Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Fisioterapia 2017, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM), ha celebrado este fin de semana un seminario bajo el título “El ejercicio terapéutico”, que ha impartido el fisioterapeuta y readaptador deportivo, David Valenzuela.
El seminario, gratuito para todos los colegiados, se celebró en la sede colegial de Albacete, contando con una alta participación y un temario amplio que paso por la definición de ejercicio terapéutico, preparación de sesiones de ejercicio terapéutico, las capacidades físicas y elementos lesionales, entre otros, para acabar con una amplia sesión práctica.
Bajo el prisma de que “todas las lesiones que tratéis tiene como objetivo principal recuperar la funcionalidad”, Valenzuela aseguró que personalmente no cree en los protocolos ya que “lo que a uno le puede ir bien, a otro le puede ir fatal. Lo que no es un problema del fisioterapeuta, sino de la biomecánica de las personas, muy diferente de unas a otras”. Por ello, indicaba, el objetivo del seminario es que los asistentes puedan diseñar ejercicios terapéuticos, los grandes olvidados de la fisioterapia, pudiendo readaptar a cualquier tipo de paciente desde su lesión, hasta su actividad de la vida diaria.
Ejercicios que el fisioterapeuta tiene que controlar que se realizan “Como decía House en la serie –el paciente siempre miente-“, y es que en muchas ocasiones el lesionado tiene miedo de hacerse daño, o no está muy seguro de cómo realizar el ejercicio, y asegura haber practicado algo fuera de la consulta, que no es cierto, lo que sin duda dificultará que se avance en su protocolo “personalizado”.
Del mismo modo que es muy importante, sobre todo cuando se trata de deportistas lesionados, la diferencia entre la fisioterapia paliativa y la terapéutica. Es el paciente el que tiene la última palabra, y el que tiene que decidir, si lo que quiere es volver a entrenar y seguir con su actividad física, porque tiene una competición en pocos días o si lo que quiere es curarse. Una decisión que puede tener graves consecuencias a largo plazo.
Siguiendo en el ámbito deportivo, Valenzuela estableció el diferente papel que juega cada uno de los profesionales que se encuentra en el entorno de los deportistas asegurando que “mientras el fisioterapeuta es el que trabaja para entrenar, un preparador físico lo hace para competir, y un entrenador para que el deportista pueda rendir”.
El seminario concluyó con la puesta en práctica de los conceptos y las técnicas aprendidas durante el resto de la jornada a partir de la elaboración de test fisioterápicos en los que se recaba toda la información de un supuesto paciente, a nivel de control motor, nivel neurodinámico, nivel articular, nivel miofascial… y a partir de ahí, diseñar el trabajo específico para cada uno, según sus resultados. Porque insisto “no creo en los protocolos, el protocolo de cada uno es su persona y su biomecánica, y a partir de esa información, se adapta el ejercicio”.
La readaptación deportiva es la parte de la fisioterapia en la que el deportista pasa de camilla a poder entrenar con normalidad, o lo que es lo mismo, el ejercicio físico terapéutico en los pacientes normales, readaptación deportiva en los deportistas.