Arturo Pérez Reverte no estará en España el 11-O. Nuestro académico y novelista superventas escribió un artículo muy propio de su carácter impulsivo.
Se manifestó en contra de los independentistas y sus propósitos ilegales. En este punto fue tajante. Y a la hora de adjudicar responsabilidades de cómo se había llegado a esta situación, nos regaló un caudaloso torrente de palabras donde no dejó títere con cabeza.
Cuando se reparte a diestra y siniestra se corre el riesgo de hacer una escabechina, llenar el campo de batalla de cadáveres y que el resultado de la misma sea incierto.
Pérez Reverte dividió a los responsables en cuatro grupos: los oportunistas, los cobardes, los sinvergüenza y, por fin, un cuarto que abarcaría desde los ingenuos manipulables a los analfabetos de buena voluntad. Sobre este último grupo prefirió no extenderse. Por eso, es precisamente a él al que me quiero referir.
La ingenuidad se da en aquellos que no ven las cosas tal como son; no aciertan a ver lo genuino. Es muy fácil y entendible caer en la ingenuidad, por eso también es disculpable. Se puede ser ingenuo en unas cosas y en otras no. En los asuntos políticos abunda la ingenuidad; en demasía, diría yo, porque sus efectos no los sufre el ingenuo sobre sí, de forma personal, sino la comunidad toda. Por ello, el ingenuo político recalcitrante es un gran insolidario.
El ingenuo político no evalúa críticamente a un dirigente o a un partido. Directamente se encandila de su lenguaje. Esto es natural. Las personas tendemos a proyectar en los demás el mundo de nuestros sueños. El problema es cuando nos aferramos a una idea, un partido, a un líder, como nuestra tabla de salvación y no hay forma de hacernos entender que esa tabla, en realidad, no nos lleva a ninguna parte y nos condena a morir ahogados. Muerto el espíritu crítico sólo queda el fanatismo. Por eso los ingenuos políticos actúan como si formaran parte del un “club de fans”; únicamente saben aplaudir.
Si les dices que actúan ingenuamente se enfadarán aunque seas uno de los suyos. La mínima disidencia será interpretada como una traición. Porque prefieren morir ahogados agarrados a una tabla inútil que asumir el riesgo de sobrevivir de la única forma posible, enfrentarse a las olas del mar. Por eso se revolverán contra quien les interpele.
El analfabeto de buena voluntad piensa que sabe lo que nunca supo.
Lo cree así, no porque tenga una experiencia vital que pueda justificar su error. Es que piensa que la democracia es eso: saber de todo, independientemente de las carencias. Esta desviación del recto raciocinio es lo que el filósofo Gustavo Bueno llamó fundamentalismo democrático. Lo importante no es la verdad sobre cualquier cosa, sino el estado de opinión dominante sobre ella y, por supuesto, todas las opiniones que concurran a formar dicho estado deben tener el mismo valor, lo contrario sería antidemocrático. Así es como se crea la opinión pública.
El problema es que el analfabeto de buena fe es un insensato, porque si la sociedad nos ha otorgado la igualdad en el derecho al voto, cada uno debería asumir la responsabilidad que conlleva. La pereza, comodidad, orgullo, estupidez, o lo que sea, hace que, al igual que el ingenuo, el analfabeto de buena voluntad pone su vida en manos de alguien que le habla bonito. Ambos especímenes actúan como miembros de un club de fans, y no juzgarán a sus idolatrados políticos por sus actos; una y otra vez, lo harán en función de sus palabras. En la práctica son dos enamorados; y ya sabemos que el amor es ciego.
Querer ver en otro la representación de nuestro mundo ideal y el fundamentalismo democrático son dos posturas con cada vez más peso en la formación de las opinión dominante, ya sea ésta de un partido político o cualquier otra clase de asociación.
