Fernando Fernández.- Gracias de nuevo y por tercer año consecutivo, a nuestros amigos Santiago Salaberría y Juan Ott que organizaron el evento. El Ayuntamiento de Madrid, a través de su distrito de Barajas nos facilitó las autorizaciones para realizar el recorrido (unos 40 kms.) coordinando con los distritos de la capital por los que se iba a circular.
No nos acompañó ninguna dotación de la policía local, pero si que en las paradas-exposición que realizamos se personaron en alguna ocasión para preguntarnos por el transcurso del recorrido y si habíamos tenido alguna incidencia.
En los mapas quedan reflejados los diferentes trayectos de la ruta con el fin de justificar el por qué estas “visitas” merecen el calificativo de algo único. “El pasear por la Gran Vía, Puerta del Sol, Pza. de Sta. Ana, Bravo Murillo etc. etc… en nuestras GUZZIS” hacen esto en algo irrepetible que no olvidaremos nunca.
A lo largo de este recorrido se realizaron varias paradas-exposición, cuyo testimonio dejamos plasmado en las fotografías que acompañan esta pequeña crónica.
El desarrollo del acontecimiento se culminó sin incidencias reseñables en cuanto al comportamiento de las motos, si bien sabemos que este tipo de máquinas no están diseñadas para rodar entre un tráfico como el de Madrid, con constantes arranques y paradas que castiga enormemente al embrague. Estas modestas
motocicletas prefieren las llanuras en las que una vez que metes la tercera velocidad te olvidas de ellas y centras toda la atención en contemplar los paisajes que se van abriendo al tranquilo ritmo de su
marcha.
No faltó a la hora de la comida la degustación de unos típicos callos con garbanzos, que a pesar del día de calor que hubo, hicieron la delicia de todos nosotros.
Una vez más calificamos este día como una experiencia irrepetible e inolvidable para todos los que participamos en el evento y que queremos compartir con todos los aficionados a las motos clásicas.
