Hay un grupo extremeño que se presenta con la frase ¡Es tiempo de utopías! y se reúne bajo el nombre de Politocracia, una palabra que no existe. Son a día de hoy Francisco José Blanco Segador, “ilustrador y criticón político”; Agustín Lozano de la Cruz, librero, “autor de novelas y azote del pensamiento único”; Javier Figueiredo Capuz, filólogo, “heterodoxo, semiapátrida y carrillero de la banda izquierda”; y Alberto Tabares González, camarógrafo, “casi ná. De médula roja y cámara en mano”.
Hace dos años, dos de sus componentes, Francisco Blanco y Agustín Lozano, editan, mediante procedimiento de micromecenazgo y prólogo de Isaac Rosa Camacho, un librito titulado Todo es falso salvo alguna cosa. Iconografía de un país (Badajoz, 2015). En él se utiliza el diseño, escribe Rosa, “como arma arrojadiza, como adoquín con que romper los espejismos del pasado y como revisión irónica del presente ruinoso”.
La frase que da título al libro, “Todo es falso salvo alguna una cosa”, es una de las “agudezas” de M. Rajoy, convertida ya en clásica. Ni corto, ni perezoso, la suelta en febrero de 2013, al lado de Angela Merkel, unos días después de que El País publicara los conocidos como “papeles de Bárcenas”, sus primeras palabras sobre el caso que todavía no tenía fecha de juicio.
Entre las imágenes del libro recuerdo sólo dos: Corrupción y PP. La primera está acompañada de frases pronunciadas en algún momento por personajes presuntamente relacionados con la corrupción. Algunas de ellas son: “Amiguito te quiero un huevo”, “La indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido”, “Me toco los huevos, para eso me hice diputado”, “Soy el duque emPALMAdo”, “Todo es falso salvo alguna cosa” o “Yo estoy en la política para forrarme”.
La significativa imagen del PP está acompañada, cito textualmente, por los siguientes textos: Partido Peligroso, Partido Pestilente, Partido Putrefacto, Partido Purulento, Partido Pecaminoso, Partido Plasma, Partido Pillastre, Partido Populista, Partido Pop.
Hace unos días M. Rajoy afirma que él no sabe nada de operaciones policiales. Tampoco de las tramas de corrupción en Valencia, ni de la catarata corrupta en la Comunidad de Madrid. Por supuesto, ni mucho menos, de Bárcenas… Tampoco sabía nada en 2009, cuando declaraba con contundencia que la Gürtel “no es una trama del PP, como algunos pretenden, esto es una trama contra el Partido Popular, que es una cosa muy distinta”. TVE presenta entonces la noticia con el siguiente titular: “Los lideres del PP arropan al presidente del Partido”. Todos juntitos sin saber nada.
Pero eso era en 2009 y de “de la trama contra el PP de M. Rajoy” hemos pasado en 2018 a el PP “se financió con dinero negro” de Ricardo Costa Climent. Además, declara en el juicio que advirtió de las ilegalidades a la dirección nacional a través de Bárcenas, así como admite que mítines de M. Rajoy fueron pagados en parte con dinero negro por decisión de Camps. También ha mostrado su “arrepentimiento” y ha pedido “perdón a los ciudadanos” por los hechos.
El hecho cierto es que los casos de corrupción se multiplican y las soluciones no llegan. Los Grandes Medios de Persuasión y Propaganda ocultan o tergiversan lo que pueden, que para eso sirven a sus dueños y no a los ciudadanos, pero las instituciones internacionales nos sacan los colores con frecuencia. El último informe publicado por Transparencia Internacional sobre el Índice de Percepción de la Corrupción, tras constatar el incremento de la percepción y de la corrupción, llega a proponer para España doce medidas urgentes para prevenirla y combatirla.
1) Promover la despolitización de los órganos constitucionales y disminuir el excesivo y desequilibrado poder de los partidos políticos en relación con la sociedad.
2) Reducir drásticamente el número de aforados (ningún país en Europa tiene tantos como España), y limitar el aforamiento a las actividades y actuaciones relacionadas con el correspondiente cargo público.
3) Prohibir legalmente los indultos por corrupción. Es importante que los eventuales corruptos sean conscientes que no tendrán ninguna posibilidad en ese sentido.
4) Disminuir sensiblemente el clientelismo político, con la consiguiente reducción de la enorme cantidad de cargos de libre designación existentes.
5) Mejorar las medidas sancionadoras, con la inclusión de la figura del delito por enriquecimiento ilícito, así como el desarrollo de un régimen específico de infracciones y sanciones en la Ley de Transparencia.
6) Tramitar el Reglamento de la Ley de Transparencia, pendiente tres años después de su publicación.
7) Aprobar una Ley de protección a los denunciantes, para que los ciudadanos se sientan protegidos cuando conozcan hechos y quieran formular denuncias por fraude o corrupción.
8) Regular la actuación de los Lobbies y propiciar su transparencia social.
9) Incrementar la transparencia de las formaciones políticas, como recomienda GRECO (Grupo de países del Consejo de Europa contra la Corrupción).
10) Cumplir, por parte de las instituciones públicas, la normativa legal sobre publicidad de sus contratos.