Volviendo al filósofo Gustavo Bueno. Siendo consciente del peligro de este hecho tomó una postura personal radicalmente beligerante con los ignorantes de buena fe o con los pánfilos –llamados más amablemente ingenuos- Decidió ser intolerante con ellos. Ante la ignorancia, intolerancia absoluta. Y es que este analfabetismo rehúye la confrontación de ideas, no sabe lo que es el sentido de la contradicción, su única defensa es el fanatismo, la intransigencia y la agresividad; tornándose, finalmente, incontrolable. Precisamente por esta actitud, es quien termina por hacerse con el control e imponiendo su criterio analfabeto.
Sin quererlo, los ingenuos e ignorantes de buena fe, acaban apoyando a las otras tres categorías a las que se refirió Pérez Reverte en su artículo: los oportunistas, cobardes y sinvergüenzas. Con la gravedad añadida de que sin aquéllos estos tres no serían nada. Es muy difícil entender, si no, “cómo se ha llegado a un punto donde cualquier acto de legítima autoridad haya llegado a considerarse un acto fascista”, o que una parte importante de la sociedad se haya convertido en una “fábrica de desprecio, cuando no de odio visceral, a todo cuanto se relaciona con España” –recalca Pérez Reverte.
El caso es que esta ingenuidad e ignorancia de buena fe vive con todos nosotros. Por primera vez en la historia alardea de sus carencias en vez de esforzarse por solventarlas, y por una idea perversa de lo que es la tolerancia, se le ha permitido, cuando no aplaudido, comportarse así.
Entretanto, Nuria Parlón, alcaldesa de Sta. Coloma de Gramanet tiene que soportar que la llamen rata o charnega de mierda por cumplir con su obligación de no saltarse la ley.
Y para los tibios, me permito recordar que la independencia implicaría la modificación de las fronteras internacionales de España ¿A cuento de qué Huesca va a tener que aceptar un muro fronterizo con Lérida por imposición de los leridanos? ¿Qué les diríamos a los oscenses? ¿Qué acepten sin rechistar lo que sin duda afectaría a su vida cotidiana? ¿Que se callen ante un acto de fuerza?
¿Qué Estado en el mundo permitiría algo así?
Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz
mlastramuniz@hotmail.com
Un artículo de nuevo oportuno y acertado. Has analizado muy bien el fenómeno de los ingenuos y a analfabetos de buena voluntad. Un fenómeno ya analizado por Ortega en Rebelión de las Masas.
Gracias por rescatar a Gustavo Bueno. Tengo en la memoria escenas memorables de él. Como cuando esa señora pretendió igualar su opinión con la de él en un tema que era de especialidad del filósofo…y lo contundente que fue él con ella.
Gustavo Bueno describió con genialidad el fundamentalismo democrático. Un ateo, un anticlerical, un tipo a veces con muy malas pulgas, pero un pensador y un filósofo como la copa de un pino. Y un testigo privilegiado de su tiempo. No se exilió en la dictadura, la toreó con maestría, y se hizo respetar por su rigor filosófico y sencillez de exposición.
Pero como le ha atizado mucho a la izquierda (algo semejante a lo ocurrido a Savater desde que se unió a UPyD), ha sido rechazado en el debate cultural.
Gracias por rescatar al maestro Bueno.
Puedo mostrarme de acuerdo sin fisuras en que tenemos una sociedad hiper poblada de débiles de carácter, tibios, adocenados y bobalicones. A partir de ahí, creo que no necesita recordarnos lo que significaría una Cataluña independiente. No, al menos, fuera del territorio habitado por catalanes. Por eso no termino de entender las regañinas que nos dedica un día sí y otro también. Acaso piensa que hay un solo lector de este diario que desee a Cataluña fuera de España. Qué propone, que alentemos al gobierno a que movilice al ejército y a los ciudadanos a un dos de mayo esta vez contra la indepedencia de los díscolos catalanes. Porque hasta ahora solo he leído teorizaciones sobre el pasaddo español al que tan afecto es Pérez Reverte, a quien, siento decirlo, no lo considero un referente de otra cosa que no sea la de gran vendedor de libros. El tiempo de los maestros de esgrima, capitanes Alatristes y días de furia pasaron. Que salga de sus novelas y deje de hacer truísmos euforizantes que solo se asimilas con tres cañas de más.
