Jesús de Medinaceli fue trasladado en vía crucis en la tarde del pasado 16 de marzo desde su capilla de la calle Cruces hasta la Parroquia de la Virgen de Gracia, en un recorrido en el que no faltó la lluvia. La imagen tuvo que ser cubierta con un plástico para su protección, y sobre todo la devoción de numerosos puertollaneros que lo acompañaron por Alameda y Paseo de San Gregorio.
A lo largo del itinerario se hicieron las distintas estaciones con sus correspondientes oraciones en una comitiva con niños con escapularios y algunas personas con vela en mano hasta la parroquia de la patrona en donde permanecerá hasta la noche del Miércoles Santo.
Ya se ha iniciado la novena que continuará hasta el 27 de marzo previa a su salida procesional en la tarde del Miércoles Santo, a las 20 horas, junto a sus característicos cofrades de raso azul en un recorrido por calles Ancha, Cruces, plaza Villarreal, Calzada, Aduana, Amargura, Puerto y Paseo de San Gregorio.
Una devoción con historia
Jesús de Medinaceli cuenta con una gran devoción en Puertollano, primero a un cuadro con el nazareno y después a una talla de madera, una de las más hermosas de nuestra Semana Santa, a cuya capilla acuden numerosas personas a lo largo del año, en especial todos los viernes de cuaresma en la que se abre al público.
Su cofradía desde los años sesenta ha mantenido intacta su sobriedad y desde el 2015 es portado por costaleros, tras la adquisición de un nuevo trono a la asociación “Amor y Bondad” de Sevilla, con canasto, respiraderos y cuatro faroles en madera tallada, faldones en terciopelo granate y broches con bordados en plata realizados en técnica de aplicación; así como ocho guardabrisas en metal plateado, y dos cartelas también en metal plateado realizadas por la orfebrería Orovio de la Torre.
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