En determinados juegos no cabe el empate, no cabe por tanto la igualdad en el resultado final.
Sólo se entiende su desarrollo y conclusión, con la victoria de uno de los contendientes.
Como en las guerras de bloques o de dos contendientes.
Rara vez se produce, por ello, una rendición sin sometimiento del rendido.
Que es otra forma de eludir la igualdad, aunque esa rendición no encubra la victoria cierta.
En otros juegos más civilizados, puede concluir el tiempo o el periodo de juego con unas tablas.
Que es, justamente, el equivalente de la igualdad de los contendientes.
Y a eso llamamos empate.
Y por ello, la ausencia de vencedores.
Aunque haya reglas tozudas que, habiéndose producido el empate de los enfrentados, pretendan verificar un tiempo añadido.
Un tiempo añadido que eso es la prorroga, para dirimir en el tiempo extraordinario de la prolongación la naturaleza del vencedor.
Si se agota la prórroga y persiste el empate, se utilizan otros medios de disuasión.
En el límite, y agotados todos los extras y recursos disponibles, se recurre a la elementalidad de la moneda al aire.
Que remite al sorteo inicial.
Es decir, cuando no hay final, se vuelve al principio.
O se finge hacerlo.
Justamente lo ocurrido en las elecciones catalanas del 21 de diciembre.
Un empate virtual.
Otros dicen: ningún ganador y todos perdedores.
Pero ocurre que las victorias, de haberlas, son reclamadas por muchos padres.
Y las derrotas vienen huérfanas al mundo.
Si se ha producido el empate declarado, habrá que registrar y producirse la prórroga.
Aunque pocos sepan en qué consiste tal disposición de una prórroga electoral.
Aunque ya hayamos vivido Gobiernos interinos que juegan esa prórroga, por la incapacidad de formar gobierno.
Una prórroga electoral que no es, pese a todo, una porra para apostar por posibles ganadores de la prórroga.
Pero ¿de qué prórroga hablamos cuando hablamos de prórroga?
¿Interinidad hasta la investidura? ¿Temporalidad hasta unas nuevas elecciones? ¿Prórroga doble del artículo 155?
Incluso Puigdemont destituido, jugaba su propia prórroga al definirse como el President legitim de la Generalitat, como forma superior de prórroga sorda.
José Rivero
Divagario
Cuenta Hibai Arbide desde Grecia que, los trenes griegos han sido privatizados por orden de la Troika. Desde que los han comprado los italianos tardan lo mismo, van igual de mal que siempre, son igual de viejos. Pero Atenas-Salónica cuesta el doble.
Podemos hacer paralelismos? Aunque sean asuntos diferentes?
La Política catalana la ha comprado Rajoy con argumentos troikos y las
155 porras de Arrimadas-Rivera.
Ahora Cataluña irá igual de mal, de tarde y de vieja en cuanto a política, pero a todos nos está costando el doble.
Las dos derechas rancias, la indepe y la española nos van a seguir manteniendo en crisis y pobres. Qué pena.
Estas elecciones han dejado una paradoja tan cómica como chusca
-dependiendo del cristal con que se mire-. El PP y la CUP, sin posibilidad de crear grupos parlamentarios propios, por falta de diputados suficientes, se ven obligados a convivir en un grupo mixto. Tiene zumba que dos enemigos irreconciliables, si quieren llevar propuestas al parlament , hayan de ponerse de acuerdo . Se imagina alguien al estirado de Albiol consensuando con la antisistema Gabriel. Tiene zumba la cosa.
Ni en sus peores pesadillas , un PP como un PSOE, partidos tan beneficiados por la normativa electoral, se hubieran imaginado un escenario similar. Pero, en fin, Albiol, dé gracias que no se ha presentado en CLM. Aquí, la ley electoral bipartidista, solo hubiera dado entrada a los tres partidos con más votos, en vez de los 7 que tienen representación en Cataluña.
Estaba claro que el frágil equilibrio entre el Estado y los nacionalismos periféricos podía saltar por los aires en cuanto explotara la burbuja inmobiliaria y financiera.
