Con la participación del Grupo de Danses de Pedreguer llegado desde Alicante, la Asociación Folklórica ‘Virgen de las Cruces’ de Daimiel y el Grupo ‘Balálita’ que ejerció de anfitrión gracias también a la colaboración del Ayuntamiento de Almodóvar del Campo, este primer fin de semana de agosto tenía lugar una nueva edición del Festival de Folklore de ‘La Mancha Baja’ que suma ya 39 años de andadura.
Un evento que, como explicaba el teniente de alcalde Jesús González, “es muy nuestro porque el folclore que vemos año tras año representan nuestras raíces, está muy arraigado en nuestra tierra y en nuestro pueblo y es algo que no se debe perder nunca”.
González, que encabezaba la representación municipal, agradecía la labor que Balálita y su cabeza visible, Manolo Hipólito, “han y están realizando en el festival, que han tirado de él y buscan en las raíces para conseguir unas letras que no deben perderse nunca y que sigan estando ahí vivas porque son en definitiva la vida de nuestros pueblos”.
Homenaje a la mujer trabajadora
El XXXIX Festival Folklórico de “La Mancha Baja” se iniciaba a las 22 horas, después de que los grupos participantes ofrecieran una muestra de sus bailes a la Virgen del Carmen. Comenzaba la noche con la cantera de Balálita, dando paso a continuación a la clásica representación de estampas tradicionales con que cada año irrumpe en el escenario este colectivo señero de los coros y danzas tradicionales en tan amplio municipio. Este año, rendían tributo a las mujeres trabajadores que a lo largo de los años se han desvivido por los suyos asumiendo gran cantidad de roles tanto dentro como fuera de casa.
Manuel Hipólito, responsable del grupo almodovareño Balálita señalaba que este año se ha querido hacer un homenaje a la mujer con las tres facetas más importantes que desarrollaba, como eran, la labor en el campo, donde las mujeres colaboraban mucho. Otra como lavanderas, donde no sólo lavaban sino planchaban y finalmente como costureras. Con la ‘Jota Calzadeña’ cerraban los anfitriones su primera parte.
Balálita cerraba el evento con diferentes piezas y jotas donde se ensalza a la mujer, donde no sólo era sufridora sino en algunas ocasiones, discriminada, según indicaba Manuel Hipólito.
Seguidillas manchegas, y una gran diversidad de jotas, como la del Cordón, la Rondeña Malagueña o la de Alcolea hicieron disfrutar al público asistente al festival.
Repertorio forastero
El folclore castellano-manchego también estuvo apoyado en el repertorio con que volvían a ‘La Mancha Baja’, más de tres décadas después, los daimieleños de ‘Virgen de las Cruces’. En este caso ofrecieron la exclusiva ‘Rondeña de Daimiel’ y que está dedicada a la boda, dando a conocer diferentes parajes de esta emblemática población ciudadrealeña. Luego vinieron el ‘Fandango de las Tablas de Daimiel’ y otros temas de la región como la toledana ‘Rondeña de Navalcán’ o la albaceteña ‘Jota de Pétrola’, finalizando de vuelta a su cuna con la ‘Jota Vieja’.
Y el folclore levantino con que recaló el Grupo de Danses de Pedreguer empezaría a hacer acto de presencia con la ‘Jota de l’Albardanera’ que conserva algunos de los pasos más antiguos de esta población que se encuentra a caballo entre las provincias valenciana y alicantina, en la cual se enclava.
Ante el 40º aniversario
Manuel Hipólito afirmaba que el próximo año se conmemora el cuadragésimo aniversario del festival y la intención es hacer “un festival manchego, por todo lo alto, con los mejores grupos de la región” y en el cual también pudieran participar “las personas que alguna vez han pasado por nuestra agrupación desde su fundación”. Sería un “acto de convivencia muy bonito, poder participar todos esa noche”.
Para entonces el actual director y mentor de ‘Balálita’ confía en haber pasado ya a un segundo plano. Este año, de hecho, se formalizaba ya una comisión para que la gente joven se implique más en la organización del festival y vaya innovando en este festival. En la actual edición ya se ha observado un nuevo diseño escenográfico, con nueva cartelería y nuevos presentadores.
Hipólito señalaba que la ilusión es la misma y “siempre he considerado que este festival es una fuente de la que mana cultura y se crean lazos de unión entre diversos puntos de España”.