Eva Garrido, secretaria de Política Educativa de la Federación de Enseñanza de CCOO-CLM.- Desde CCOO nos manifestamos enérgicamente a favor de la nueva materia “Educación para la igualdad, la tolerancia y la diversidad”, y solicitamos a la Consejería de Educación que se haga extensiva a todos los centros educativos en el menor espacio de tiempo posible.
Analizando los distintos términos que componen el nombre de la asignatura: igualdad, tolerancia y diversidad; no podríamos posicionarnos de otro modo. Según la RAE, la igualdad es el principio que reconoce la equiparación de los ciudadanos y ciudadanas en derechos y obligaciones; la tolerancia aparece definida como el “respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarios a los propios”; y la diversidad hace referencia a la variedad.
Nos hallamos inmersos en una realidad donde la diversidad está patente. Convivimos entre individuos de distintas ideologías, creencias, sentimientos. Se palpan en el día a día actos violentos hacia la diferencia de pensamiento, formas de ver y vivir la vida. En definitiva, hacia esa variedad que conforma la sociedad española. Entonces, ¿por qué no promover desde las instituciones educativas la tolerancia, el respeto y por supuesto la igualdad? ¿Y por qué dejarlo relegado al ámbito familiar cuando las carencias de valores afectan al conjunto de la sociedad?
Nosotros, definitivamente creemos que no, no solo no ha de quedar relegado a ese ámbito. La administración educativa también está para ofrecer una educación compensatoria a esas carencias que se detectan. En la legislación educativa actual se afirma que la educación contribuirá al desarrollo integral del individuo. Esto implica el desarrollo cognitivo, afectivo y social.
La escuela no solo debe actuar como transmisora de conocimientos. Debe participar activamente en la construcción de ciudadanos. Es en la escuela donde el alumnado ha de aprender a pensar, a convivir, a reflexionar sobre la realidad social. La escuela debe ejercer como transmisora de valores que faciliten la convivencia entre los seres humanos: respeto, diálogo, responsabilidad, autonomía, libertad, equidad… Ha de ser una pieza clave hacia su formación democrática. ¿Y qué mejor modo de hacerlo que partiendo del entorno más inmediato como pretende hacerse con esta asignatura?
En esta semana se celebraba el 39 aniversario de la Constitución Española. Esta, en su artículo 14, afirma que los españoles somos iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo o circunstancia personal o social. Si además de en la Constitución, también se habla de igualdad en la LOE, en el Estatuto de Autonomía de CLM, en la propia Ley de Educación de nuestra CCAA, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos; no entendemos cuál es el motivo por el que no se puede hablar de igualdad en una asignatura al alumnado. ¿Es que acaso no se les debe formar en esa igualdad? ¿Es eso lo que los detractores de esta asignatura realmente están diciendo? ¿Que no se les eduque en el respeto y la tolerancia a sus hijos, que ya lo harán ellos basándose en otros principios de dudoso cuestionamiento democrático?
¿Es que acaso no somos conscientes de lo que está teniendo lugar en nuestro país? ¿Qué hay de la violencia de género? Más de 800 mujeres asesinadas en una década. Remuneración salarial por debajo de los hombres, acoso, discriminación sexista…
¿Qué hay de la violencia que se ejerce contra el colectivo LGTB que está en continuo ascenso? ¿Qué hay del acoso escolar, del ciberacoso? ¿Qué hay de esos modelos que se están haciendo valedores entre los más jóvenes, modelos que fomentan la cultura machista y en los que la popularidad es la meta a conseguir sin importar lo que hagas, ni cómo lo hagas?
Y aquí es donde cobra relevancia la nueva materia.
Además, desde CCOO creemos fundamental plantarle cara a la educación individualizada que es lo que prima en la sociedad actual. El individualismo trae consigo el no preocuparse por sus congéneres. Lo único verdaderamente importante es el “YO”. Se ve como una amenaza a todos aquellos que pueden poner en peligro la satisfacción propia. ¿Qué conlleva esto? Una sociedad poco concienciada y preocupada por el bien común. La sociedad se ve condenada a la deriva.
Para construir una sociedad con futuro debemos retomar los valores sociales y esto pasa necesariamente por educar en la igualdad, la tolerancia y el respeto, por tratar de construir una sociedad en la que tengamos cabida todos y cada uno de nosotros.
Podríamos tratar cada uno de los puntos que engrosan el contenido curricular de esta área y no nos cansaríamos de dar argumentos en positivo. Así que es evidente que si nos preguntasen si CCOO quiere esta asignatura dentro del currículo, diríamos Sí. Un sí rotundo. Sí, queremos impartirlo. Sí, queremos que nuestro alumnado lo curse. Sí, porque queremos una educación basada en la tolerancia y el respeto.
Más adoctrinamiento como si no fuese suficiente el que se hace a los niños de País Vasco y Cataluña.
No, Ética o Religión a elegir libremente por los padres como dice el artículo 27 de la Constitución.
Esa es la formación académica en moral que se debe impartir, y la que cada niño reciba esencialmente en su familia.
La escuela forma, y la familia educa.
No al adoctrinamiento de los niños.
Es necesario formar formadores en ‘educación en valores’. Es una urgente necesidad para el alumnado con el objetivo de que éstos adopten los ‘valores’ como un hábito de vida.
No es una tarea fácil. Pero debe empezar en el hogar….
Podría explicar esta mujer lo que estas tres palabras quieren decir? Parecen loros.