Goldman Sanchs es un banco de inversión. Una entidad financiera especializada en hacer los chanchullos necesarios para que las cuentas cuadren (léase la ayudita para que Grecia entrara en el euro); por supuesto, siempre dispuesta a colaborar con alguno de sus ejecutivos estrella (recordemos a Monti, presidente de urgencia del gobierno de Italia); y a sacrificarse por la buena marcha del euro cediendo al aplicado Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo.
Para mí, que Goldman Sachs no es cualquier cosa. Tengo la impresión de que es todo lo contrario a un humilde mindundi.
En un informe publicado el 23 de Agosto, Goldman Sachs ha hablado de la situación catalana. Es decir, de la situación española, porque hablar de lo primero conlleva indefectiblemente a lo segundo.
En el informe, Golman Sachs apuesta a que el referéndum se acabará celebrando “a pesar de la oposición del gobierno español”
¿A cuenta de qué viene esto?
El informe añade que debido a que habrá personas que no podrán votar, o se abstendrán de hacerlo por su desacuerdo con el referéndum, la participación será baja, por tanto “creemos que una mayoría de los que voten en el referéndum apoyará la independencia”
¿Esto qué es?
Pero lo más llamativo e insultante es cuando estos piratas modernos apuestan a que los independentistas y el gobierno español deberán sentarse a negociar y, además ponen sobre la mesa su solución:
“Un remedio duradero requiere mayor autonomía para Cataluña (cerca de la independencia-modelo federal-) que dé un vuelco de forma efectiva a las decisiones tomadas en 2.010 que limitaron la autonomía catalana”
Esto no es un informe de riesgo de inversión evacuado por una entidad financiara para asesorar a sus clientes.
A lo que realmente se parece es a los informes que cualquier embajada remite a su gobierno de turno tras analizar la situación política del país donde tiene la sede, recomendando una serie de medidas por si su gobierno tuviera a bien aplicarlas.
El informe de Goldman Sachs no es financiero. El aspecto financiero ha sido la excusa (tapadera) para lanzar una advertencia política.
¿Por qué utilizo la palabra excusa (tapadera)?
Porque hubiera roto todas las normas de buena vecindad –llamémoslas diplomáticas- que un banco de inversión hubiera redactado un documento dirigido a un Estado soberano diciéndole a las claras las medidas políticas a tomar, y menos en un asunto del calibre que está entre manos.
¿Por qué utilizo la palabra advertencia?
España tiene una deuda descomunal. Si la calificación de riesgo de dicha deuda comenzara a dispararse, la inviabilidad de su pago se adelantaría (insisto en lo de adelantar) La calificación de una deuda no es sólo una herramienta técnica. Nunca lo ha sido. Es un instrumento político que se utiliza sin piedad cuando se trata de poner a un país de rodillas.
Las finanzas mundiales, en colaboración con sus capataces políticos de la UE (en esta caso Alemania) quieren una Cataluña libre de ataduras jurídicas con España para soltar amarras cuando sea necesario. De ahí el impulso renovado a la idea de un Estado Federal, incluso confederal, o con algún Estado libre asociado.
Como dije en otro artículo. El Estado Federal lejos de solucionar nada, será un paso firme para que el siguiente, el de la secesión, se haga sin traumas ni apenas ruidos.
¿Se quiere poner a España entre la espada y la pared?
¿Podría verse afectada la prima de riesgo española si se frenara en seco a los secesionistas sin las contrapartidas que Goldman Sachs enumera sin pudor?
Desde luego, y una inestabilidad política crónica en Cataluña sería el argumento perfecto. Efectivamente, se quiere poner a España entre la espada y la pared.
En mi artículo “La oligarquía mundial detrás de la secesión de Cataluña” ya explicaba que las declaraciones de Antonio Garrigues Walker, no debían interpretarse como una opinión personal, sino como un manifiesto de la propia Trilateral. En otro artículo titulado “Nos roban a Cataluña” recordaba como la Fundación F. Ebert había trazado el rumbo en 2.012 con su proyecto estrella “Síndrome del Mezzogiorno”, según el cual determinadas regiones de Estados miembros de la UE solicitarían la independencia para crear una especie de élite europea en torno a Alemania. En el informe de la Ebert se menciona expresamente a Cataluña. Hace menos de un mes, el mismo corazón del mundo financiero –Goldman Sachs- se ha despachado con un informe de una insolencia intolerable mencionado en este artículo. Curiosamente, nadie lo ha comentado. A lo sumo, una mera información de su existencia.
