Sobrepeso y financiación

Coral Calero, catedrática de Lenguajes y Sistemas Informáticos.- Tengo un amigo que ha estado toda la vida pendiente de su sobrepeso. Ha probado todo tipo de dietas, saltando de una a otra para ver si alguna, por fin, le funcionaba. Y pasó. opinionDespués de un tiempo sin verlo me lo encontré por la calle, de la mano de su marido: irradiaba felicidad y llevaba la cabeza más levantada que nunca (y eso que es un hombreque siempre la ha llevado bien alta porque vale un potosí). Había perdido el peso que quería y, por fin, parecía haber alcanzado la felicidad completa. Sabiendo del empeño que había puesto durante tanto tiempo no perdí la ocasión de hacerle ver el gran cambio que notaba en él (aunque he de decir que a mi ya me parecía muy hermoso antes) y, por supuesto, le pregunté cómo lo había logrado. Me contó que había ido a una cadena muy conocida especializada en ayudar a perder peso. Pero, “¿qué tiene esa cadena de diferente respecto a otras que has probado?”, quise saber. Ante la indecisión en su respuesta, el marido me contestó de manera directa y clara: la auditoría. “¿Cómo dices?”, pregunté. Y entonces mi amigo me explicó que cada cierto tiempo el especialista que le visitaba le ponía el plan que debía seguir durante un determinado periodo para ir rebajando peso y, pasado ese tiempo, comprobaban si, efectivamente, el reto se había cumplido. Si así sucedía se llevaba una doble recompensa: por un lado la satisfacción de perder peso y, fundamentalmente, ganar en salud -que era su objetivo principal- y, por otro, que el especialista relajaba ciertas restricciones alimentarias hasta el siguiente control. Este simple truco de trabajar en función de unos objetivos que se controlaban periódicamente y que conllevaban nuevas recompensas había llevado a mi amigo, finalmente,a alcanzar su propósito. Así de sencillo. Preguntéporla sensación de sentirse sometido a semejante control, y me dijo que, al principio, por no estar acostumbrado, sentía cierta presión por ver cómo una persona ajena le observaba y le podía, incluso, tirar de las orejas; con el paso del tiempo, sin embargo, cuando vio que el éxito de aquellos controles únicamente dependía de si mismo, se relajó y transformó aquella vigilancia inicial en incentivo eficaz.

Cuando me despedí de ellos, seguí mi camino pensando en todo aquello y me di cuenta de que todos estamos sometidos a numerosos controles que únicamente tememos cuando no estamos del todo tranquilos con lo que hemos hecho. A mi, como investigadora de un proyecto financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, me han sometido a un control al año y medio de su ejecución, pues el Ministerio quiere con toda razón comprobar que, efectivamente, aquel dinero público que me confió se está invirtiendo en lo que propusimos en nuestra solicitud y no en otra cosa. El Estado nunca me dijo en qué debía investigar: yo debía diseñarmi propuesta dentro de las líneas generales establecidas como estratégicas para el avance de la investigación nacional. Personalmente me parece bien que el Ministerio haga ese control: es dinero de todos que debe de ser utilizado de manera adecuada para el objetivo pretendido. Por eso, todos los investigadores delequipohemos estado trabajando en lo que nos comprometimos y hemos invertido el dinero asignado en ese compromiso: estamos muy tranquilos y seguros de que no tendremos problemas cuando “nos llamen a control”.

Creo que esto mismo es aplicable a la Universidad de Castilla-La Mancha y su financiación. Es fundamental que nuestra Universidad regional cuente con un contrato programa (líneas maestras estratégicas que señalen objetivos a corto, medio y largo plazo) que marque aquellas acciones prioritarias para el progreso tanto de la institución como de la propia región. Tener una estrategia definida es la mejor manera de asegurar el éxito. Como la salud de mi amigo. Saber dónde vamos y tener objetivos claros ayuda a toda la comunidad a saber cuál es el camino. Que controlen cómo estos objetivos se van cumpliendo es tan sólo un trámite cuando las cosas se hacen bien.

Y si de algo estoy segura es de que en la Universidad de Castilla-La Mancha, nuestra Universidad, sabemos hacer las cosas bien.

 

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2 COMENTARIOS

  1. No hay que temer a ningún tipo de control si se hace un uso diligente del dinero público.
    Y es que el secreto de una ‘dieta’ saludable siempre está en nuestras ‘manos’….

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