Sin la crisis surgida a partir de 2008, el ‘Golpe de Estado’ del nacionalismo catalán hubiera sido inimaginable. Por eso, el nacionalismo se rebela contra España en el momento de mayor debilidad de España.
Pero el problema no es Cataluña, sino la propia España. Barcelona es el reflejo de un gran incendio cuya hoguera está radicada en Madrid.
Por tanto, no se podrá curar a Cataluña sin antes sanar a España.
Hay que darle una salida de futuro, un proyecto de futuro integrador.
Ya se han jugado los dos tiempos del partido, el descuento y ahora, solo quedan la prórroga y los penaltis.
Aunque, vistas las actitudes del Sr. Rajoy Brey y de la Sra. Arrimadas García, mucho me temo que el resultado de la prórroga peligra y, tal vez, haya que volver a la casilla de salida…..
El problema catalán no tiene solución…bueno siempre queda que uno venza, porque incluso hoy van ganando. Tres cero contra el Madrid.
Por ahora van venciendo, pero hay cosas claras. Esas miles de empresas que se han ido no volverán porque nadie invierte en un Ulster o en un Crimea.
Y un nuevo gobierno nazionalista con un líder huido y otro en la cárcel tampoco será operativo, porque por muchas elecciones que hayan ganado han delinquido gravemente. Nadie por encima de la ley.
Las sociedad catalana se desangra. Barcelona y Tarragona por un lado, Gerona y Lérida por otro. El catalán del litoral y la industria quiere futuro y el de interior pasado.
La decadencia demográfica de la etnia en un impulso e instinto de supervivencia frente a la única presión amenazante (la islámica que inunda el interior) aspira a mantener el estatus que había con Pujol, también procesado. El de someter económica, cultural y políticamente al resto de España.
Pues no son ya la reina de la fiesta.
El nacionalismo debe hundirse en los próximos años de prórroga en el lodazal de su supremacismo y decadente protagonismo demográfico.
En su Ulster leridano o gerundense, que se las entiendan con los nous catalans, toda esa caterva de inmigración descontrolada que trajeron de Marruecos. Ellos no son ni tan pacíficos ni civilizados ni trabajadores como los andaluces y extremeños que emigraron en las pasadas décadas, que como decía el racista de Pujol (h.d.p.) no merecían el calificativo de personas consistentes, más bien el de bestias.
Porque esta es la mierda que guía a ese NaZionalismo que fascina a la necia y ciega izquierda española.
De diálogo ni hablar, Cataluña es España y la otra Cataluña, la de interior, Marruecos.
El problema catalán no sólo es un problema para España, lo es también para Europa. Esos burócratas de la UE que decían que el asunto catalán era un tema interno de España, ven como el invento europeo se les va al carajo. El tumor se llama nacionalismo, su foco está en Cataluña, pero toda Europa está infectada y la metástasis es inevitable.
España, una vez más, banco de pruebas para los procesos destructivos que terminarán desolando esta vieja y torpe Europa.
España y Europa tiene problemas mucho más graves que los nacionalismos y que el catalán concretamente. Por eso pasan de ello. Aquí la cuestión es que tanto el nacionalismo catalán, como el neo-nacionalismo español, se necesitan para ganar o afianzar posiciones electorales. Pero en Europa, como es lógico, están mucho más preocupados por las crisis migratorias, por el terrorismo internacional, por la deslocalización de empresas hacia el pujante oriente, por quedarnos atrás en la 4ª revolución tecnológica, por el envejecimiento de la población, etc. Algo que tambien nos debería preocupar más a nosotros.
Esta crisis catalana, y su uso partidista, nos va a hacer mucho daño, pero por sí misma, si no por que estamos dejando de lado lo de verdad importante.
Pero a ciertos partidos como CS, y a los independentistas, les interesa que solo se hable de este tema. No hay nada mejor que envolverse en la bandera para ganar votos. Y si son tres banderas como hacían algunos, tanto mejor.