Pues sí. Además de que mientras enntretenemos el tiempo con divagaciones entre el sí y el no y con frases lapidarias a las que tan aficionado es don Arturito, tratamos de connvencer a los que ya están convencidos y nos medimos la ideología para determinar quién la tiene más larga; mientras hacemos todo esto, digo,la banca siempre gana y se burla de nosotros a grandes carcajadas.
Pues claro que queremos a Cataluña dentro de España. Pero ¿ sirve de algo decirlo aquí, en la provincia de Ciudad real?
Vamos, que para Pérez Reverte, todo el que no piense como él y no siga la doctrina, son unos oportunistas, cobardes, sinvergüenza o analfabetos de buena voluntad.
Ahí vemos el talante de ese señor y como a sus opiniones no deberían darles tanta importancia y tanta repercusión: es todo un intolerante desquiciado.
‘Spain is different’. De puro ‘different’, son ‘different’ entre sí.
De hecho, dicen que ese empeño de Franco en que España fuera ‘una’ no cuajó mucho y la mayoría cree que hay al menos dos. Tres, si tenemos en cuenta el aspecto económico. Claro que la tercera no está aquí sino acullá, donde, paradójicamente, guardan sus dineros los fanáticos partidarios de la España ‘una’.
Una España que son tres como el Trimurti hindú o la Santísima Trinidad, un gran misterio que nunca comprenderemos y que se resume en que aquí siempre han mandado los mismos, se lo han llevado los mismos y siguen pagando los mismos. Estos últimos ‘mismos’ son diferentes de los otros ‘mismos’ y ahí reside el misterio.
Es fácil entender que con estos mimbres salgan cestos llenos de agujeros por donde se escapan cuentas que luego no cuadran.
De patria a patrimonio solo hay un pequeño recorrido.
Mientras tanto, la indiferencia del creciente número de ‘analfabetos políticos’ permitirá mantener en el poder a los otros ‘mismos’, ya sea por los votos por inercia o por abstención….
O sea que si no votas a la izquierda eres un analfabeto, JAJAJAJAJA.
Las urnas no las calles son las que legitiman.
Las urnas con garantías y con respeto a la Constitución, no las de chichinavo excusante de una independencia que declaro porque en realidad me sale del moño.
Esto es, las urnas que dicen lo que tú quieres son las que legitiman.
Las que dicen lo que no te gusta, esas no valen.
Descripción de «democracia» para tiranos.
Descripción de tirano:
Antes mis ideas que las de los demás. Y las instituciones al servicio sólo de mis ideas.
Ante la discrepancia racional, mi rebelión en la calle emocional.
Ante el conflicto…yo me impongo porque soy más listo y más demócrata que nadie…porque yo lo digo….porque yo lo valgo. Y todo desde las emociones, que es lo único que democráticamente debe ocupar el espacio público (así acabó imponiéndose Hitler en los años treinta que parece que la Historia empezó el día que nací y fui yo el que descubrió América y todo lo conocido).
Y con estos planteamientos de Gonzalo…
Hemos llegado…a IKEA, donde uno sabe cómo entrar y no sabe cómo salir. Pero eso sí, tú te lo cargas, tú te lo pagas, tú te lo montas, qué democrático oye!
Pero qué poco racional, eficaz y digno. Eso sí tenemos democracia, millones de democracias…y millones de caudillos.
Porque llevamos dentro antes al caudillo que al demócrata…
Lo único real es quien me controla, y para eso se pensó la democracia.
El que yo me lo carge, me lo page, me lo monte en casa…sólo es fundamentalismo y gran relato falaz democrático.
Dice Miguel que «tenemos una sociedad hiper poblada de débiles de carácter, tibios, adocenados y bobalicones».
Cuidado Miguel, no confundas eso con tener educación, ecuanimidad, ser reflexivo, contar hasta 10 antes de hablar, dialogar, ser empático, tener resiliencia. Aquí tienes ejemplos de individuos que no tienen pelos en la lengua, ni neuronas en el cerebro…y ya estamos todos más que hartos. Pero la solución no es ser como ellos.
