El 26 de marzo de 1809 estando en plenos preparativos de concentración de tropas en torno a Ciudad Real por parte del ejército español para defender la provincia de La Mancha, llegó a Ciudad Real la noticia de que las tropas napoleónicas se aproximaban por el camino Real de Toledo.
Se enfrentaban de una lado, el Ejército Imperial Napoleónico una fuerza combinada multinacional, con lo mejor de las tropas de choque de Europa, entre su infantería ligera y su excelente caballería de lanceros polacos del Vístula, que formaban el IV Cuerpo del Ejército Napoleónico al mando del Teniente General Horace Sebastiani y del otro los restos del Ejército Español, derrotado en Uclés y Consuegra y formado por tropas desmoralizadas y con armamento y tácticas anticuadas, formando el Ejército de La Mancha en Ciudad Real estaban los Regimientos de Línea;Regimiento de Caballería de Voluntarios de Madrid ( muchos de ellos exiliados franceses residentes en Chamberí), Regimiento de Caballería de Dragones de Pavía, Regimiento de Caballería de la Reina, Regimiento de Infantería 1º Cazadores de Guadix, 1 Brigada de Artillería de Campaña y el Regimiento Provincial de Milicias de Ciudad Real, al mando del Teniente General José de Urbina, Conde de Cartaojal.
Con el puente del Molino del Emperador en el centro del campo de batalla y a sus lados el puente de Nolaya y La Atalaya. El río Guadiana era entonces más caudaloso y la distancia entre orillas más grande, de unos 100 metros y 5 de profundidad, por tanto, era invadeable para la caballería y la infantería de Napoleón en esas condiciones.
Desde las 10 de la mañana del día 26, bajo la lluvia y el frío la División de Caballería del General francés Milhaud se acercó hasta Peralbillo, aunque fue rechazada en su intento de pasar los puentes del Guadiana hacia Ciudad Real, tras haber pasado el Puente Nolaya con 1.000 jinetes y 4 cañones, el contraataque de la caballería española los hizo volver a pasar el Puente de Nolaya en dirección a la aldea de Peralbillo.
Aún así, el refuerzo de las demás unidades del IV Cuerpo de Ejército Napoleónico, como los Dragones del 20 Regimiento que acudieron, les permitió mantener el puente del Molino del Emperador sobre el Guadiana, parapetándose dentro del Molino, lo que sorprendió por completo al dispositivo español, y así durante todo ese día el ejército español y las milicias provinciales, como la de Ciudad Real, resistieron el empuje del muy superior en número ejército napoleónico en el Puente de Nolaya, en el río Guadiana y consiguieron expulsar a los franceses del Puente del Molino del Emperador, tras esto las tropas francesas se retiraron a Peralbillo y las españolas tras dejar una guardia en los 4 cañones emplazados en los puentes del Guadiana se retiró a Ciudad Real.
A la mañana del día siguiente el 27 de marzo de 1809 tuvo lugar la batalla decisiva entre las tropas españolas y las tropas Napoleónicas en el Río Guadiana a la altura del Puente Nolaya, tras avanzar la infantería francesa y ser rechazada otra vez por los cañones situados en los puentes, la División de Caballería Polaca del general Milhaud al mando de su coronel Konopka que por la noche había cruzado el puente sobre el Guadiana cercano al castillo de Calatrava La Vieja consiguió envolver por sorpresa y apareciendo por la espalda a la sorprendido Regimiento Provincial de Milicias de Ciudad Real que ni si quiera estaba en formación de combate para repeler el ataque por lo cual en poco tiempo vio sus flancos copados y ellos sin más escapatoria que retroceder en formación y disparando hacia el cerro de La Atalaya.
Al mismo tiempo, sobre las 8 de la mañana, la Infantería Napoleónica avanzó en masa desde Peralbillo y con su superioridad numérica arroyó a las tropas españolas que defendían el puente de Nolaya, después cayó la infantería que se había replegado hasta el cercano cerro de La Atalaya, la caballería del Regimiento de Voluntarios de Madrid protegió la retirada de las tropas hasta el pueblo de Almagro. Al mediodía los franceses llegaron hasta Ciudad Real donde destrozaron la resistencia de las últimas tropas españolas parapetadas en sus murallas. Tras esto, Cartaojal ordenó la retirada hasta el pueblo del Viso del Marqués a unos 60 Kilómetros.
