ES INVIERNO, PERO… HACE CALOR…
5.00
De repente, una máquina reloj digital suena ininterrumpidamente: ”bip-bip-bip-bip”
A continuación una voz digitalizada y asexuada da los buenos días en varios idiomas: – Buenos días, goedemorgen, goodmorning, gutenmorgen, buongiorno, bonjour, godmorgen –, entre otras voces, con fondo musical de “Die MenschMaschine” del grupo alemán Kraftwerk, allá por los años 60 del SXX…
El HOMBRE se despierta, se levanta sobresaltado, como empujado por un muelle, se limpia torpemente los ojos quitándose las legañas pegadas y se rasca la cabeza mientras desconecta el despertador. Caen granos de caspa sobre su cama. Recuerda en ese momento la última escena del sueño que ha tenido esa noche:
“UNA PESADILLA EN LA QUE UNA TERRIBLE EXPLOSIÓN NUCLEAR ACABABA CON LA VIDA DEL PLANETA TIERRA”
Sonriendo y con cierta alegría se da cuenta de que sólo ha sido eso, una pesadilla, una extraña y horrible pesadilla pero que, afortunadamente, él está vivo para saborear y deleitarse con las alegrías que le traerá un nuevo día que intenta levantar su andadura minuto a minuto. Un día en el que – como todos los demás – se aseará y vestirá, irá – de mala gana – pero irá al trabajo, parará un rato para comer, seguirá trabajando, terminará, tendrá un rato de relax y acabará yendo a su casa a descansar para estar de nuevo preparado para el día siguiente…
Una vida, como veremos – totalmente “excitante y llena de sorpresas” – Una vida en la que la rutina diaria es como un mantra continuo en la vida del HOMBRE. Una vida en la que el HOMBRE es dominado por la MÁQUINA del trabajo sin que pueda escapar a esa terrible pesadilla. Una vida gris, sin apenas consuelo ni esperanza, una vida sin opciones, una vida cuadriculada y robotizada al máximo. Una vida casi, sin sentimientos. Una vida en la que hasta el placer está programado según el Orden Establecido y del que no puede escapar…
Luis Mario Sobrino Simal
La verdad es que la rutina es un mal un tanto endémico en nuestra sociedad. ¿Por qué hay que caminar por donde van todos?
Recordemos que para llegar a un punto no siempre está la línea recta; existen otras que nos llevarán por senderos completamente ajenos a los establecidos.
Lo que ocurre es que nos educaron para conseguir una estabilidad en nuestras vidas, en todos los sentidos, y la mayoría somos cómodos….