Finalmente, en el artículo “1-O. Jugando con fuego”, explicaba cómo las propuestas sobre el Estado Federal y su concepto plurinacional eran el fruto de una estrategia para facilitar la secesión catalana de manera tranquila en un siguiente paso.
Todos sabemos del poder del mundo financiero en el mundo actual. Y este poder ha hablado ¿De verdad alguien puede dudar aún de que la secesión de Cataluña no obedece a ningún problema interno?
El gobierno, en caso de no haber sido ya abducido por esta maraña de intereses bastardos –lo cual no sería de extrañar- está ante una situación de muy difícil salida, sobre todo porque los que están dispuestos a hacer de Bruto aparecen como firmes aliados de nuestro país.
Rajoy se reunirá con Trump el próximo 26 de este mes en la Casa Blanca. En la agenda del viaje estará, sin duda, el asunto catalán. Será un viaje en busca de auxilio. Desafortunadamente, el presidente de EE.UU está viviendo en sus propias carnes el acoso y derribo de quienes, desde dentro, se niegan a cambiar la política exterior e interior del país. Eso sí, disfrazándolo de la defensa de la democracia y de las minorías; la propaganda de siempre. Además, Trump tiene que enfrentar una realidad muy difícil: la inexorable caída del dólar como moneda hegemónica mundial. Y es precisamente esta guerra de divisas la responsable de la situación actual de Cataluña -y futura de otras regiones españolas y del resto de Europa- con el fin de asegurar la viabilidad del euro, o lo que es lo mismo, de la moneda alemana.
Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz
mlastramuniz@hotmail.com
P/D: Os dedico un tema que se ha convertido con el tiempo en un himno: “Resistiré”. Esta vez no en la versión original del Dúo Dinámico sino en la versión más rock de David Bolzoni.
https://www.youtube.com/watch?v=t0wMqDFdHb4
Excelente y esclarecedor artículo. Como siempre, enhorabuena.
No debemos olvidar la referencia de que, en el inicio de la historia de desamor entre Cataluña y España se encuentra la Sentencia del Tribunal Constitucional 31/2010, de 28 de junio, resolviendo el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Partido Popular el 31 de julio de 2006, a pesar de su abrumadora legitimidad de origen.
Sin perder de vista este hecho, ya sabemos que desde lo alto del cuartel general del Grupo Goldman Sachs, la vida abajo parece una maqueta. No hay rincón en la Tierra a donde no lleguen sus tentáculos. Es un gran calamar-vampiro envuelto en la cara de la humanidad, metiendo inexorablemente su embudo de sangre en cualquier cosa que huela a dinero.
En casi todos los gobiernos de EE.UU. ha habido un ‘goldmaniano’ en las esferas más altas del poder público. Es el gran poder en la sombra, el titán, el gran calamar vampírico.
Por tanto, la actual tensión en Cataluña no pasa desapercibida para el Grupo Goldman Sachs, el cual indicaba, recientemente, que invertiría en Cataluña solo si la separación de España se hiciera con un pacto de Estado, subrayando el hecho de que, para ellos, el independentismo obtendrá una clara victoria.
Ya dijo Lloyd C. Blankfein, patrón del banco, en una entrevista en 2009, que el banco estaba haciendo ‘el trabajo de Dios’. Blanco y en botella.
Por otro lado, es verdad que hay una ‘guerra de divisas’. Ello es debido a la distorsión que la política monetaria, que se puso en marcha como respuesta a la crisis financiera, está introduciendo en el precio de los activos. Llega un momento en que los daños de esa política superan los beneficios y es, entonces, cuando los mercados buscan señales.
Sea como fuere, con o sin intrigas y confabulaciones, espero que el Gobierno del Sr. Rajoy Brey tenga ‘altura de miras’ ante Cataluña.
Solo espero que el otoño catalán no sea el preludio del invierno ético español….
La tara moral que acostumbra a lucir en estos predios se torna arte cuando habla sobre Cataluña. Diría que un socialista/comunista como usted no debería defender el privilegio de una parte de España sobre el resto, cuestión de igualdad; diría que alguien tan demócrata no es lógico que defienda a una aristocracia totalitaria que impone su nacionalismo excluyente al pueblo llano, tal sucede en Cataluña desde hace cuarenta años, cuestión de falta de libertad; diría que es imposible que alguien tan de izquierdas y tan demócrata no sepa que la democracia no es el estricto respeto de la voluntad de la mayoría, sino el respeto de las minorías y en todo momento el respeto de la Ley, son los fundamentos de la democracia; diría tantas cosas…
Al Estatuto de Cataluña vigente le falta el apoyo de dos de cada tres catalanes: la democracia según Charles.