Muy bueno. Ahí le has dado. Estamos rodeados de inútiles, demagogos y descerebrados que, por un puñado de votos solo hablan de Cataluña. Ese es el quid de la cuestión: los que imponen la victoria como sea sobre el servicio al ciudadano.
Mientras tanto, Europa, se está yendo al carajo porque no se hacen cosas como asumir que los inmigrantes son mano de obra joven para este continente que envejece a marchas forzadas. Esos hijos de puta fascistas (es que hay que llamarles así) solo ven terrorismo y miedo en seres humanos que lo único que quieren es vivir en paz, que tienen formación, que tienen experiencia y que NO quieren que a sus hijos los mate una bomba de Isis o de los «aliados».
Pero, bajando al terreno español, tenemos otro problema similar. A este Gobierno necio y perro le ha venido de maravilla esto de Catalunya para tapar la Gürtel, en la que según la Justicia española está implicado hasta el tuétano el propio PP y un tal M. Rajoy que nadie sabe quién es, pero ponía el cazo el primero.
La reforma laboral, el hundimiento de las pensiones para salvar las autpoistas y la banca, el trasvase de casos de la sanidad púbica a la privada para pagar más por los mismos tratamientos, la bajada de pantalones ante las farmacéuticas, los impuestos que puso Cospedal y que Page ha dejado…de nada de eso se habla. Solo de lo de Catalunya.
Por favor!!! No seamos tontos. El resultado lo sabíamos todos, y hemos vuelto a pagar otras elecciones. Ahora toca que los partidos que quieren hacer política se unan y dejen de lado a los que sustituyen el diálogo político por la porra y el piolín.
Es la hora de hablar, de ceder y de buscar una alternativa que sea como el pegamento. La hay. Solo que impone cesiones, y los que han ganado no saben de eso porque detrás tienen al oscurísimo Aznar.
La luz sube en diciembre un pírrico 4,6%
El gas subirá en enero un mísero 6%
Las pensiones tendrán UNA SUBIDAZA DE TODO UN 0,25%.
Pero el problema es Catalunya.
Las grandes empresas ganan más, el PIB sube y los ricos se hacen más ricos, los salarios bajan, 9 de cada 10 contratos son temporales y 1 de cada 4 duran menos de una semana.
La precariedad es la mayor lacra de España y es también el modelo laboral de PP y Ciudadanos.
Pero el problema más gordo desde 1978 es Catalunya.
Como dice el odiado por el PSOE, Pérez Tapias, no avanzar en la articulación de España es hacer de la Constitución del 78 pieza dogmática de un “régimen” que se cierra sobre sí en detrimento de un Estado que ha de reconstruirse, con efectiva voluntad de reconocimiento e inclusión, al servicio de los pueblos de España y de sus ciudadanas y ciudadanos.
Sigue el profesor diciendo que es de esperar que la proliferación de banderas no ofusque ni la mirada crítica ni el sentir solidario, pues el andar a banderazos es atávico ritual que vale para alimentar emociones, pero no para compartir las buenas razones que reclama nuestra mejor pasión política.
No les quepa duda que ‘culpables’ somos ustedes y yo, que ahora exigimos sentido común a una sociedad civil catalana a la que dejamos indefensa en manos de manipuladores, sinvergüenzas y delincuentes.
En manos de la alta burguesía catalana acompañada de los empresarios calladitos y cómplices, de la demagogia facilona y oportunista de los ‘Rufiancitos’ de turno, del fanatismo más analfabeto e intransigente y de la dejación que el Estado español ha hecho de sus obligaciones.
Tod@s somos culpables. Por estúpidos, por indiferentes y por cobardes……
Pues es así.
Hay una parte de la sociedad catalana que está sencillamente enferma.
Pero las cosas allí y aquí ya no van a ser igual. Visión de mi familia catalana que está aquí para desconectar en lo posible, aunque es difícil porque en nuestra familia existe preocupación por ellos…y por todos. Aunque ellos se llevan la peor parte. Tres Cataluñas, la de los otros, la de ellos y la de los nous catalans con empuje demográfico y totalmente hermético.
Porque el NaZionalismo catalán tiene mucho de miedo demográfico y etnicismo.