Hubo buen ambiente este martes en el pabellón Antonio Rivilla de Puertollano, con una entrada de unas 1.000 personas, para asistir al encuentro entre el Herbalife Gran Canaria y el Alba Berlín, que se disputaron el II Trofeo Ciudad de Puertollano. Fotos: José Ramón García-Carpintero. Texto: cbgrancanaria.net.
Arrancaba el Herbalife Gran Canaria una exigente gira por la península ibérica enfrentando al remozado Alba Berlín, el nuevo proyecto liderado por Aíto García Reneses que está dando sus primeros pasos. Los germanos, de hecho, se midieron la pasada semana a Unicaja y Real Madrid, encajando dos duras derrotas.
Con su fichaje anotador Spencer Butterfield incorporado al equipo, los berlineses mostraron una muy buena cara en el arranque de partido, tomando la delantera. Los isleños, que salieron con Luke Fischer en pista haciendo su debut, fueron a remolque en todo momento, finalizando el primer cuarto con una desventaja de cinco puntos (21-26).
El equipo bávaro mantenía su colchón de puntos gracias a una buena intensidad defensiva que asfixiaba a los grancanarios. La diferencia alcanzó los nueve puntos, pero un parcial de 5-0 reengancahaba a los amarillos. Mekel, recién llegado del Eurobasket, hacía su debut y no tardaba nada en estrenar su casillero de puntos con un triple. Al descanso, Alba Berlín mandaba por cuatro puntos (37-41).
Tras la reanudación el Herbalife Gran Canaria salió más enchufado que su rival, y Albert Oliver protagonizó un gran espectáculo sobre la pista. El base catalán hizo 8 puntos y 3 asistencias en apenas cuatro minutos, disparando a los suyos. La remontada se consumó y Alba Berlín intentó mantenerse en el encuentro, pero antes del último cuarto la ventaja grancanaria era ya de nueve puntos (66-57).
Los de Luis Casimiro siguieron dominando el acto final para sumar un buen triunfo por 85-73. Albert Oliver, con 13 puntos y 6 asistencias, fue el más destacado, mientras que Eriksson mostró su calidad anotadora yéndose a los 13 puntos. Pablo Aguilar, omnipresente con 6 tantos y 6 rebotes.
Excelente partido, buena organización y un ambiente espectacular. Es un privilegio poder contar con un trofeo de este nivel en Puertollano, con un equipo ACB y un clásico del basket europeo, comandado por un mito del baloncesto español como es Aíto.
Lo mismo que hay que criticar cuando las cosas se hacen mal, creo que es digno de alabar iniciativas como ésta.
Enhorabuena, ojalá se mantenga el nivel en años venideros.
El pabellón se llama Antonio Rivilla, no Luis Casimiro, ese es otro distinto