Si, podemos decir con presteza, que una imagen vale más que mil palabras, habrá que pensar prontamente en la posibilidad inversa.
En la primera versión, la de las imágenes elocuentes, podemos ubicar el ejemplo del diseño rudimentario de las urnas presentadas esta mañana en Barcelona para la ocasión del 1-O.
Siendo como es, y ha sido hasta ahora, Cataluña patria de los mejores diseños españoles, cuesta trabajo entender y aceptar el Ideal de esa urnapatria.
Una urnapatria que no mejora la asepsia de la archiconocida urna nacional española.
Constituida la española, por un paralelepípedo de metacrilato transparente en sus cuatro caras verticales y variantes diversas de tono y color en sus dos caras horizontales.
La elementalidad de la forma expresaba a la perfección la importancia simbólica del diseño breve.
Lo importante es lo que está dentro, el exterior es secundario.
De ahí la ausencia de iconos y de escudos.
En un gesto carente de titulares y de dominio.
Desnudez elemental de la democracia.
La pieza presentada como urnapatria catalana, incumple las reglas anteriores.
No sólo opone la opacidad a la transparencia, sino que contrapone la elementalidad del paralelepípedo transparente a otra forma que acampana sus paredes opacas e inclina los laterales.
Una forma firmada con el escudo de la Generalitat, frente al silencio elocuente de la urna nacional.
Una firma que rememora la propiedad de su contenido, frente a la abstracción visible de la urna española.
Frente al contenido apropiado de una, el contenido inmaculado de otra.
Una forma temeraria la adoptada por el diseñador catalán que rememora tanto una posible urna funeraria como un cajón recogedor o un popular pongo-todo.
Rebajando la ceremonia del ejercicio del voto con la equivalencia de las cenizas residuales de los cuerpos muertos.
Y confundiendo la solemnidad del voto con el mercadeo en un bazar de Todo a un euro.
Confundiendo las papeletas contabilizables por cachivaches agrupables.
La aberración del cuerpo diseñado como urnapatria ¿no esconderá otras aberraciones?
Y ¿no esconderá esa firma acampanada el final de ciertos valores?
No sólo el final de cierto diseño excelente, también el final de ciertas relaciones políticas y su forma de entenderla.
Si es verdadera la cuestión directa, la que viaja de la imagen a la palabra, probaremos con las verdades de la inversa.
La que viaja de las palabras a las imágenes.
Hay palabras, pues, que llevan dentro un tropel de imágenes y formas.
Un ejemplo de esto último son las múltiples variantes que se agazapan dentro de la voz Cataluña.
Y no digamos nada de las variantes plurales de los catalanes mismos.
Desde Prat de la Riba al abate Pujol.
Desde El noi del Sucre aTarradellas.
Desde Durruti naturalizado a Senillosa.
Desde Roca Junyent a Sole-Tura.
Desde Marse a Mendoza.
Desde Pla a Dalí.
Desde Vázquez Montalban a Boadella.
Un tropel diverso de intereses y posiciones a punto de ser laminados.
No sólo la dualidad de Cataluña versus Catalunya.
También la confrontación del seny y la rauxa.
Y es que la voz Cataluña agrupa tanto un territorio como una historia propia y compartida.
Ahora la voz Catalunya exhibe una identidad excluyente, secesionista y marcada por cierta xenofobia antiespañola.
Pero, por todo ello, pienso que para ese diseño no hace falta referéndum.
O ¿será al revés?
Para ese referéndum no hace falta diseño.
José Rivero
Divagario
Me levanto, Jose
Esencialmente descrito.
El referéndum es un pretexto para declarar unilateralmente la independencia que es decisión tomada de antemano de forma paralela a la evolución del proceso contra la familia Pujol.
Ellos obligan a ir contra España o contra ellos, y echan fotos a la guardia civil establecida allí desde años y a sus familias y las difunden en redes sociales.
Ayer tiraron ya un cóctel molotov a una casa cuartel.
Será difícil impedir el referéndum, no tanto reprimir una declaración unilateral de independencia porque se detiene al gobierno catalán y se aplica el 155 de la Constitución vía Ley de Seguridad Nacional.
Pero el domingo, se les va a poner difícil y se ha de anticipar la determinación de emplear la fuerza que no tiene marcha atrás.
Por supuesto que Rajoy se juega su reelección, pero qué es eso al lado de romper España y su Estado social y Democrático de Derecho.
Había que acelerar el proces antes que la condena de Pujol saliera.
Todo es una vergonzante forma de imposición totalitaria en la Europa del siglo XXI.
Y lo que tendría que hacer también el gobierno es apabullar con ruedas de prensa (que Roures no va a cobrar) a la prensa extranjera con un riguroso análisis de la situación y de cómo se ha llegado a ella. Porque esto lo están ganando los totalitarios.
El domingo entre ellos habrá dos reacciones:
Algo menos de la mitad son un problema de orden público en potencia, porque son chusma fanática.
Pero el resto observará y medirá si la jugada les sale gratis (y así pensarán que sacarán algo del Estado español porque no creen en la independencia aunque sean independentistas) e irán a votar más tarde o no (y se acojonarán y no irán a votar).
Por eso es decisivo actuar de madrugada y de forma contundente.
«La dictadura se presenta acorazada porque ha de vencer. La democracia se presenta desnuda porque ha de convencer.» (Antonio Gala)…..
Por cierto, en esto del diseño, no olvidemos que la simplicidad es la máxima sofisticación. Atentos…..
La dictadura hoy, utiliza niños como escudos humanos.
Ángel Manuel escribe comentarios pagados y bajo varios nombres?Es una teoría o una realidad.Se sabrá.
Espero ansioso los resultados.
Yo soy auténtico con mis imperfecciones naturalmente.
Para diseño el que han dejado las FSE encerradas en el barco de Piolín a 500 ciudadan@s que querían ejercer su derecho a voto.
Marca España. Nunca mejor dicho. Hoy han zurrado con «estilo» y proporcionalidad. Acorde con lo que piensan nuestros ilustres trolls.
Para eso tampoco ha hecho falta pensar mucho desde Moncloa. Pero es ver los medios europeos y, como país, la hemos cagado hasta el fondo. Catalunya y su diseny se han pirado definitivamente.
Felicidades. Ahora nos pegarán y echarán a todos los que no llevemos una flor amarilla cada día a la tumba de Franco, como los chinos con Mao.