Comunicado de la Plataforma de Interinos-. Ante la situación tan traumática que estamos sufriendo miles de trabajadores de la función pública, consideramos que lo último que nos hace falta es una confrontación y/o discrepancia de pareceres entre unos letrados y otros.
En el caso que nos atañe, consideramos a los letrados Fabián Valero Moldes y Manuel Nicolás Martos Garcia de Veas imprescindibles en esta grandiosa lucha, contra lo que a todas luces es un ERE encubierto.
Muchos ya estamos presentando las demandas de estabilización. Durante las últimas semanas, observamos con tristeza – y para alegría de los sindicatos de clase política y del gobierno firmante del acuerdo ERE – como se producen crispaciones entre los que ya han puesto su futuro laboral en manos de Manuel Martos y los que han puesto su futuro laboral en manos de Fabián Valero.
Nosotros no somos letrados ni entendemos el complicado mundo de las leyes y los procedimientos. Y cuando divagamos o pedimos explicaciones a tales profesionales, no lo hacemos con mala intención. Y tampoco cuestionamos la profesionalidad o los procedimientos de estos letrados.
Lo hacemos ya que si uno dice una cosa y el otro la contraria, lo tenemos jodido. ¿Qué hacemos?
En el caso que nos atañe (y desde nuestra ignorancia) vemos como mientras se expresa que las demandas de estabilización y en su defecto de despido deben gestionarse por lo SOCIAL, otros aseguran que ello es un error.
Por lo tanto rogaríamos tanto a Don Manuel Nicolás Martos Garcia de Veas como a Fabián Valero Moldes que entierren el hacha de guerra y que si fuera posible acordaran cual es la vía a seguir.
Estamos pendientes de presentar demandas de estabilización. Pero las dudas nos frenan. Y dividen en ocasiones. No queremos ese panorama. No nos lo merecemos. Confiamos en ambos letrados, que tanto están haciendo por los trabajadores. Por lo tanto, les pedimos que:
1. Acuerden entre ellos cual es la vía adecuada. ¿Por lo social? ¿Por lo administrativo? ¿Por lo laboral? Y nos lo clarifiquen públicamente. No les estamos pidiendo que nos digan la estrategia a seguir. O sus procedimientos. O que hagan lo mismo. Evidentemente eso es algo que tan sólo les atañe a ellos y a sus clientes. Les pedimos que nos clarifiquen y acuerden este punto. Ya que son posturas totalmente contrapuestas. Y esenciales para iniciar los procedimientos.
2. Les agradecemos su labor. Y les pedimos unidad. Y al menos si ello no puede ser, un pacto de no agresión. Igual nos estamos equivocando y la situación no es tal. Pero es lo que hemos interpretado estas últimas semanas.
RESPUESTA DE FABIÁN VALERO
«Por la parte que me atañe debo decir que mi única guerra es con las Administraciones Públicas, a las cuales me enfrento cada día en los juzgados defendiendo la estabilidad y los derechos de los empleados públicos. En la Justicia no hay verdades únicas y por tanto resulta difícil (por no decir imposible) establecer una estrategia común. El abogado debe actuar en conciencia y todo mi equipo tiene una estrategia clara y definida. No podemos renunciar a nuestros principios y nuestra visión de la situación. En mi caso particular llevo 14 años dedicados en exclusiva a la Abogacía laboral y del empleado público. Mi experiencia y mis 14 años de estudio me marcan una estrategia y un camino, y todo mi equipo lo comparte. Seguiré levantándome cada mañana con un único objetivo en mente, que es defender a los empleados públicos precarios y derrotar a la Administración. Esa es mi guerra, y seguiré comentando los avances e informando con la misma responsabilidad y libertad que marcan mi forma de trabajar. Saludos y ánimo al colectivo».
RESPUESTA DE MANUEL MARTOS
«Es una pena y casi una vergüenza, el espectáculo que dos letrados, y yo soy uno, sin querer, hemos dado. Ambos defendemos lo mismo con algún punto de diferencia pero encaminados con el mismo objetivo y victorias que siempre ayudan, por cuanto vemos que hay jueces que empiezan a ver el fraude. Esas diferencias o espectáculos van a desaparecer, ya que lo importante es el bien común, y los letrados no podemos ser un elemento extraño y mucho menos perjudicial en esta batalla. Desde aquí, mi respeto y admiración al compañero y nunca más daré pie, ni permitiré, que se nos use para discutir o pelear (en beneficio de la administración y sindicatos), ambos estamos en la misma línea, que es acabar con esta sinrazón».