En ésta acción quedo destruido el Regimiento de Milicias de Ciudad Real, que perdió su Bandera, siendo distinguido por su acción el Capitán de Juan Hidalgo. En 1815 serán reconocidos por la Junta Superior Central los derechos del heroico Capitán de la Milicia Don Juan Hidalgo, uno de los pocos que vio premiado su valor en la batalla de Ciudad Real.
Por parte española se registraron entre muertos, heridos, y prisioneros las siguientes Bajas: 1 Coronel, 47 artilleros muertos. Prisioneros: 6 oficiales y 2.000 soldados, 5 Cañones, 1 Obús y 3 Banderas, entre ellas la de la Milicia de Ciudad Real.
Por parte Napoleónica las Bajas fueron de 100 entre muertos y heridos. Fue una gran victoria Estratégica pues les permitió liberar el valle del Guadiana y dejar libre el paso de sus tropas e intendencia hacia Andalucía, lo cual conmemoran en el Arco del Triunfo de París:
A las 2 de la tarde entran los franceses por la Puerta de Toledo de Ciudad Real y en las calles inmediatas empiezan a disparan sobre todo lo que encuentran a su paso, matando a seis personas que encontraron por las calles cercanas a La Puerta de Toledo de las cuales se conservan sus actas de defunción y que fueron enterradas en su mayoría en la cripta de la ermita de San Antonio Abab (ahora colegio José Maestro).
Poco después de la entrada de las tropas napoleónicas en Ciudad Real el General francés al mando, Horace Sebastiani, esperó en la Puerta de Calatrava a que los ciudadrealeños salieran a suplicarle clemencia para que no destruyera la ciudad ni tomase rehenes, como era la costumbre militar de la época y eran las órdenes de Napoleón; que cualquier localidad que ofreciese resistencia armada a sus tropas fuese quemada, un grupo pequeño de ciudadrealeños, pues la gran mayoría habían huido a los cercanos montes, entre ellos gran parte de los cargos públicos, salió a pedirle clemencia y que no tomase en cuenta la lucha del Guadiana, a lo que el general francés accedió.
A las 2 de la tarde entraba en Ciudad Real el 3 Regimiento de Húsares de Holanda, con su jefe el Coronel Roest d´Alkemade como Gobernador Militar de Ciudad Real herido.
Una parte de la tropa de ocupación permanecería en Ciudad Real como destacamento de vigilancia y control, aquí empezó la ocupación francesa de Ciudad Real. De ésta manera el 3º Regimiento de caballería de Húsares de Holanda, quedó acuartelado en el Hospital de la Caridad de Ciudad Real, actual Rectorado de la Universidad de Castilla-La Mancha. Empezaban 5 largos años de ocupación y resistencia…pero eso es otro capítulo de nuestra Historia.
Fuentes y Bibliografía:
Archivo Histórico Nacional
Servicio Histórico Militar
Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real
Archivo Municipal de Ciudad Real
«Napoleón en La Mancha», Antonio José Martín de Consuegra Gómez. 2009
Historia e Historias de Ciudad Real
Antonio José Martín de Consuegra Gómez
https://ciudadreal.wordpress.com/
Buen artículo Antonio.
Haces bien recordando la historia
El control de Ciudad Real y las guarniciones de La Mancha en la primavera de 1809, significaría para los franceses no repetir el error de Bailén, además de preparar la gran campaña de José I Bonaparte sobre tierras andaluzas durante 1810.
¡Ay, si el teniente general José de Urbina no hubiera retirado la guardia aquella lluviosa noche del 26 de marzo de 1809!
Tal vez, las consecuencias hubieran sido otras….
Interesante artículo
La guerra de Independencia frente a los franceses dió cuerpo a la Nación española.
Antes los Reinos y sus súbditos eran «patrimonio» de la Corona.
España como Democracia liberal debe su origen a este periodo.
La Nación española posee una existencia jurídica relativamente moderna. El Estado español es sin embargo uno de los más antiguos de Europa, y España una entidad cultural homogénea desde la Romanización de la Península Ibérica y durante la Reconquista.
Muy buen artículo Antonio, como siempre, haciendo historia.
¿Se puede escribir un texto histórico sin mencionar fuentes ni bibliografía?
Buen Articulo, pero el imagen del lancero polaco que has puesto es del ejército hapsburgo no el frances.