periférica exterior, empezó una nueva pesadilla. Todo lo que había de Naturaleza había sido reemplazado por espacios artificiales que trataban de imitarla… El campo había sido sustituido hace décadas por grandes espacios artificiales de color verde, con árboles, praderas, ríos,… todo artificial, aunque con un sistema de “olores agradables” para hacerle creer que todo lo que, escucha y huele no es virtual sino casi real…
Ayer, 22 de abril, domingo, se celebró el Día de la Tierra. Una tradición mundial que demuestra la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos.
Al fin y al cabo, solo podemos inspirarnos en la Naturaleza para lograr imitarla. Y el futuro pasa por eso…..