Querida amiga:
Hoy he ido a despedirme de la gaviota chunga. El caso es que me miraba con ojos raros, no sé si porque le daba pena que fuera el último día o porque se le acaba el chollo de los cruasanes. A lo mejor le debería mandar un queso manchego* para que no me olvide. No sé.
Al final me voy de aquí sin ver llover. El chubasquero sigue en la maleta. Va a ser cierto eso de Galifornia, que Galicia es la California ibérica. El sol, las playas…, bueno, aquí los vigilantes de la playa no son David «Jaseljof» y menos mal, ¿no crees?
Ahora que con los cuarenta pienso en asuntos realmente serios, me da por imaginar cómo hubiera sido Falcon Crest en Galicia. Una Carmiña Channing en la Ribeira Sacra, ¡anda que no! Que si vienen sus hijos rebotaos, discutiendo por los marcos de las leiras, los manda a vendimiar en escalón y se les quita todas las tontunas. Yo creo que Chase sí lo haría, pero Richard… ese era muy finolis, no hubiese cogido ni un racimo de mencía. Se hubiera dedicado a pasear a las chatis en su velero por los cañones del Sil y la pobre Carmiña no hubiera hecho carrera de él. Y, en vez de Chun-Li, un Pepiño, que sirve para todo: que si chófer, que si jardinero, que si vete con Lorenzo Lamas a vendimiar en septiembre, que haz una empanada y pon también unos quesos San Simón para desayunar, que prepárame una queimada que viene hoy Amancio a enseñarme los chubasqueros de la nueva colección… Carmiña no hubiese sido tan mala malísima como Angela, porque en Galicia las malas personas no existen, bueno, «haberlas… haylas», como las meigas, pero son pocas y están contadas. Supongo que Chase hubiese sido del Dépor (que era el hijo bueno) y Richard, del Celta. A ver, chica, aquí cada uno tira para lo suyo, ¿no?
Un Falcon Crest gallego hubiese reventado las audiencias. Una sintonía de comienzo con gaitas y Carmiña, con el chubasquero de Zara, brindando con albariño, ¡jobá! Tengo que decirle a mi padre que creo que tampoco hay gallegos entre los guionistas de Hollywood. Pobre, poco a poco le voy desmontando su teoría. De todos modos, yo le daría más protagonismo a nuestro Chun-Liño y el tío sería el rey de las verbenas, que hasta el Combo Dominicano lo tendría como invitado especial de duetos, y cantaría «Despaciño, a modiño…». ¡Anda que no! Y Carmiña Channing comenzaría siendo muy rabuda y dando por saco a todo el mundo, pero luego al final acabaría bailando muñeiras y comiendo ostras con albariño en las fiestas del pueblo con Chun-Liño y su familia. Como ves, todo muy «galiforniano».
Bueno, chica, tengo que dejarte. Ya estamos de regreso y tengo que ir a comprar una báscula nueva, porque la mía marca tres kilos de más. Estará rota… supongo.
Besos.
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Postales desde Ítaca
Beatriz Abeleira
Para la referencia al queso manchego, léase http://www.miciudadreal.es/2016/08/21/postales-de-verano-4/
Los tiempos son otros. Ya no hay tiempo para elegir la postal, pensar las palabras, escribir de puño y letra, tachar y enviar la postal desde la oficina de correos más cercana.
Aunque yo, personalmente, creo que algunas cosas son mejores dichas sobre una postal.
Por eso, es de agradecer este espacio denominado ‘Postales desde Ítaca’.
Relatos frescos y ligeros como un buen ‘albariño’…..
¡Gracias! 🙂
Anda, que no tiene Beatriz sorna. No deje esta sección, que me desco-ono de la risa. Pero, eso sí, ahora no tenemos el Falcon, sino Fariña, esa serie que está reventando audiencias con los Oubiña, Charlines y Miñancos, esos narcos mucho menos galmurosos que doña Angela, comiendo chorizos sobre hules cutres y con la poli y los políticos del PP recibiendo sobres de los susodichos.
Estas postales son del verano pasado. Las de este año tendré que «enfariñarlas»…
¡Gracias!