Un año más, con la llegada de las labores agrícolas de carácter temporal, Cáritas Diocesana de Ciudad Real vuelve a lanzar su campaña «Temporeros 2017», este año con el lema “Unidos por un trabajo digno”, con la que pretende hacer reflexionar a toda la sociedad sobre las situaciones que se viven en muchas de nuestras localidades con la llegada de la época de recolección, en la que es necesaria la contratación de mano de obra para la realización de las tareas agrícolas.
Esto supone la llegada de personas temporeras, tanto extranjeras como de otros puntos de nuestro país, que buscan en estos días una oportunidad de trabajo. Son meses en los que temporeros y agricultores deben trabajar unidos y en armonía, ya que unas condiciones de trabajo dignas y justas significan futuro y beneficio para ambas partes.
Cáritas no puede permitir que existan condiciones de trabajo indignas y degradantes, que reduzcan y rebajen a la persona temporera que se desplaza a realizar una labor agrícola, a ser un mero instrumento de lucro.
La Campaña de Temporeros no es únicamente un dispositivo en el que Cáritas, sola o en coordinación con otras entidades, organiza la ayuda que se va a prestar durante los meses de recolección, sino que también supone la denuncia de la situación en la que muchas de estas personas viven o los abusos que se cometen.
Así, una vez más, Cáritas Diocesana reclama que la falta de justicia social, están mermando los derechos de todos, especialmente de los más empobrecidos, que ven en muchas ocasiones como se va minando la dignidad en las condiciones de trabajo y su dignidad como persona.
“No podemos consentir situaciones de abuso, en las que se aprovecha la desesperación de las personas por encontrar unos días de trabajo, como es el caso de personas en grave situación de exclusión, personas sin permiso de trabajo o aquellos que no tienen empleo y las labores agrícolas de temporada suponen un pequeño respiro para la familia”.
Trabajadores sin contrato, salarios por debajo de lo que marca el convenio agrícola, alojamientos que no reúnen unas condiciones mínimas de habitabilidad, otros que ni siquiera tienen donde dormir y asearse, es un claro ejemplo de que no todas los trabajadores temporeros disfrutan plenamente de los derechos, lo que supone en ocasiones enfrenamientos y disputas que no posibilitan la convivencia. Por lo tanto la vulneración de derechos termina afectando y perjudicando tanto a otros empresarios como al resto de trabajadores temporeros.
Este año, Cáritas vuelve a hacer especial hincapié en el tema de la “subcontratación ilegal”, ya que es una práctica que viene observando año tras año y que no puede permitir que se pase por alto.
Existe la figura del subcontratador o intermediario, que es una persona encargada de ponerse en contacto con el agricultor para ofrecerle los trabajadores que necesita. Es una práctica muy cómoda, en la que el agricultor a veces desconoce lo que conlleva, ya que en la mayoría de los casos, supone una brutal explotación de los trabajadores.
La persona que subcontrata, es la que paga al temporero. Y desde Cáritas han podido constatar casos de impago o pago por debajo del salario establecido, amenazas, retención de documentación, malos tratos… Por lo que recuerdan, que esta práctica puede ser denunciada a la Guardia Civil.
Acciones
Durante la Campaña de Temporeros, desde las Cáritas de diversas localidades se van a organizar distintos dispositivos de atención a personas temporeras, teniendo servicios de acogida a las personas que llegan en busca de trabajo y dando respuesta a necesidades básicas como alimentación, aseo personal, higiene, ropa o calzado.
Además, voluntarios y trabajadores escucharán los problemas que plantean: situaciones de abuso, precariedad de las condiciones de trabajo, falta de alojamiento…, informará y/o asesorará sobre la situación planteada y los recursos locales y trabajará con la comunidad para que sea acogedora.
Participación en el Encuentro Confederal de Temporeros
Los pasados días 6 y 7 de julio, Cáritas Diocesana de Ciudad Real ha participado en el Encuentro Confederal de Temporeros y Asentamientos, que este año se ha desarrollado en Lérida. Este espacio sirve de reflexión, de revisión y de conocimiento de otras realidades, para todas aquellas Cáritas Diocesanas que realizan atención a temporeros.
Este año, además de continuar con el análisis de la realidad del temporerismo y los asentamientos, se ha afianzado el trabajo en red confederal y se han aunado criterios.
Cáritas además de implicarse (casi únicamente) en denunciar los seguros abusos que se dan en las condiciones de trabajo de estas personas, debe acudir a la inspección de trabajo tan pronto como conozca de estos casos intolerables.
Qué hacen los sindicatos! Hay alguien??? O están todos de mariscada!
Si no fuera por los inmigrantes, habría problemas en las campañas de recolección que requieren mucha mano de obra.
Pese al paro, los trabajadores nacionales se resisten a dedicarse a las tareas agrícolas, donde el salario medio ronda los 50 euros al día por ocho horas de trabajo, lo que supone en torno a 1.100 euros al mes.
Este año, las novedades jurídicas en el plano laboral como consecuencia de dos Sentencias de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo, respectivamente, han obligado a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social a verificar los nuevos requisitos que se exigen a los empleadores.
El problema es que la Inspección de Trabajo y Seguridad Social carece de los medios humanos suficientes durante la época de las campañas agrícolas.
Es verdad que el fraude laboral que sufren los temporeros inmigrantes no está muy extendido pero sí bastante localizado. Es ahí donde deben intensificarse las inspecciones….
El problema fundamental es lo miserablemente retribuidas que están las dietas por desplazamiento de los funcionarios de la inspección.