El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha recordado hoy que, si Carles Puigdemont fuera nombrado presidente de la Generalitat catalana, tendría que jurar “acatar la Constitución y el ordenamiento jurídico, así como hacerlo cumplir, para que sea eficaz el cargo”, al igual que hacen el resto de presidentes autonómicos. Pero Puigdemont, ha asegurado, “no está en condiciones de acatar ni el ordenamiento jurídico ni el propio Estatuto de Autonomía”, toda vez que se halla fugado “precisamente por incumplir el ordenamiento jurídico, no por otra cosa”.
Así lo ha manifestado este domingo en la capital guadalajareña, donde ha insistido en que aquí “no dudamos” de que Castilla-La Mancha es una región que forma parte de España, y que va a ayudar al conjunto de las instituciones del Estado a poner “pie en pared” a un desafío “absolutamente egoísta” como representa el independentismo catalán.
Por otro lado, ha pedido nuevamente al Gobierno central que el conflicto catalán no siga sirviendo de “excusa permanente” para retrasar la financiación autonómica, y ha cuantificado en “más de mil millones de euros” lo que el Estado le puede llegar a adeudar a Castilla-La Mancha en concepto de dependencia y de infrafinanciación autonómica “por el retraso de Rajoy en la financiación autonómica”.
Este hecho, ha lamentado, “nos aprieta las tuercas en la sanidad, la educación, la dependencia, las prestaciones sociales y las inversiones públicas” a las Comunidades Autónomas. Por ello, se ha mostrado contrario a admitir que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, “chantajee a instituciones que formamos parte del Estado como las autonomías”, porque ello supone además una “amenaza” al bienestar de esta región.
Castilla-La Mancha sigue creciendo empresarialmente
En otro orden de cosas, el presidente castellano-manchego se ha felicitado por los buenos datos empresariales que está experimentando la región, cifras “impensables” hace solo unos años, “y que tienen que ver con nuestro propio movimiento”. Así, ha señalado que nadie hubiese imaginado hace un tiempo que Castilla-La Mancha “iba a poder ser hoy una de las regiones que más crezca en natalidad empresarial”, al tiempo que ha recordado que aquí se están creando empresas a un ritmo del 15% en los últimos tiempos.
Por otro lado, se ha congratulado de que Castilla-La Mancha sea “la segunda región de toda España que mejores logros ha conseguido en la reducción del paro y la creación de empleo”, lo que le supone un “enorme orgullo” que justifica “todos los desvelos”.
Un éxito que ha achacado a la confianza empresarial, el clima atractivo político y social, la voluntad de llegar a acuerdos y negociar, y la “certidumbre que estamos inspirando”, y que ha permitido la llegada de grandes empresas “y las que aún están por venir” en los próximos meses, así como un destacado crecimiento de autónomos y pymes en la región.