Castilla-La Mancha finaliza el año vitícola habiendo abonado un total de 33,8 millones de euros a 3.500 viticultores de la región para la reestructuración de un total de 7.539 hectáreas de viñedo.
Así lo ha confirmado el titular regional de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, en Bérgamo (Italia) momentos antes de comenzar la Conferencia G7GI sobre indicaciones geográficas que ha reunido en la ciudad italiana a representantes de asociaciones de figuras de calidad agroalimentaria del máximo nivel, caso de la Asociación de Regiones Europeas Vitícolas (AREV), cuya presidencia ostenta el jefe del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page.
El consejero castellano-manchego de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, ha mostrado su satisfacción por los niveles alcanzados durante el presente año vitícola en materia de reestructuración de viñedo, cuya inversión supera finalmente en medio millón de euros la cuantía inicialmente asignada a la región. Una política de impulso al sector vitícola del Gobierno de Castilla-La Mancha que se traduce en una industria cada vez “más moderna y competitiva” y que, a la postre, se traduce en una producción vinícola cuya facturación supera los 1.000 millones de euros.
Martínez Arroyo ha detallado que esta misma semana se han realizado pagos por valor de 9,7 millones de euros a 850 viticultores, lo que supone la reestructuración de 2.500 hectáreas de viñedo; todo ello enmarcado en el contexto del final de la actual campaña de vendimia, cuya producción ronda los 20 millones de hectolitros y que, tal y como ha remarcado el titular regional de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, “se está vendiendo a precios muy buenos y rentables”.
5.000 hectáreas más de cara a la próxima campaña
Asimismo, Francisco Martínez Arroyo ha adelantado los datos relativos a la próxima campaña de reestructuración del viñedo en Castilla-La Mancha que, dotada con una asignación de fondos de 28 millones de euros, permitirá reestructurar 5.000 hectáreas adicionales, lo que beneficiará directamente a más de 1.820 viticultores de la región.
Se trata de una convocatoria en la que se excluye la variedad airén que será sustituida por otras más demandadas por los consumidores y los propios mercados, mejorando así la calidad y rentabilidad del cultivo.
En este sentido, el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural se ha mostrado convencido de que “son los consumidores los que nos tienen que orientar” a la hora de seguir apostando por las diferentes variedades que conforman nuestro viñedo, con la finalidad de amoldar el cultivo a los gustos y preferencias de estos y hacerlos más rentables y competitivos.
Asimismo, Martínez Arroyo ha asegurado que “la última campaña ha sido una auténtica revolución” ya que se han priorizado los proyectos presentados por jóvenes, mujeres, y explotaciones de titularidad compartida, muy en la línea marcada en materia de agricultura por el Ejecutivo de Castilla-La Mancha.