Un proyecto de coordinación desarrollado entre el servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Guadalajara y Atención Primaria permite atender cada año más de 600 pacientes en su propio centro de salud para el diagnóstico y tratamiento de patologías musculoesqueléticas.
El proyecto ‘Concepción, implantación, ejecución y desarrollo de un proyecto de coordinación entre Reumatología y Atención Primaria en el Área de Salud de Guadalajara’ nació hace 11 años, por iniciativa del servicio de Reumatología, con el fin de llevar la atención especializada al entorno más cercano del paciente y así evitar desplazamientos al Hospital a personas que en muchos casos presentan dificultades de movilidad.
Se creó un grupo de trabajo formado por profesionales de Atención Primaria y Hospitalaria, además de un protocolo de actuación y programas de formación dirigidos a médicos de familia.
La actividad se desarrolla en el Centro de Salud Cervantes y para ello el jefe de Reumatología del Hospital, el doctor Jesús Tornero, se desplaza a una consulta habilitada en dicho centro para atender a pacientes con patología musculoesquelética que no necesitan seguimiento hospitalario, siendo susceptibles de control por este dispositivo hasta un 60 por ciento de las enfermedades del aparato locomotor (tendinopatías, osteoporosis, procesos degenerativos o patología de espalda, entre otras).
De este modo, ha subrayado el doctor Tornero, se resuelve el 80 por ciento de las consultas en el propio centro y se reduce la derivación no sólo al servicio de Reumatología sino también a otros servicios como Traumatología o Rehabilitación.
A la hora de evaluar la utilidad del recurso, valoran sus buenos resultados ya que “esta interconsulta mejora el control del paciente crónico de Atención Primaria y la coordinación entre niveles asistenciales, además de acortar tiempos de espera y acercar la consulta a pacientes con enfermedades del aparato locomotor”.
Por su parte, la doctora María Luisa Díez, coordinadora del Centro de Salud Cervantes, ha destacado que “mediante un simple esfuerzo de reorganizar recursos” se creó un dispositivo con el que los pacientes muestran un alto grado de satisfacción y que “no pretende sólo reducir las listas de espera para consulta en el Hospital, sino sobre todo mejorar la calidad asistencial” y la relación entre paciente, reumatólogo y médico de familia.
Finalmente, el doctor Tornero ha puesto de relieve el papel formativo que cumple esta iniciativa, pues “sirve de formación médica recíproca de Primaria a Hospitalaria” y ha favorecido la elaboración de comunicaciones, proyectos de investigación y análisis que se han llevado a distintos congresos especializados.
De cara al futuro, abogan por “facilitar aún más esta colaboración aprovechando las posibilidades que ofrece el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación”, como el correo electrónico o las consultas virtuales.
En 2014, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad reconoció esta iniciativa, junto a otras veinte prácticas clínicas musculoesqueléticas, como Buena Práctica en una convocatoria a la que concurrieron 250 trabajos de toda España.