El mundo real no son las redes sociales, donde al artículo de alguien que ha estado mucho tiempo pensando lo que escribir, lo puedes tirar por tierra en 140 caracteres.
En este caso, la inmensa mayoría de los españoles queremos dialogar, queremos una solución al tema de Catalunya y su encaje en España, pero la miopía tremenda del PP no hace más que aumentar el número de independentistas, lo que unido a que el PDCAT no es más que la derecha ladrona del 3% y que los de las CUP o ERC son incapaces (tanto como el PP) de hablar con alguien que piense diferente, nos deja en un lugar muy complicado.
Si en ese lugar tan complicado le damos coba a bocas como Pérez Reverte, cuya labia no es más que veneno tuitero, estaremos jodidos. El sillón T mayúscula de la RAE es un incendiario que ha perdido el norte y solamente sabe reaccionar con violencia verbal (lo hace con todos los temas, a modo de borracho arrabalero en una taberna). Así es que vosotros veréis, pero no es el mejor referente para buscar salidas al conflicto catalán.
Hay analistas como Fernando Garea, Sol Gallego, la gente de La Marea o TCXT que hacen análisis sosegados y mucho más realistas que te terminan colocando en la equidistancia, que es donde estamos muchos -espero que la mayoría-.
Como dije en otra información, tras el NO referéndum nos esperan elecciones, que serán ganadas por el PP en Madrid y por el PDCAT en Catalunya. Así es que, jodidos estamos. Porque a un lado y otro ganará de nuevo el rodillo, y ya nos están inflando las narices.
No creo que Miguel haya dicho algo diferente de lo que tú expones. La frase que le reprochas la deja, a mi juicio, fuera del contexto político. Creo que se refiere más a un etorno social y laboral. Al menos así lo interpreto yo que quiero ver en ella una crítica ácida contra esos compañeros de trabajo y amigos que agachan la cabeza ante la injusticia, que opinan lo que la mayoría sin sujetarse a un criterio sólido, que son incapaces de valorar favorablemente una película, serie, música que no venga avalada por premios o críticas de un tío que nos cae bien…
En fin, te lo digo con todo el respeto, creo que vamos a terminar todos cogiéndola con papel de fumar.
No me lo he pensado así. Más que reprocharle a Miguel intentaba opinar de otra manera.
¿Sabes lo que pasa? Que ante gente que es cerril y no baja de la linde ni para ir a mear, los demás prefieren callar.
Si tienes que opinar al lado de un tipo que, como una carraca infinita, te va a estar dando la brasa con argumentos enfermizos, al final lo piensas y dices ¿Pa qué?
Tengo algunos amigos -los más listos- que son así y te aseguro que de pusilánimes, débiles o tibios, nada de nada. Simplemente no tienen el menor interés en debatir con cuñaos o trastornados obsesivos.
La inteligencia siempre va unida a los silencios bien medidos. De ahí lo que cada uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus exabruptos.
Finalmente aprendiste.
Te estás desbatasunizando….
Aunque no sé yo, son momentos para que te vuelva un brote.
Te estás desbatasunizando….
Aunque no sé yo, son momentos para que te vuelva a dar un brote.
A este hay que darle la razón…
Basta una opinión distinta.
Para no confundir una manifestación con la sociedad entera.
A este hay que darle la razón, plas plas, plas, plas, plas…
Esto de Carmena ayer me gustó mucho:
«Pensar que eliminando papeletas se puede cambiar una situación social no es serio. El Derecho penal no cambia ideas».
Y, mientras, Mariano Rajoy sentado sobre las Bayonetas, como en su día dijo Talleyrand.
Mientras familiares o amigos, que tengo y muchos, no tengan la libertad de poner una bandera española en su balcón o a expresar libremente su disconformidad con la independencia en Cataluña por el miedo a ser señalados, no hay porque no ha habido normalidad democrática en Cataluña.
