La Caravana Blanca de Ciudad real cumple este año su 54 edición en honor a la Virgen del Prado. Comenzó por iniciativa del que entonces era capellán del Hospital Provincial, José Ballesteros. Él animó a un grupo de enfermos ingresados en el hospital a realizar una ofrenda floral a la Virgen del Prado y a rezar ante ella. Lo ayudaron aquella primera vez las Hijas de la Caridad, que aún trabajaban en el Hospital provincial, y varias enfermeras.
Desde aquel primer año han pasado cincuenta y cuatro años en los que la Caravana Blanca ha ido creciendo en participación de enfermos y voluntarios. La Hospitalidad Diocesana de Lourdes es la que organiza anualmente este encuentro de fe y de esperanza ante la Virgen del Prado con muchas instituciones y personas que colaboran en el traslado de los enfermos de sus domicilios hasta la Catedral.
El domingo, 13 de agosto, a las 19.00 horas, en la Catedral, el obispo presidirá la Eucaristía de la Caravana Blanca en la que enfermos y voluntarios ofrecerán su dolor y enfermedad a la Virgen María.
El 5 de agosto de 1964, el sacerdote Rvdo. Sr. D. José Ballesteros Estero, ante la pregunta de un periodista sobre el motivo por el que esta concentración de enfermos y ancianos se llamase ‘Caravana Blanca’, contaba lo siguiente: «porque lo blanco es tan familiar para los enfermos. Blanca es la escayola que protege sus miembros afectados; blancos son los algodones y las gasas que cubren sus heridas abiertas; blancas son las sábanas de sus lechos del dolor; blancas las tocas y cofias de monjitas y enfermeras que les cuidan; blancas las batas de doctores y practicantes que les curan; como blancos son sus rostros demacrados y sus manos alargadas por la enfermedad».
Uno de los actos más entrañables en el preámbulo de nuestra feria y Fiestas….
Sin duda que lo es.
El enfermo es una de las caras más visibles de cuán digna es la naturaleza del ser humano frente al sufrimiento.
El sobrino de Don José Ballesteros, por todos conocido como Pepe, el cura de los enfermos, es uno de los más coherentes ejemplos de vida evangélica en nuestra ciudad.
Extiendo el recuerdo de su tío, toda una institución que fue en esta ciudad, al reconocimiento de su sobrino.
Dios premie a quien atienda a los enfermos con habilidad, cariño y compañía.
Creo que José Ballesteros debería tener al menos una calle dedicada por tanto bien que hizo a tantas personas en la provincia de Ciudad Real. Quienes le conocimos personalmente le recordamos con especial cariño: una persona entregada al servicio de los demás, especialmente los enfermos e impedidos. Un grandísimo ejemplo de persona y de sacerdote. Seguimos teniéndole muy presente a pesar de que hace años ya no está con nosotros.
y nadie se acordó de ponerlo enla lista de propuestas para cambiar las calles franquistas,
sois unos desagradecidos……………..
A quien hay que dar gracias por estar tullido, enfermo, postrado en una cama o rabiando de dolor, a la Virgen o a Dios directamente? El que un ser todopoderoso te mantenga asi a que se debe? Es una gracia? La «Gracia de Dios» ?
Qué creyente eres para creer que las desgracias vienen de Dios.