Marta Retamosa Ferreiro, miembro de ADICIPEC.- La Asamblea General de las Naciones Unidas, en 2015,decidió proclamar el 11 de febrero de cada año Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Desde entonces, una serie de actividades asaltan las agendas culturales de las ciudades con el fin de destacar la presencia del género femenino en la Ciencia.
Sin embargo, esta celebración “reciente” no debe olvidar que las mujeres han hecho Ciencia desde mucho antes de la instauración de la festividad. Son científicas anónimas, o sólo conocidas por sus colegas de profesión, que han aportado mucho a sus ámbitos de investigación. Es el caso de Virginia Apgar y de Gabriela Morreale de Castro.
La decisión de hablar de ellas dos responde a la pura casualidad de ver sus nombres en publicaciones de una conocida red social, solicitando el reconocimiento que no tuvieron en vida. Por cierto, os adelanto que, por desgracia, ambas no se encuentran entre nosotros. Os sonará esta reflexión, pero es curioso cómo las personas son más valoradas o destacadas una vez han fallecido. Yo lo denomino a este hecho “jugarretas de la vida”. Pues bien, voy a intentar destacar aspectos de estas dos figuras que os comentaba, pero sin caer en relatos biográficos al uso. Espero que os sirva para conocer a ambas científicas y que podáis marcaros un tanto al hablar de ellas y sus logros.
Pues bien, Virginia Apgar, anestesióloga, pediatra y profesora en Columbia, dedicó su vida a estudiar los efectos de la anestesia en mujeres embarazadas y las razones de las muertes prematuras de los bebés. Es mundialmente conocida por un test que lleva su nombre, el Test de Apgar, y que actualmente sigue aplicándose en los protocolos de partos en todo el mundo. Con esta evaluación aplicada al bebé nada más nacer, Virginia pretendía detectar posibles deformaciones y enfermedades en los neonatos. Destaca su visión sobre cómo cambiar el mundo: continuar trabajando.
En el caso de Gabriela Morreale, se considera una de las fundadoras de la endocrinología moderna en España. Ha dedicado décadas al estudio del papel del yodo y las hormonas tiroideas en el desarrollo del cerebro fetal e infantil. Su principal aportación se remonta a los años 70, en los que, junto con su marido, el médico Francisco Escobar del Rey inició la medida rutinaria de TSH y hormonas tiroideas en sangre del talón del recién nacido. Contribuyó además a definir los requerimientos nutricionales de yodo de las embarazadas.
Ambas mujeres comparten que sus aportaciones están vinculadas al nacimiento de personas, porque más allá de los roles de género, son eso, personas, investigadoras, científicas, luchadoras y pioneras.
Fuentes:
- com: https://mujeresconciencia.com/2016/03/02/el-angel-de-los-neonatos-virginia-apgar-1909-1974/
- org: https://neuropediatra.org/2014/05/07/el-test-de-apgar-tiene-nombre-de-mujer/
- es: CIENCIA Y SOCIEDAD. En memoria de Gabriela Morreale, fundadora de la endocrinología moderna
- Público.es: http://www.publico.es/ciencias/adios-gran-cientifica-gabriela-morreale.html
Marta Retamosa Ferreiro pertenece a la Asociación de Divulgación Científica y Pensamiento Crítico de Ciudad Real (ADICIPEC)
Solo un 7% de las niñas se ven como científicas en el futuro.
Sin embargo, qué haríamos sin el cristal antirreflectante, sin limpiaparabrisas, sin pañales desechables, sin el material ‘kevlar’, etc., etc. Todo ellos inventados por mujeres.
Es obvio que las mujeres han contribuido a la Ciencia desde sus inicios, aunque no hayan sido reconocidas por ello.
Y es que la Ciencia también es cosa de mujeres….
Leo esto en la Cadena Ser hoy:
«Desde 2009 los presupuestos para I+D se han reducido en un 36 por ciento. Los recortes, que empezaron ya con el Gobierno de Zapatero, se han ido ahondando en los últimos años y, en la llamada recuperación, no se ven inversiones de tendencia. España ha sido el país occidental que más ha recortado en ciencia durante los años de la crisis. Y los efectos ya son evidentes: el número de patentes producidas se ha reducido en un 60%, se han perdido casi 90.000 empleos y 37mil jóvenes investigadores han tenido que salir del país. Y los que se quedan trabajan en condiciones precarias y con recursos cada vez más limitados que a menudo no les permiten ir más allá de la ordinaria administración».
A lo que se suma esto en El Mundo:
«Desde que en 1901 empezaron a entregarse estos galardones, 844 Nobel han sido para hombres y 49 para mujeres (la mayoría ganó el de Literatura o el de la Paz y sólo 17 de ellas se hicieron con el de Física, Química o Fisiología y Medicina).Unos datos que no reflejan lo que ocurre en los laboratorios y universidades de todo el mundo, donde los logros científicos y la presencia de las mujeres es cada vez mayor -el 39% del personal investigador en España es femenino y la media europea ronda el 33%, según el informe Científicas en Cifras 2015, elaborado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad-. Su presencia, sin embargo, aún es escasa liderando grupos de investigación o dirigiendo instituciones científicas y universidades. Su sueldo también sigue siendo más bajo -de media, las científicas europeas cobraban en 2010 un 17,9% menos que sus colegas hombres, según el último informe She figures 2015, de la Comisión Europea».
De nuevo, a la mujer se la relega a trabajar en la oscuridad para que la Ciencia sea un campo de nabos donde solo los «señoros» pueden pavonearse de sus logros científicos.
La realidad en la administración, donde se entra por oposición, es que la mujer está copando casi todos los puestos, y desde ahí deben luchar para acabar con esta sociedad machirula y que se las trate con el respeto que merecen.
Me llama la atención que ninguno de los Trolls fachas de MCR pasen por aquí. Mujeres y Ciencia, le debe dar asquito. En fin. Así son los «señoros».
Pues para que se jodan, tal día como hoy nació Darwin, si ese que les jodió el capítulo I de su libro llamado La Biblia.
En fin, que sigan echando estiércol sobre la venganza en lugar de la Justifica y dejen en paz a las mujeres y la Ciencia. Total, más a gusto así. Y nadie les hace ni puto caso.