Son millones los que allí se sienten catalanes y españoles. Por ellos hay que actuar además de por garantizar el cumplimiento de la Constitución.
Se ha actuado demasiado tarde, pero ahora es indispensable.
Ser señalado por no ser independentista es la autentica y repugnante realidad en Cataluña, que yo también sufrí allí pero ahora es peor. Por mi familia y por mis amigos allí que esperaban esto hace mucho tiempo.
Viva España y Visca Catalunya. Y visca la Madre de Deu de Montserrat. Viva la Virgen Morena!
No son una mayoría.
Una mayoría representativa de la sociedad catalana es mayor de 40 años oriundos de Cataluña y emigrantes del resto de España y, un sustancial número de oriundos de países musulmanes.
No los menores de 40 años en su mayoría inoculados del gen pujolista independentista en su educación que salen en TV.
Antes o después se asumirán las frustraciones por parte de los separatistas, y todo su emocionalismo acabará asemejándose a un fenómeno 15M, que se desactivará en cuanto una nueva fuerza política (Colau) la canalice a su institucialización.
No sé, pero creo que ERC y PDcat (CUP en la marginalidad) acabarán dando su brazo a torcer, quedarán como traidores, y el independentismo quedará relegado al nivel de un mito, pero se descartará como realidad.
Posiblemente Cataluña se dirija en su futuro a otra cosa, será parte resignada de España pero dejará de ser la Cataluña proyectada por el arquitecto Pujol y dirigida por su pupilo ERC.
La evolución demográfica determinará mucho. El peso de la población musulmana no para de crecer, y ésto será visto cada vez más como una amenaza.
Y un factor de interés de seguir perteneciendo a España.
Aún no se ha digerido la actuación negligente en seguridad de la policía catalana, en lo ocurrido hace poco más de un mes. La debilidad nacionalista en este asunto queda pendiente de pasar factura política.
Gana el más firme. Y eso parece que se llama España. Hay racionalidad y capacidad. Cataluña es puro sentimentalismo totalitario pero ineficaz y caduco.
He aquí uno al que hay que darle la razón. Plas, plas.
Basta la difusión de una opinión distinta.
Para no confundir una manifestación con la sociedad entera. Y no confundir al rebaño con la oveja.
A este hay que darle la razón, plas plas, plas, plas, plas…
Reverte se olvidó clasificar a tipos como tú.
La medicina los llama impotentes.
A este hay que darle la razón, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas.
¿A cuento de qué Huesca va a tener que aceptar un muro fronterizo con Lérida por imposición de los leridanos?
Marcelino, ¿A cuento de qué cualquiera vamos a tener que aceptar por imposición tuya los muros y las puertas de la que llamas tu casa? ¿Por qué vamos a aceptar no poder circular libremente por ese lugar, vivir allí, tomar lo que nos apetezca, dormir en las camas que allí hay?
¡Qué despropósito pretender defender espacios de libertad individual o colectiva para las personas!
¡Menos mal que tenemos un Régimen con un sistema represivo bien lubricado para poner orden!
Y… ¿a cuento de qué Marruecos va a tener que aceptar un muro fronterizo con España por imposición de los españoles?
¿Van a tener que aceptar ese acto de fuerza?
¡No señor! ¡Tienen todo el derecho a invadirnos, a enviarnos a sus jueces «imparciales» y a su ejército, a reprimirnos!
¡Abajo las fronteras y los muros, todas las del mundo!
¡Así se habla, Marcelino! ¡Qué gran demócrata!
Gonzalo ¿sabes lo que es la demagogia?
Pues eso. Estás cargado de ella.
Al contrario, demagogo es el que presenta las cosas de tal manera que ante la misma situación en unos casos defiende una cosa y en los otros la contraria, según le convenga.
Yo mantengo un criterio, el de la igualdad de todos los seres humanos. Todos tenemos los mismos derechos.
Si España tiene derecho a no ser sometida militarmente por Marruecos, Cataluña tiene el derecho a no ser sometida militarmente por España.
