El Ayuntamiento de Brazatortas ha estrenado el ejercicio 2018 con un Presupuesto que asciende a los 737.381,90 euros, cifra que se ajusta a los criterios de austeridad, control del gasto público, «búsqueda de la eficiencia y eficacia en la gestión municipal, que viene caracterizando la legislatura que encabeza el alcalde Pablo Toledano», según señala el consistorio en una nota.
«A la hora de confeccionar estas cuentas, el equipo de Gobierno aboga nuevamente por la prudencia en las previsiones, dado que se abren simbólicamente unas partidas que a lo largo del año se han de completar con las aportaciones de otras administraciones y entidades, de manera» que, como apunta el regidor, “nuestras cuentas se cerrarán con entre 200.000 o 250.000 euros más”.
Al primer edil alude así a diferentes capítulos de inversiones y convenios que se van consignando a lo largo del ejercicio, como los 140.000 euros previstos desde el Grupo de Desarrollo Rural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, planes de obras de Diputación y otras actuaciones que el Consistorio torteño ejecutará también conforme a fórmulas reglamentarias de modificaciones de créditos.
En capítulo de gastos, la gestión para el presente año vuelve a incidir en la contención de gastos, particularmente en materia de bienes, servicios y transferencias corrientes, consignándose para ello crédito por valor de 328.982,20 euros. Una cifra que, apunta Pablo Toledano, “consideramos suficientes para atender las obligaciones exigibles a esta Corporación”.
En cuanto a los ingresos, las transferencias corrientes y los impuestos directos son, con 294.636,47 euros y 233.600 euros respectivamente, las vías de ingresos más destacadas en el Presupuesto torteño para este nuevo ejercicio y que fue aprobado en la sesión plenaria ordinaria celebrada el pasado 29 de diciembre.
«Los torteños pagan todavía menos IBI y canon de depuración de aguas»
La vía impositiva es, por cierto y un año más, netamente beneficiosa para los bolsillos de los vecinos de Brazatortas dado que, con la entrada en vigor de estas cuentas, lo hacen también las nuevas ordenanzas fiscales que ya habían sido aprobadas en una sesión previa del Pleno de la Corporación municipal.
En este sentido, Toledano Dorado recalca que la rebaja generaliza “sigue las directrices de responsabilidad fiscal y de gasto sostenible que venimos aplicando durante años en nuestra gestión y que se ha traducido en una nueva bajada en dos de los principales impuestos”.
Así, apunta el alcalde, vuelve a recortarse una vez más el porcentaje con que deben contribuir los vecinos al Impuesto de Bienes Urbanos (IBI), “que bajamos en su día del 5,4% al 5,2% y luego al 5%”. En 2018 se reduce en otra décima, de manera que porcentualmente quedará en un 4,9.
Por eso, como recalca el regidor, “somos uno de los municipios de la comarca y de la provincia que tiene el IBI de urbana de los más bajos y somos conscientes de que el tope máximo es el 4 por ciento, que es el que marca el Ministerio de Hacienda”. De manera que el alcalde apunta que es intención del Consistorio seguir recortando y, “seguramente, nos aproximaremos en años sucesivos a ese tope mínimo”.
En cuanto al impuesto en su naturaleza de rústico, se mantiene en un tipo del 0,45%, uno de los más bajos en toda la provincia. Ello responde a la apuesta del equipo de Gobierno torteño con el sector agrario, que “en estos años de sequía está sufriendo una crisis económica específica y consideramos muy razonable no agravar más su situación”, apunta el primer edil.
«También notarán los vecinos la bajada decretada para el canon de depuración de aguas, tanto en la parte fija para la vivienda que tiene un consumo ligado al agua potable, como en aquellas otras que no lo tienen porque no suele ser residencia habitual. En este sentido, la disminución es de en torno a un 20 por ciento del canon fijo», dice.
«Congelaciones sin repercutirse si quiera IPC»
Y en lo que respecta a otros, en especial el Impuesto de Vehículos de Transmisión Mecánica (IVTM) y al resto de gravámenes municipales, “se congelan sin tan siquiera aplicarse la subida del IPC”, refiere Pablo Toledano.
El alcalde torteño pone de manifiesto que estas medidas que siguen rebajando la presión fiscal en este municipio “son posibles gracias a la política económica que venimos trayendo, de recorte de gastos sin que ello haya supuesto merma alguna de inversión”.
Y, añade el edil, “sobre todo porque hemos creído que en los municipios del medio rural, la gente que tiene una casa la tiene para vivir, no para especular; son primeras viviendas y la medida supone un incentivo para que la gente pueda seguir viviendo en su pueblo, donde tiene su residencia”.
El incremento del Índice de Precios al Consumo, en torno al 1,5%, sí se repercutirá el próximo año únicamente en aquellos servicios que no dependen del Ayuntamiento, es decir a obligaciones contractuales que se vinculan con la prestación de determinados servicios, como es el caso del agua o el de cenas del comedor social.