11) Eliminar el discrecional y escasamente transparente sistema de libre designación de los Secretarios, Interventores y Tesoreros de Administración Local.
12) Prevenir la corrupción a través de la educación de los ciudadanos, con medidas en los distintos niveles educativos para fomentar principios éticos y valores como transparencia, integridad y prevención de la corrupción.
Pero, por desgracia, no se toman medidas en serio y contundentes. Se podría acabar la bicoca y eso sería fatal para los amantes de alteraciones de precios, blanqueos de capitales, cohechos, comisiones del tres por ciento u otros porcentajes superiores, delitos contra la Hacienda pública y la Seguridad Social, enriquecimientos ilícitos, exacciones ilegales, fraudes, paraísos fiscales, privatizaciones, puertas giratorias, rescates, socialización de pérdidas, tráfico de influencias… Cosillas sin importancia, lo verdaderamente importante para los patriotas, ya se sabe, es la guerra de banderas.
Isidro Sánchez
Desde el revés de la inopia
Pensaba que el autor, hasta leer sus conclusiones, le estaba haciendo la campaña a Ciudadanos.
Pero, no no puede ser. La POLITO-CRACIA es precisamente (partitocracia) lo que más corrompe.
Primero porque al anteponer los intereses del partido a los de la Nación, el interés general queda como gacela entre los leones hambrientos del Mercado y del Estado (que se confunde con el Partido). Segundo, porque el enfrentamiento o Demogresca política permanente hace que el político profesional, porque no sabe hacer otra cosa, tenga que guarrear mucho para sujetarse a la poltrona.
Si al PP le han pillado trincando (a otros los financian las dictaduras) pues a responder de ello por lo judicial y por lo electoral.
El sistema es lo suficientemente sólido y legítimo para ocuparse de ello. No necesitamos a los ideólogos apegados a la teta pública con ambición de poder absoluto.
Y es que, a algunos les quitas la bandera, y se quedan en pelotas…….
Y votan castigando, porque el símbolo manifiesta vinculación a una comunidad política e histórica que proporciona al individuo parte esencial de su identidad personal.
No hay más que ver lo que pasó después de la URSS.
Una medida realmente eficaz sería nacionalizar las empresas que se pueda demostrar que han recurrido a sobornos y a la corrupción para prosperar.
Grande Isidro.
Me uno: GRANDE!!! Como siempre, un placer leerte.
Insultar llamando corruptos a los que hemos puesto la bandera en los balcones es lo menos que podíamos esperar del articulista. Su partido está con los nacionalistas, los más corruptos entre los corruptos. Apoya a la oligarquía nacionalista catalana, esa burguesía que expolia a España y escucha misa diaria. Su bandera es la roja con la hoz y el martillo. Un tipo salao que recientemente ha dedicado cuatro entregas a ensalzar la vida de un propagandista del Comunismo: cien millones de muertos.
Que M. Rajoy conocía mejor que nadie la financiación ilegal de su Partido Putrefacto y que se ha beneficiado más que ninguno de los sobre-sueldos que se han repartido entre la banda, es algo que no dudo ni un segundo. Un registrador que obtiene unas cantidades obscenas de dinero en el ejercicio de su función, no deja la bicoca para dedicarse a la política, función peor remunerada, si no es porque percibe complementos muy sustanciosos para complementar lo que percibe según pressupuestos. El poder es muy goloso, sí, pero no lo suficiente como para abandonar su suculento Registro allí en Santa POla.
Como siempre, Isidro, dando una lección de buena prosa. Los chicos y chicas que quieran dedicarse al periodismo, deberían acercarse a esta columna semanal. Expresión limpia, sin retruécanos ni circunloquios. Parece fácil, pero hay que ser un maestro de la escritura y tener las ideas claras. Felicidades.
Más bien la ideas fijas.
Aquí hasta la derecha sociológica crítica al PP.
Un historiador sólido no puede tener las ideas fijas, sino un interés profesional por el rigor en el análisis de los hechos.
Y este artículo no es un análisis, aunque vaya de ello, sino un artículo de opinión.
Ir contra los símbolos merece un análisis no una opinión.
Los símbolos forman tan parte de la realidad, y merece eso un análisis, como la corrupción.
Relacionar una cosa con otra es un gran ejercicio de DEMAGOGIA Y UNA ENORME FALACIA.
ES querer hacer imputar corrupción a todo aquel que se siente parte de una comunidad política e histórica, que eso sí, si no existe en la izquierda donde no hay símbolos. Hay religión ideológica y una experiencia histórica desastrosa y criminal en su versión extremista.
La crítica que hace del PP es real. Ha sido un partido trufado de corrupción. Y su líder máximo estuvo muy cerca de los acusados. Y el castigo en las urnas debería de haber sido mayor pero las circunstancias los salvaron.
Lo divertido viene al final cuando trata el tema catalán como un problema de banderas. Algo menos de la mitad de una región rica (20% PIB) quiere separarse y separar con ello a sus conciudadanos del Estado como sea, incluso saltándose la ley,y para él eso es apenas una guerra de banderas. Algo para despistar.
Este tipo se cuenta que fue historiador. Realmente es un reaccionario capaz de acercarse al nacionalismo si con ello se está más cerca de la destrucción del Estado.
¿Cómo no va a perder votos Podemos?