Si los muros entre Cataluña y España son malos, los que hay entre España y Marruecos también lo son.
Mi posición es la de la razón, la del respeto por los demás, aunque no comparta lo que hacen.
Demagogos, los nacionalistas -españolistas y catalanistas- que lavan el cerebro a los españolitos y catalanitos de a pie.
Esto es, los que te lavan el cerebro a ti, Ana.
No creo que sea demagógico decir que Cataluña es parte de España desde hace más de 500 años. La realidad histórica es un criterio de análisis RACIONAL.
Tampoco creo que sea demagógico decir que la Democracia implica la acción de contrapoderes (Montesquieu), y la defensa de los derechos y libertades del discrepante con el pensamiento único.
Y la igualdad es un concepto jurídico, no ideológico, que implica igual trato ante la Ley, y no la sumisión de la realidad a la ideología, o lo que es lo mismo, utilizo argumentos emocionales para que el mundo se adapte forzosamente a ellos, y si yo creo que soy un Estado catalán (matrix) en pie de igualdad con el español, pues eso es así porque yo lo pienso y no porque lo decidan el resto de miembros del único Estado español real y existente (con más de 500 años).
Y por supuesto, las libertades y derechos individuales fundan su existencia en origen no tanto en la igualdad natural ante la Ley, como en el derecho a mantener un criterio distinto frente a las instituciones y resto de la comunidad.
Porque se reconoce el derecho al honor frente a la intromisión en la intimidad de otros, el de libre pensamiento o religioso frente al institucional o social, el de expresión frente a los mismos… y el respeto por igual ostentación de los seres humanos de libertades y derechos, garantizado por Ley.
La igualdad ha de ser entendida dentro de un contexto de pluralidad ideológica, pues no es derecho a que pensemos igual, vistamos igual, o votemos igual. Si no a igual y garantista derecho a discrepar.
Por lo que en Cataluña se conculca un elemento fundamental de la Democracia, que violando las leyes, se conculcan los derechos de millones de catalanes (igual de fuertes que los que ven clara la independencia) a discrepar y oponerse al plan independentista de las instituciones catalanas y de esa otra mitad de catalanes.
Las únicas elecciones legítimas y vía de cambio legítimo son: 1) Disolver el Parlamento catalán y convocar elecciones con garantías y; 2) Normalizar y calmar la situación para impulsar el debate y el inicio de una reforma constitucional que es, dada la composición de las Cortes, imparable.
Sólo así se garantizaría por igual al partidario y al discrepante. Y se fundaría una legitimidad indudable de que TODOS y no una parte, decidan lo que es España o no es.
Cataluña, de pertenecer a alguien, sería a los catalanes.
Que históricamente haya estado sometida -por la violencia de Estado- a tal o cual monarquía absolutista o parlamentaria es irrelevante.
Hablando desde un punto de vista moral, naturalmente.
Desde el punto de vista de la legalidad de la tiranía de turno, pues sí, esta legalidad puede decir lo que quiera.
Y quienes son los catalanes los que se sienten españoles y catalanes o sólo catalanes??
Y si fueran unos que garantías le quedan a los otros…
Porque sabrás que el proyecto de Constitución catalana no divide los poderes
E imagino que a tí que hablas tanto de democracia, te importará algo eso…
O es demasiado racional?
Gonzalo y Ángel Manuel, disculpad que me entrometa.
Gonzalo enfrentas moralidad a legalidad (la legalidad de turno, dices)
Son dos categorías diferentes. Lo contrario de lo moral no es lo legal, es lo inmoral. Claro que primero deberías definir qué entiendes por lo moral.
Desparramas palabras muy potentes como moral, legal, igualdad, democracia, sin definir de qué estás hablando. Estas palabras lanzadas así son un cascarón vacío, pero sirven para embobar a la gente. Son palabras al viento que cada cual entenderá como le apetezca. Hablar así es de una enorme irresponsabilidad. Y me causa estupor, y mucha inquietud, no te lo puedo negar. No por ti. Pensando que tu caso sea sólo una muestra de la realidad.