Multimedia.- El hallazgo de conchas fosilizadas de bivalvos marinos que vivieron en la era Secundaria, incrustadas en una estela funeraria en las galerías subterráneas localizadas bajo los túmulos de Castillejo del Bonete, el yacimiento arqueológico de Terrinches declarado Bien de Interés Cultural (BIC), ha reavivado la hipótesis de que los prehistóricos que recibían sepultura en este lugar sagrado podrían proceder de otros lugares y se desplazaban para oficiar sus enterramientos.
El equipo formado por catedráticos y especialistas en Arte Prehistórico de la Universidad de Alcalá de Henares, Rodrigo de Balbín y Primitiva Bueno, y los paleontólogos y expertos en fósiles jurásicos, Eleuterio Baeza y Graciela Delvene, realizó la semana pasada una exploración de las galerías subterráneas encontradas bajo los túmulos de Castillejo del Bonete donde además de las conchas encontró pigmentos rojos y grabados esquemáticos, además de comprobar que las calizas de la cueva no son fosilíferas.
Las conchas fosilizadas de bivalvos marinos (pectínidos) que vivieron en la era Secundaria y que se han descubierto incrustadas en un bloque calizo tallado y grabado -una estela funeraria- deben proceder de otro lugar, que en este momento está siendo buscado. La importación de unas conchas fósiles asociadas a un enterramiento ponen de manifiesto la movilidad de materiales y personas. De esta movilidad ya había testimonios en Castillejo del Bonete debido a que analíticas previas certificaron que alguna de las difuntas aquí enterradas se había alimentado con proteína marina. Objetos encontrados en Castillejo del Bonete, como piezas de marfil o cuentas de varisicita, también fueron importados.
Nicasio Peláez, alcalde de Terrinches, explica que estas conchas no son los únicos elementos fósiles localizados en la cueva ya que en pasadas campañas se encontró una cuenta de madera fósil, que fue estudiada en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas por la antropóloga Mónica Ruiz-Alonso.
“Estamos empezando a entender el significado de estos objetos, además de otros muchos materiales encontrados como ajuar en los enterramientos prehistóricos de estos túmulos, gracias al esfuerzo de un extenso equipo interdisciplinar de especialistas que trabajan con nosotros de forma coordinada. Existen evidencias cada vez más fundadas de que Castillejo del Bonete fue en la Prehistoria un lugar central de referencia, al cual venía gente significada procedente de lugares muy distantes a ser enterrados”, dice.
El alcalde recuerda que esta cueva era considerada sagrada, que está orientada al Solsticio de Invierno y que arqueoastrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias calificaron estos túmulos como “templos solares’’. “Estamos descubriendo que Castillejo del Bonete es el Stonehenge de La Mancha”, afirma.
Luis Benítez de Lugo, director de las excavaciones arqueológicas en este yacimiento y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, por su parte, resalta la “unicidad” de los hallazgos en Castillejo del Bonete. “No existe otro monumento prehistórico como éste. Entender el significado de los mensajes expresados mediante el lenguaje materializado y fosilizado en este yacimiento va a permitir dar un gran avance para comprender las creencias de las primeras sociedades complejas en La Mancha, y en concreto la Cultura de las Motillas, que habitó La Mancha durante la Edad del Bronce. Lo más relevante es que el conocimiento que aporta Castillejo del Bonete incluye también esa parcela del saber que es tan poco visible en el registro arqueológico y difícil de entender, como son las cuestiones simbólicas y espirituales de la Prehistoria Reciente’.
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Terrinches mantienen desde hace años la financiación para estudiar este Bien de Interés Cultural. El proyecto de investigación tiene su origen en 2003 y acaba de finalizar la campaña de trabajos de campo de 2017, que se ha centrado en el estudio antropológico de los restos humanos depositados en el interior de la cueva encontrada bajo el túmulo principal. Este otoño será presentado en Ciudad Real el rostro de ‘Luciano, el antepasado manchego’, creado mediante novedosas técnicas digitales a partir de los hallazgos de Castillejo del Bonete. Será la primera representación fiel de un antepasado prehistórico realizada en Castilla-La Mancha.