El trabajo titulado ‘Análisis de factores perinatales y su posible relación con el desarrollo de alergia a las proteínas de leche de vaca’, presentado por el servicio de Pediatría del Hospital Universitario de Guadalajara, se ha hecho con el primer premio a la Mejor Comunicación Oral presentada durante la XXI Reunión Anual de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha, celebrada en Ciudad Real y durante la cual se presentaron alrededor de 40 comunicaciones orales y pósters.
El trabajo, tutorizado por el pediatra Gonzalo Galicia, ha sido realizado por Isabel Miras Aguilar, Laura Montes Martín, Cristina Llorente Ruiz y Francisco José Martín como médicos residentes principales, y ha contado con la colaboración del especialista en Medicina Interna Miguel Torralba para la metodología de análisis estadísticos. Desde el servicio de Pediatría han mostrado su satisfacción por la consecución de un premio “que nos dice que el nuestro ha sido un trabajo bien hecho” y que estimula el afán investigador de profesionales y residentes.
Para la realización de este estudio se tomó una muestra de 77 pacientes nacidos entre los años 2012 y 2014 y diagnosticados de alergia a la proteína de leche de vaca, con el fin de analizar si ciertos factores perinatales, como el tipo de parto o la exposición a leche de fórmula en las primeras horas de vida del bebé podía relacionarse con un desarrollo posterior a alergia.
La conclusión principal, ha expuesto Miras, es que parece existir más probabilidad a desarrollar una alergia en aquellos niños en los que existió una exposición precoz y puntual a leche de fórmula en las primeras horas de vida, el denominado “biberón fantasma, con jeringa, cuando el niño parecía quedarse con hambre” para luego realizar durante meses lactancia materna exclusiva antes de volver a tomar contacto con las fórmulas infantiles, elaboradas con proteína de la leche de vaca.
La aparición de alergia resulta más frecuente, ha indicado el doctor Galicia, en aquellos niños que tras esa toma puntual de leche de fórmula recibieron más meses de lactancia materna exclusiva, dado que estuvieron sometidos a una exposición mínima de antígeno durante un mayor periodo de tiempo. “Cuando luego se les vuelve a dar biberón, esa nueva exposición parece estimular la memoria inmunológica, favoreciendo la aparición de la alergia”.
El estudio abordaría ahora una nueva fase con la creación de un ‘grupo control’ que permita confirmar si los factores perinatales estudiados se relacionan o no con el desarrollo de la alergia y así poder incidir en los mismos para tratar de prevenirla. En este sentido, se estudiaría evitar esa primera toma de leche de fórmula y la posibilidad de ofrecer, en caso necesario, esa ayuda inicial mediante leche hidrolizada, “cuya proteína va en partes tan pequeñas que nuestro sistema inmune no es capaz de identificarlo y no genera esa memoria”, ha explicado Galicia.
La elección del tema estaba motivada por el hecho de que la alergia a la leche de vaca es cada vez más prevalente, “y queríamos valorar qué factores podían estar influyendo en su aparición desde los primeros días de vida del niño”, ha asegurado.
El objetivo final es evitar su aparición y que los especialistas puedan identificar precozmente los síntomas de una patología que ocasionalmente tarda en identificase y suele conllevar un gran gasto sanitario, además de la merma en la salud y bienestar del niño.