El II Fotowalk de Iniciación a la Fotografía que impartía el pasado viernes 28 de julio el fotógrafo autodidacta almodovareño Juan de Ávila Martínez León, introdujo a los participantes en las técnicas de la captura nocturna. Una modalidad que, como refiere el mentor de estas iniciativas de aprendizaje, “no es tan difícil como a priori se puede pensar”.
Tan particular velada, que comenzaba a las nueve de la noche en la céntrica plaza de San Benito de Almodóvar del Campo, para discurrir después por diferentes enclaves urbanos que se prestan a este tipo de retrato, arrancaba recordando primero las nociones básicas que se aportaron en la primera edición celebrada la pasada primavera.
ISO, velocidad de disparo, o apertura de diafragma según la profundidad de campo deseada, son parámetros que se conjugan en este caso “en perfecta armonía dependiendo del tipo de escena que se desee, para hacer buena fotografía nocturna, jugando sobre todo con el tiempo de exposición y el ISO”, refería Martínez León.
Dado lo selecto de los participantes, tanto Juan como su colega Bernardo Ceprian, con quien mantiene una exposición abierta en el Mercado almodovareño, hubo mayor dedicación individual para entrar más en detalle a la hora de explicar la características de la cámara y el partido que se le puede sacar cuando el sol deja de alumbrar.
“Ha sido una experiencia bastante entretenida, en la que también fue fundamental la participación con trípode, porque este elemento es el que permite capturar con nitidez la escena nocturna, ya sea en ambientes urbanos o en el campo”. A ello también ayuda el disponer de un disparador a distancia para evitar el más mínimo desenfoque.
La puesta en práctica de todo ello se realizó sobre todo en el Pilar de Abajo. Allí se primó precisamente por la fotografía nocturna estática, “aunque también explicamos cómo se puede hacer en movimiento y lo realmente complicado que eso resulta”, explica Juan de Ávila Martínez.
En ausencia de luz generosa, el enfoque automático suele ser dificultoso. Por eso “ofrecimos algunos trucos como marcar la zona a enfocar con linterna en modo automático para, una vez fijado el foco, cambiar la lente a modo manual y tirar así jugando con los parámetros antes referidos y según la medición de luz que nos dé la cámara”. También se experimentó a hacerlo en el modo manual puro y duro y se jugó a “trazar dibujos” con luz de láser y tiempo de exposición prolongado.
“La fotografía nocturna permite plasmar lo que no ve el ojo humano, solo es necesario conjugar bien los diferentes factores que entran en juego”, apuntaba el monitor que, para una próxima edición quiere abordar otra modalidad más específica de disparo nocturno, ya sea en la naturaleza, el firmamento o las estrellas.
La experiencia, en la que también hubo algún que otro aficionado llegado desde la vecina población de Puertollano, se cerró intercambiando impresiones en un aperitivo que daba pie a la conversación y a completar el buen clima de compañerismo y amistad al que también contribuyen estos ‘fotowalk’.
En esta ocasión, el taller que organizaban Almodovar en imagenes Fotografia y Descubre Alcudia, contó también con la colaboración del referido Ceprian Laguna, SERINFOR , masmanchegos.es y Encurtidos Pila, agradeciendo al Ayuntamiento la disponibilidad para el aperitivo final de la propia plaza de San Benito.
