El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, va a asistir mañana en Estrasburgo (Francia) al plenario de la Asamblea de Regiones Europeas Vitivinícolas (AREV), donde se presentará y votará la candidatura de Castilla-La Mancha a la Presidencia de este organismo para los próximos dos años.
La AREV funciona como un parlamento europeo de la viña y el vino, un foro donde poder examinar conjuntamente la política vitivinícola europea y escuchar las opiniones de los representantes políticos regionales y de los representantes de las zonas de producción. Este foro político-profesional permite alcanzar, si no posiciones comunes en todos los casos, al menos la resolución de posibles conflictos y la elaboración progresiva de un denominador común.
Además de Castilla-La Mancha, otras siete regiones españolas constituyen la AREV. Se trata de La Rioja, Cataluña, Castilla y León, País Vasco, Andalucía, Madrid y Galicia, a quienes acompañan el resto de regiones europeas, procedentes de más de una docena de países, entre ellos Francia, Italia o Portugal, principales productores de vino en la UE. La Unión Europea representa el 45% de las superficies vitícolas totales, el 65% de la producción, el 57% del consumo mundial y el 70% de las exportaciones en términos globales.