No, Sr. «Censor». La negociación complicada del Estatuto de Cataluña fue de alto voltaje político. Un acuerdo que suponía un encaje en el siglo XXI de esta Autonomía en España. Un texto que se envenenó muy pronto y que supuso la frustración para los dirigentes que participaron en el proceso.
Era la punta de lanza de un nuevo marco territorial que el Sr. Rajoy Brey utilizó, en aquel momento, para presionar al Gobierno.
Hay que poner el acento en la hostilidad mostrada por el Partido Popular. ‘De aquellos polvos, estos lodos’.
Diez años de una oportunidad perdida….
Rajoy es culpable del pecado original.
Ya sabemos que el concepto de nación es discutido y discutible. Ahora que España es plurinacional.
La izquierda ha sido tan ambigua y tan débil en esta materia que se cree que si existen violaciones constitucionales por parte de los nacionalistas es porque los demás paseamos con la falda demasiado corta.
No sé Marcelino, sigo sin ver las cosas como las ves…
Si Cataluña se independiza a corto o medio plazo, ello no supondría una garantía, todo lo contrario, para el reembolso de los suscriptores de la deuda española. La capacidad fiscal del Estado español disminuiría y la de un hipotético Estado catalán amenazaría el impago de la deuda en la proporción en la que se subordinase como deudor.
No dudo de la capacidad de influencia de Goldman Sachs y que no sea benéfica, pero esta financiera es corresponsable de orientar a sus clientes en la suscripción de nuestra deuda pública, y éstos querrán cobrar lo prestado al Estado español.
En la Deuda Pública concurre el riesgo país, y siendo europeo y por tanto próximo y tutelado su interés por instituciones supranacionales (cesión de soberanía en la UE), no hay que despreciar el interés de las grandes corporaciones financieras en controlar esta variable en la medida de sus posibilidades y a través de su capacidad de presión a las que ningún gobierno o institución comunitaria es impermeable.
Lo único alemán que me parece de trascendencia en este asunto es la descripción de Bismarck de que España lleva empeñándose en autoliquidarse varios siglos sin conseguirlo, y por eso mismo no había que subestimar su peso como potencia.
Las intromisiones de las corporaciones financieras internacionales en los asuntos políticos serán inadmisibles pero inevitables. Si los Estados contuvieran su déficit, ello redundaría en una mayor soberanía frente a los sistemas financieros. Pero hoy día eso se torna imposible. La pérdida de renta por parte de la clase media afecta a la recaudación, y el gasto social sigue sin controlarse. Sigue habiendo coladeros incontrolados de fraude fiscal, fundamentalmente paraísos fiscales en connivencia con las financieras que les dan soporte.
Pensando maquiavélicamente, un interés no menor podría recaer en una Cataluña independiente y extracomunitaria, la de formar un gran paraíso fiscal (el proyecto de Pujol de extender Andorra). Pero eso debería ser respaldado por un mayor debilitamiento de la UE, tocada, pero no hundida.
Posiblemente con una UE resquebrajada, Cataluña podría abrirse paso internacionalmente y a Alemania le interesara crear su propia zona de influencia, las regiones más industrializadas de la UE con equilibrio fiscal. Hoy por hoy, no lo veo.
En el fondo de todo, el dinero. Qué asombrosamente simple es la aparente complejidad
A Alemania le interesa una España fuerte y unida (recordemos que este año Baviera quería lo mismo que los políticos catalanes y les dijeron NO, sin tontadas ni complejitos de encajes) y no dos aguachirles repentinos como serían dos nuevos Estados, la nueva España, pues no sería la misma y Cataluña, todo un absurdo para quien se quiere separar por la pela y los chorizos colgantes y su soñada Arcadia. Y lo del encaje en España siendo Cataluña pura España es una chorrada que nos la creemos y repetimos como papagayos sin pensar… están encajadísimos, lo que ocurre es que muchos quieren separarse por puro delirio místico: pues allá ellos, yo estoy harto de sus extorsiones, que voten o votemos pero con las reglas del juego y si no les gustan que promuevan las alianzas para cambiarlas, pero mientras que se cumpla la ley. A mí tampoco me gusta pagar a Hacienda pero me atengo a la ley, tanto si paga como si no.