En la vida como en la historia todo tiene una primera vez. En un artículo anterior comenté que en el presente año, 2.018, la Universidad de Salamanca cumplía su octavo centenario de existencia. 800 años desde aquel 1.218 en que Alfonso IX de León decidiera su creación.
La influencia de Salamanca fue fundamental en la existencia de lo que hoy llamamos ciencia económica; Salamanca dio a luz el derecho de gentes moderno, hoy llamado derecho internacional; en Salamanca nacieron las garantías individuales de la persona, hoy llamados Derechos Humanos; en Salamanca…: Salamanca debería ser un orgullo nacional y de todo el mundo hispano, pues todas la Universidades del Nuevo Mundo se hicieron siguiendo su modelo. Es decir, las Universidades de la América hispana fueron concebidas siguiendo el patrón de la mayor excelencia en el saber existente en la época.
Y de nuevo, Salamanca hizo algo insólito. Tuvo el honor y la osadía de tener a la primera mujer en el mundo, de la que se tenga noticia, que impartiera clase en una universidad.
El 16 de Noviembre de 1.508 una jovencísima Luisa de Medrano -24 años de edad- nacida en un pueblo de Guadalajara (Atienza) leyó en la Cátedra de Cánones de uno de los centros de saber más importantes e influyentes de su tiempo. Sustituyó, nada más y nada menos, al gran Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática conocida de una lengua romance.
La proximidad de la familia de Luisa de Medrano a Isabel la Católica pudo haber influido en que tanto ella como su hermano recibieran idéntica educación erudita. Sería Diego Medrano, un pariente de éstos, el encargado de hacerlo.
Un hecho poco conocido de la reina Isabel fue su continuo impulso para que las mujeres accedieran a la educación. Isabel fue una firme impulsora de que las familias nobles facilitaran e inculcaran en sus hijas el deseo por el conocimiento; también, del acceso al saber de las personas con talento y sin recursos. De hecho, la Universidad de Salamanca fue famosa por los excelentes Colegios Mayores dedicados a estos últimos.
Quizá el caso más conocido de mujer erudita sea el de Beatriz Galindo (La Latina), preceptora de la propia reina. Pero el suyo y el de Luisa de Medrano no serían los únicos, aunque olvidados por una historiografía escrita en el siglo XIX por un pensamiento liberal del que somos herederos, empeñada en resaltar unos aspectos y “olvidar” o minimizar otros, en su afán por transmitir a los cuatro vientos una visión de la historia acorde con sus intereses.
De la sabiduría de Luisa de Medrano dejó constancia el siciliano afincado en Castilla Lucio Marineo Sículo:
“La fama de su elocuencia me hizo conocer su gran saber de estudio antes de haberla visto nunca
(…)” “Después de verla, me resulta aún más sabia (…)” “(…) joven cultísima (…)” “(…) me ha causado gran admiración su saber y honrada oratoria (…)
Desde 2.015, el Salón de Claustros del Edificio de las Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca, es honrado con el nombre de nuestra rescatada humanista que por primera vez en el mundo sentó Cátedra.
Y nunca mejor dicho.
Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz
mlastramuniz@hotmail.com
P/D: Desde 2.015 el gobierno regional de CLM instituyó el Premio Internacional a la Igualdad de Género María Luisa de Medrano.
En 2.018 el premio recayó sobre Miguel Lorente, exdelegado del gobierno para la violencia de género.
Creo que para honrar a la memoria de la homenajeada, – una mujer erudita, humanista, que rompió moldes- el premio debería recaer sobre personalidades muy reconocidas del mundo del pensamiento, del arte o la ciencia con una fuerza simbólica semejante.
Personalmente empiezo a estar harto de que políticos de cualquier partido –en este caso del PSOE gobernante en CLM – rindan honores a personas afines –Miguel Lorente – por el trascendental hecho de haber sido un gris burócrata en el gobierno de Zapatero en el Ministerio de Leire Pajín.
¿Alguien mínimamente inteligente puede pensar que un premio que lleva el nombre de la primera mujer que impartió clases en una Universidad europea, y nada menos que en la salmantina de comienzos del siglo XVI, puede otorgarse al primer colega que nos caiga bien?
Si las próximas ediciones van a seguir protagonizadas por la mediocridad e intrascendencia de los premiados, es preferible que el premio cambie de nombre.
Estupendo artículo. Qué mujer Isabel de Castilla.
Celebro que hagas una revisión histórica de los temas actuales controvertidos.
España no fue ni en el Medievo ni en el Renacimiento, tampoco en el Barroco, ese oscuro país que quiso transmitir la injuriosa propaganda de Guilllermo de Orange y después la masónica Historiografía liberal.
España fue digna sucesora de Roma, excepcional ejemplo de control de los abusos feudales (Fueros) y fundadora de la Teoría de los Derechos de Gentes o humanos.
Que nadie se engañe. Que Luisa Medrano pusiera una pica en Salamanca en tiempos de los católicos reyes, por su inteligencia y por la relación de su padre con la reina Isabel, no nos puede hacer olvidar que otra mujer, Concepción Arenal ( 1820-1893), cuatro siglos después, hubo de disfrazarse de hombre y cortarse el pelo para poder asistir a las clases de Derecho en la Universidad Central de Madrid. Que nadie se engañe, porque puede dar la impresión ,leyendo el artículo, que la mujer tuvo franco el acceso a la universidad desde tiempo inmemorial.
Me extraña que el resto de Europa tuviera una realidad distinta.
Luisa de Medrano, una brillante aunque desconocida mujer de nuestra región…..
Como Sofía Kovalevskaya, Esther Lederberg, Rosalind Franklin, Ida Tacke, Lise Meitner, Chien-Shiung Wu, Henrietta Leavitt y muchas otras. Siempre detrás…Por eso hay que seguir trabajando.
Os recomiendo leer las biografías científicas de estas mujeres en la Red, es apasionante. La otra, la personal, ya sabéis, siempre a un lado para no hacer sombra a los señoros.