El Gobierno de Castilla-La Mancha ha adjudicado, a través del SESCAM y por un importe de 484.121 euros, el contrato para la adquisición de seis nuevos arcos quirúrgicos que se instalarán en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, dos equipos; en el Complejo Hospitalario de Toledo, dos equipos; en el Hospital General Universitario de Ciudad Real, y en el Hospital Universitario de Guadalajara.
Tal y como se recoge en la resolución de la adjudicación, el importe del contrato incluye tanto la instalación de los equipos como el mantenimiento de los mismos. Una vez firmado el contrato de adjudicación, la empresa dispone del plazo de un mes para proceder al montaje de cada uno de estos arcos quirúrgicos en los centros hospitalarios correspondientes.
La adquisición de estos nuevos arcos quirúrgicos se enmarca dentro del Plan de Renovación de Alta Tecnología Sanitaria diseñado por el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Sanidad, para proveer de una mayor vida útil y añadir nuevas funcionalidades o actualizar las disponibles en los equipos instalados en los centros sanitarios dependientes del SESCAM.
Durante la pasada legislatura se produjo un lamentable parón inversor y las inversiones anuales efectuadas fueron muy inferiores a la tasa de renovación sostenible en materia de equipamiento tecnológico.
En el caso de los arcos quirúrgicos y según el análisis realizado por el SESCAM de su parque tecnológico, aproximadamente un 60 por ciento de estos equipos tienen una obsolescencia superior a los diez años, que es la vida útil de este tipo de equipos según diferentes organismos internacionales de referencia.
La actualización tecnológica es otro de los objetivos a conseguir con esta inversión, ya que el avance que se ha producido en este tipo de equipos en los últimos años es considerable, entre ellos la aparición del intensificador de imagen, además de las mejoras en la calidad de la imagen, nuevas herramientas de postprocesado y el aumento de los campos de visión, entre otros.
Asimismo, este nuevo equipamiento contribuye a la reducción de las dosis de radiación que reciben los pacientes ya que los nuevos sistemas que incorporan permiten realizar procesos con unas dosis mucho más bajas que los equipos actuales mejorando la protección radiológica del paciente.