El sector de la Administración General del Estado de CSIF, manifiesta en un comunicado su total apoyo a los paros y movilizaciones que han llevado a cabo durante los meses de junio y julio de 2017 los examinadores de Tráfico, con una participación que supera el 80%, y que van a culminar con una huelga indefinida el próximo mes de septiembre.
El motivo principal de esa convocatoria es el incumplimiento, por parte de la Dirección General de Tráfico, de la subida del complemento específico a estos trabajadores, según compromiso contraído en octubre de 2015 para desconvocar la huelga que se anunció en aquellos días, ya que la propia DGT sufragaría con sus propios fondos esa subida, en tanto el ministerio de Hacienda, a través de la CECIR (Comisión Ejecutiva de la Comisión Interministerial de Retribuciones) lo aprobase.
Desde CSIF consideramos que no hay más responsable de este conflicto que el propio director general de Tráfico, Gregorio Serrano, que en marzo de este mismo año (cuatro meses después de su toma de posesión) reconoció, expresamente, en una asamblea de examinadores, que sus reivindicaciones eran justas y necesarias. Ahora, dando un volantazo inexplicable, no duda en señalar a estos trabajadores como los causantes de este impasse.
CSIF apunta que en la provincia de Ciudad Real solo hay cinco examinadores de una plantilla de diez, y que todos han seguido los paros convocados. Esta carencia de personal, más los días que se han dejado de realizar exámenes prácticos, dejan a más de un millar de alumnos de autoescuelas pendientes de realizar las pruebas.
CSIF destaca que esta huelga tiene como exclusiva causa preservar la dignidad de estos trabajadores, el cumplimiento de un solo punto: la subida del complemento específico a la que se había comprometido la Administración, y que este colectivo deja a futuras negociaciones otros asuntos relativos a sus condiciones de trabajo, como la creación de una escala propia de examinadores, la mejora de la conciliación familiar, más formadores en el organismo, más dotación de personal y horas para realizar inspecciones a centros colaboradores, que no se están haciendo, cursos de reciclaje presenciales y no on-line…
Más bajas que incorporaciones
Para CSIF, es significativo que pese a las plazas anunciadas en la oferta de empleo público, para cuando lleguen a cubrirse, en 2019, las bajas serán mayores que las incorporaciones, aunque ve bien se haya impulsado la promoción interna desde el propio organismo para acceder al colectivo de examinadores.
Por último, CSIF urge al director general de Tráfico a mostrar un mejor talante con los examinadores de Tráfico, que sea coherente con los compromisos adquiridos y con sus palabras de reconocimiento a estos trabajadores, que los ponga en valor, como es su deber como gestor, y los convoque para desbloquear la situación y evitar la huelga indefinida de septiembre, ya que de lo contrario es probable que siga los pasos de su antecesora en el cargo, María Seguí, de triste recuerdo.
De lo que no se dice nada, es de la solución adoptada por el Ejecutivo: Que militares no de carrera y mayores de 45 años pasen a examinar a conductores con un curso de 11 semanas.
Así el ejecutivo cree que soluciona dos problemas: el de los profesionales post mili que no han conseguido oposición antes de los 45 (y que van al paro) y el de los examinadores.
Vamos, parcheando que se llama.