En el Día Mundial de la Salud Manos Unidas manifiesta que en los países menos desarrollados la mala salud no es sólo consecuencia de la pobreza, sino también su causa, pues ésta afecta a la capacidad laboral y productiva de las personas. Dicha situación se agrava en las regiones más empobrecidas, donde se suele necesitar de mayor fuerza física para el trabajo. Por lo que la salud de la población está intrínsecamente ligada a su capacidad de desarrollo.
“El derecho a la salud es una cuestión de justicia social y de responsabilidad personal” asegura el coordinador del Departamento de Estudios y Documentación de Manos Unidas, quien nos recuerda que el 97% de la mortalidad por enfermedades infecciosas tiene lugar en países en desarrollo y, sin embargo, la mayor parte de los nuevos fármacos van destinados a curar enfermedades del mundo desarrollado y cada vez se invierte menos en vacunas y en investigación para las enfermedades mortales que se dan en el mundo en desarrollo.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que el 40% de la población mundial no tiene cobertura sanitaria; porcentaje que aumenta hasta el 80% en 44 países de América, Asia, y África, y más aún en zonas rurales. En los países más pobres hay más de 400 millones de personas que no tienen acceso a los servicios básicos de salud. También desde la ONU el tercer Objetivo de Desarrollo Sostenible-ODS pide “Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”
Pese a estas demandas de la comunidad internacional, un tercio de la población mundial no tiene acceso a las medicinas.
Ante esta injusta realidad y para preservar la salud y prevenir las enfermedades en los países más pobres, Manos Unidas, ha realizado 110 proyectos sanitarios de cooperación en algunos de los países más empobrecidos de África, América y Asia, dedicando el 19% del total de sus recursos (6.237.922 €) para beneficiar a cerca de 800 mil personas (764.640 beneficiarios).
Ejemplo del trabajo que lleva Manos Unidas en el área sanitaria es el proyecto que está financiando el arciprestazgo de Ciudad Real, consistente en la construcción de un dispensario en Senegal (África), por un total de 60.313,00 €.