Eusebio Gª del Castillo Jerez.- La sala de exposiciones de la Escuela de Arte Pedro Almodóvar acoge desde ayer por la tarde “Una breve historia del noveno arte”, una muestra de Paco Arenas y Carlos Sáez conformada por trece paneles en los que se recoge la trayectoria del cómic desde finales del siglo XIX y vitrinas con ejemplares y artículos relacionados con el género de distintas épocas.
El objetivo de este trabajo no es otro que acercar el mundo del cómic a los adolescentes porque, “aunque pueda parecer lo contrario, más allá del manga, lo desconocen”. Como profesores de lengua y literatura, Arenas y Saéz han concebido esta exposición como una actividad para dar a conocer el cómic, la ficción y animar a los estudiantes a practicar la lectura.
Opinan que, salvo la industria japonesa, impulsada por el anime, que llegó tras “la travesía en el desierto” de los años noventa y el vacío dejado por los cómics de superhéroes, “que no terminaron de cuadrar aquí”, la juventud desconoce el considerado noveno arte. Y no todo el manga, porque “son más de Naruto que de clásicos como Lobo Solitario”. Además, “con los cosplay y este tipo de cosas se está produciendo un japonización muy curiosa de la juventud; una asunción de frikismo muy nipona, por otra parte”.
Carlos Sáez comenta que, por ejemplo, en la extensión, puede verse la evolución del cómic: pasando de historias que se limitaban a una sola plancha a novelas como From Hell “que debe andar sobre las seiscientas páginas”. Por otro parte, añade, se ha ganado tanto en complejidad de guiones como en recursos gráficos utilizados. Señalando algunas vitrinas de la muestra destaca obras expuestas como La Gran Guerra, de Joe Sacco, un mural desplegable de más de siete metros sobre La Batalla Somme, una de las más sangrientas contiendas de la Primera Guerra Mundial, “publicación muy distinta a las habituales tiras de Mafalda o Snoopy”. El cómic, subraya nació como una manifestación popular que ha acabado consolidándose como un arte “en mayúsculas”.
Paco Arenas hace hincapié en el “gran salto” que se produjo a partir de los ochenta y noventa, pasando de un producto de consumo que se vendía en periódicos y dirigido a un público juvenil a un arte “selecto, un tanto minoritario –salvo en Japón, que es otro mundo-“.
La maduración del género, apunta Saéz, ha regalado títulos como Barbarella, Watchmen o V de Vendetta, “auténticas maravillas”.
Dos de los trece paneles que componen la exposición están dedicados al cómic español, con autores como Ibáñez, Max o Paco Roca. Saéz destaca la extraña evolución en nuestro país, donde se pasó de un género “absolutamente infantil y tontorrón”, que ejemplifica con TBO, hasta llegar al cómic de temática underground de los ochenta. En esta época, recalca, se produjo el “despegue”, con publicaciones como Totem, Cimoc, 1984 o El Víbora. Sin embargo, resulta “curioso” que tras ese boom la cosa se “paralizara” en la década siguiente. No obstante, “en apenas treinta años, con diez de parón, se han conseguido obras magistrales”, como las de Miguelantxo Prado y clásicos como Torpedo o Paracuellos. “En definitiva, obras que oscilan entre la poesía y las historias más crudas que te puedes imaginar”, remacha. En contraste, desdeñan el cómic «politizado» de postguerra de Roberto Alcázar y Pedrín o El guerrero del antifaz, “pese a que para algunos sea la quintaesencia”. Aunque Saéz destaca que, pese a que “no tuviera gran calidad”, sí que consiguió «construir una industria» de la que partió todo lo que se conseguido desde la década de los setenta.
Arenas apunta que el motor del cómic español, salvo excepciones, ha sido catalán, y prueba de ello fue la editorial Bruguera.
Por último, una mención a Ibáñez, icono español del género, “un autor infantil asimilado por el público adulto, que continúa en la brecha con 81 años y es capaz de introducir a personajes como Pablo Iglesias o Luis Bárcenas en los cómics”.
Curiosa y atractiva muestra.
Los ‘cómics’ son increíbles por cómo nos transmiten hechos históricos y también las críticas de la sociedad, así como la desigualdad, la violencia, nuestros problemas internos, etc.
Y es que en el ‘cómic’ se implementan el arte gráfico y el arte literario….