Manuel Espinosa, Pilar Ramos, Antonio Cervantes. Amigos y compañeros de CCOO.- Ciudad Real, 8 de enero de 2018. La fría noche del sábado Reyes nos dejó Luciano Lomas Valentín, que luchó hasta su último aliento de vida, pero que desgraciadamente en esta negociación no salió victorioso, deja un gran vacío, no solo en su familia sino también en la familia de las Comisiones Obreras.
Fue un compañero, un amigo, Luciano un hombre sencillo, de gran espíritu crítico, con una capacidad de trabajo inagotable y un agudo sentido del humor que retrata a los grandes. Un hombre de fuertes convicciones en la defensa de los trabajadores, a la que dedicó la mayor parte de su vida.
Siempre creyó que la mejor manera de que los más débiles pudieran crecer era que estuvieran organizados, y fiel a su convicción se afilió a Comisiones Obreras en 1977, militando en el brazo de la construcción puesto que ese era su oficio, hasta que pasó a trabajar en el ayuntamiento de su pueblo, Socuéllamos, en el que fue alma de aquella Comisión Obrera en la rama del Sindicato de Administración Pública siendo Presidente del Comité de empresa y miembro de este durante prácticamente toda su vida activa. Negoció, el primer Convenio Colectivo de su Ayuntamiento destacando ya en sus grandes dotes negociadoras.
Estuvo en la constitución del entonces Sindicato Provincial de Administración Pública de Ciudad Real (ahora FSC), el año 1987. Nunca desde entonces se desvinculó de las tareas y del trabajo de esta Federación.
Fue Secretario de Acción Sindical de 1995 a 2003, llegando a ser Secretario General desde 2003 a 2007, continuando en su Ejecutiva con diversos cometidos hasta el año 2011. Entre otras responsabilidades, fue miembro de la comisión ejecutiva provincial de CCOO de Ciudad Real y miembro de la Comisión Ejecutiva de la FSC-CLM, así como miembro del Consejo de la Unión Provincial de Ciudad Real.
Pero lejos de situar los cargos, Luciano era un hombre de acción y de negociación. Recorrió todos los Ayuntamientos de la provincia de Ciudad Real para extender la Negociación Colectiva a todos los trabajadores de la Administración Local. No se dejó un solo pueblo sin recorrer, una mancomunidad sin visitar, un solo centro sin patear para ampliar los derechos de los trabajadores de esta provincia, y a veces de otras. La solidaridad no conocía límites para Luciano.
Más que el cariño y el trabajo compartido de l@s compañer@s de CCOO, bien puede describirlo este poema de Pablo Neruda:
A mis obligaciones
Cumpliendo con mi oficio
piedra con piedra, pluma a pluma,
pasa el invierno y deja
sitios abandonados,
habitaciones muertas:
yo trabajo y trabajo,
debo substituir
tantos olvidos,
llenar de pan las tinieblas,
fundar otra vez la esperanza.
No es para mí sino el polvo,
la lluvia cruel de la estación,
no me reservo nada
sino todo el espacio
y allí trabajar, trabajar,
manifestar la primavera.
A todos tengo que dar algo
cada semana y cada día,
un regalo de color azul,
un pétalo frío del bosque,
y ya de mañana estoy vivo
mientras los otros se sumergen
en la pereza, en el amor,
yo estoy limpiando mi campana,
mi corazón, mis herramientas.
Tengo rocío para todos