El Hotel Guadiana de Ciudad Real acogerá, del 12 al 19 de noviembre, la XXVI edición del Campeonato de España Individual de ajedrez para ciegos o con discapacidad visual grave. Este torneo, organizado por la Federación Española de Deportes para Ciegos, es la competición deportiva para ciegos más veterana de nuestro país, ya que su primera edición se remonta a 1960.
Los primeros campeonatos se celebraban cada 4 años; posteriormente (1978) se celebró cada dos años, hasta que a partir de este año 2017 el torneo alcanzará una periodicidad anual.
A esta gran cita del ajedrez para ciegos español acudirán 57 jugadores , clasificados en su ámbito autonómico o en torneos anteriores, y que representarán a 15 comunidades autónomas. El selecto grupo de ajedrecistas estará encabezado por el tarraconense Manuel Palacios, número 1 del ranking, con 2202 puntos de ELO internacional, y 3 veces Campeón de España.
El actual campeón, Albert Olivera (Tarragona), y excampeones como Gavril Draghici (Tarragona), Roberto Clemente (Castilla-León) o David Zanoletty (Madrid), junto al tinerfeño Agustín Fernández, tratarán de romper el pronóstico.
El ajedrez, uno de los deportes más integradores
El ajedrez es un deporte de larga tradición entre las personas con discapacidad visual, por su facilidad para ser practicado de forma integrada en las competiciones con personas videntes.
Para la práctica del ajedrez, los ciegos necesitan sólo algunas adaptaciones en el material de juego. Por ejemplo, el tablero tiene los cuadros negros ligeramente más altos que los blancos para hacerlos diferentes al tacto. Además, las piezas negras llevan, en su parte superior, una protuberancia que las distingue de las blancas.
Cada casilla del tablero tiene un orificio en el centro, en el que se insertan las piezas a través de un pequeño vástago que éstas tienen en su parte inferior. Mediante este sistema, las manos del jugador pueden tocar todas las piezas sin derribarlas.
Las partidas entre ajedrecistas ciegos se juegan en dos tableros. Cada uno de los jugadores mueve las piezas en su tablero de modo que, al tocarlas, no moleste ni sea molestado por su contrario. Los relojes de ajedrez disponen de un mecanismo de voz con auriculares para acceder al tiempo de juego.