Este sábado 27 de enero a las 21:30 horas el Teatro de la Sensación acogerá la representación de “Extremófilos” una obra transexual interpretada por Carmen Latorre y Manuel Brun.
Transexual es pues la persona que encuentra una seria y profunda disconformidad entre su sexo psicológico y los demás caracteres sexuales. El transexual sabe que su cuerpo pertenece a un género y su cerebro a otro. No está loco ni es un farsante, es plenamente consciente de su dicotomía. El transexualismo es una realidad, no producto de su imaginación.
La obra atraviesa la identidad, el sexo, las relaciones en bucle, los roles tóxicos y una lista de peculiaridades humanas que guardan relación con los distintos tipos de extremófilos que existen.
Los extremófilos son microorganismos que viven en condiciones extremas, al igual que los personajes de esta obra.
EXTREMÓFILOS, aborda el tema de la transexualidad a través de la relación entre dos personas, una que busca, como fin primordial en la vida, el amor, el afecto y la comprensión, y otra que vive la vida a través del placer en cada momento. A lo que se añade que, en medio de esta relación, una de esas personas, lucha por conseguir su propio sexo sentido a través de una operación de asignación de sexo.
En el texto los personajes son El y Ella, aunque Ella nació como Él. Se trata de una pareja no convencional.
Son dos hombres; con la dificultad añadida de que uno (Ella, en el texto)en medio de esa relación, busca esa felicidad anhelada, luchando por conseguir su propio sexo sentido, a través de una operación de cambio de sexo y poder, así, subirse con éxito al tren de la vida. Si las relaciones de pareja ya son de por sí complicadas, en una situación como esta aún lo son más, y problemas como el de la dependencia de otro ser y la esperanza de un cambio de actitud en su pareja, que se sabe que no va a suceder, nos conducen por el sendero de la vida de estos dos seres de actitudes vitales tan distintas. Esto lleva al autor a comparar esas actitudes a los organismos extremófilos acostumbrados a vivir en situaciones extremas. Una obra dramática compuesta por cuadros, situados en lugares y circunstancias distintas, siempre es un reto.
La obra atraviesa la identidad, el sexo, las relaciones en bucle, los roles tóxicos y una lista de peculiaridades humanas que guardan relación con los distintos tipos de extremófilos que existen.
Con este texto de Luis Fernando de Julián, premiado con el XVIII Premio Internacional de Teatro de Autor Domingo Pérez Minik, se aborda la dura experiencia de quien no se siente identificado o identificada con el sexo asignado al nacer. El desarrollo de cada escena, aporta un haz de luz ante el gran desconocimiento que existe, por parte de la sociedad, sobre la vida y las características de las personas transexuales, etiquetadas, generalmente, en estereotipos negativos, actitudes frívolas y rodeadas de prejuicios basados en la absoluta ignorancia de la verdadera cuestión de fondo: La lucha por la identidad.
Una obra dramática compuesta por escenas, situadas en lugares y circunstancias distintas, siempre es un reto. Reto que afrontan Carmen Latorre y Manuel Brun.También la música y las canciones de Antonio Felipe G., compuestas especialmente para este montaje teatral, ayudan a armar el espectáculo, llenando eficazmente las transiciones a que obliga el texto.
Un texto de plena actualidad, que he optado por montar de manera minimalista para intentar conseguir el ritmo adecuado. Ojalá consigamos con ello hacerles reflexionar: sería nuestro premio.
FICHA ARTÍSTICA
Intérpretes:
Carmen Latorre,
Manuel Brun
Música: Antonio Felipe G
Dirección: Manuel Canseco
Duración: 1 Hora Y 15 Minutos