Paula Fernández Pareja.- Estimada Rosa, esta carta abierta es para felicitarte por tu reciente nombramiento, me permito tutearte porque aunque no me conoces, ni yo a ti personalmente tenemos muchas cosas que nos unen, pero también algunas que han hecho nuestra trayectoria diferente.
Entre las cosas que nos unen, la primera y mas evidente es que ambas somos mujeres, mujeres con formación científica, tu eres licenciada en Ingeniería química y yo soy licenciada en ciencias físicas..
Ahora lo que nos diferencia, en primer lugar la edad, yo ya soy una mujer jubilada, que terminó sus estudios en 1972 y que vio como sus compañeros tuvieron la oportunidad de trabajar en el Complejo Petroquímico de Puertollano mientras que una ley absurda de protección de la mujer de 1957 me impidieron hacerlo a mí.
Hoy no me arrepiento de la deriva profesional que me vi obligada a elegir, la docencia, he sido profesora de Física y Química durante cuarenta años en un instituto, y he sido muy feliz, y desde mi responsabilidad he luchado desde entonces para conseguir cada vez más la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
Han pasado 45 años , las leyes han cambiado, nuestra sociedad está cambiando, pero las mujeres aún tienen difícil alcanzar las mismas cotas de responsabilidad que los hombres, la brecha salarial es una realidad, las diferencias entre las pensiones de unas y otros también, pero las mujeres no nos resignamos y seguimos como ya lo hemos hecho a lo largo de nuestra historia reivindicando la igualdad.
Poco a poco las mujeres se han ido incorporando a nuestra refinería, operadoras de planta, informáticas, técnicas de refino… y por fin técnicas superiores y mujeres en la dirección
Hoy ya hay una mujer directora de nuestro complejo, no sabemos a cuantas cosas de tu vida personal habrás tenido que renunciar, cosas a las que seguro tus antecesores, todos ellos varones, no tuvieron que hacerlo, pero da igual, LO HAS CONSEGUIDO, de nuevo enhorabuena.
Pero aún nos queda un largo camino que recorrer, hay que seguir trabajando entre todas hasta que deje de ser noticia que una mujer es la Primera directora de cualquier empresa..
Sólo ese día habremos conseguido realmente la igualdad.
La lucha por la igualdad y el largo camino hacia la equidad de género……
Estimada Paula, a pesar de que creas estar ya de vuelta de todo, creo que hay cosas que tu carrera profesional, primero de funcionaria y luego de política, no te ha llevado a conocer.
Un director o directora de complejo, vive por y para la empresa, y ya sea hombre o mujer debe dejar a un lado prácticamente a todo lo que no sea su trabajo, sus obligaciones o su responsabilidad, reduciendo a la mínimama expresión todas las facetas de su vida que no estén relacionadas con su trabajo.
Me parece hembrista y victimista que digas que está directora ha tenido que renunciar a cosas a los que sus compañeros varones no han tenido que dejar, cuando la realidad es que el nivel de exigencia de estos cargos de responsabilidad obliga a perder amistades, ocio y tiempo para la familia casi por completo, ya seas hombre o mujer.
Por ello, o estás muy equivocada con lo que implica un puesto de este tipo o lo ves desde una perspectiva muy poco feminista (según la definición de igualdad hombre-mujer de la RAE), puesto que consideras que una mujer debe tener mucha más vida más allá del trabajo (esa de la que puede disfrutar muy poco quien dirige el complejo) de la que tiene un hombre.