Desde el PSOE provincial de Ciudad Real, su vicesecretaria General y diputada regional, Blanca Fernández, ha pedido a la Comisión provincial de Sanidad del Partido Popular “prudencia”, al recordar que no sería la primera Comisión sanitaria provincial del PP en la región condenada por injurias y calumnias, como hace bien poco le pasó a la Comisión sanitaria provincial del PP en Cuenca, y prudencia, recalca Fernández, “porque mentir no hace ningún bien a los ciudadanos, en este caso de Puertollano”.
Insiste la dirigente socialista, en que esta práctica de contratar especialistas sanitarios de nacionalidad extranjera, supone que mientras homologan y no su título, estén contratados como refuerzo, con lo que “no se les convierte en especialistas, ni se les hace pasar por el quirófano, sino que pasan consulta como refuerzo, para evitar que los ciudadanos tengan que esperar tanto para poder ver a su ginecólogo o a cualquier otro médico, y siempre con los especialistas homologados localizables”.
Y ello, asegura la parlamentaria socialista, a pesar de tratarse de personal sanitario “completamente formado y preparado”, por lo que considera injusto que el Ministerio de Sanidad, del que dependen las competencias, “no acelere los trámites de homologación de estos profesionales”.
Por ello, el mensaje que el PSOE provincial de Ciudad Real quiere trasladar a los usuarios del Hospital de Puertollano, es “de total tranquilidad” ya que como afirma Fernández, “la asistencia sanitaria está siendo de calidad”.
Recuerda, la dirigente del PSOE, que se trata de un tipo de contratación que se realiza en todas las Comunidades Autónomas, de una práctica absolutamente legal y a la que, como ha quedado demostrado, recurría ya Cospedal en su época de Gobierno en Castilla-La Mancha.
De esta manera, resulta para Fernández “muy irresponsable” que los dirigentes del PP ciudadrealeño continúen “alarmando y haciendo electoralismo con lo que más preocupa a los ciudadanos” y demuestra, según la misma, “el tipo de personas que componen el partido, pues el PSOE conocía esta práctica cuando estaba en la oposición, y sabiendo de su legalidad, no se le ocurrió nunca denunciarla”.
