Llantos, lágrimas y tristeza inundaban en la tarde de ayer las calles del centro de Manzanares, teñidas de negro por la muerte de Doña Sardina. Afortunadamente, todo era fingido porque se trata de una de las fiestas más conocidas del Carnaval en la que participaron decenas de manzanareños y manzanareñas que se metieron en el papel del cortejo fúnebre y desfilaron detrás del ataúd.
El ‘Entierro de la Sardina’ anuncia la llegada del final del Carnaval con un desfile carnavalesco que parodió las últimas horas de Doña Sardina antes de su quema frente a la Carpa de la Caseta Municipal La Pérgola, momento que puso final la tarde y durante el cual se repartieron gratuitamente 2.000 pastas en forma de sardina entre los condolientes.
La comitiva salió de la Plaza del Gran Teatro y recorrió las calles Virgen de la Paz, Jesús del Perdón y Cárcel hasta La Pérgola; en ella pudimos ver a viudas de riguroso luto, entristecidas monjas, ángeles, pescadores y hasta a una sardina-sirena, amiga de la difunta.
Entre todos los participantes, la concejala de Festejos Esther Nieto-Márquez, entregó tres premios a los mejores disfraces del desfile; fueron obsequiados con 50 euros el grupo de pescadores y su sirena, un pequeño enterrador, y hasta al político más de moda, Puigdemont, a quien un “legionario” y el resto de asistentes le recibieron al grito de “yo soy español…”
Tras el ‘Entierro de la Sardina’, los actos organizados por la concejalía de Festejos del Ayuntamiento concluyen este fin de semana con la chocolatada para mayores a las cuatro y media de la tarde de este jueves en la carpa, con baile amenizado por la Orquesta Torreblanca y diez premios para los mejores disfraces. El viernes se entregarán los premios del concurso de máscaras infantiles antes de comenzar la Fiesta Infantil, y el sábado, organizado por la Hermandad de las Ánimas Benditas, se celebrará el ‘Día de la Piñata’ a las 17:30 horas con el Baile de Ánimas, Zurra y Subastas, y la actuación del Trío Encrucijada.