Los profesionales sanitarios de los Centros de Atención Primaria dependientes del Gobierno de Castilla-La Mancha han realizado a lo largo de los cinco primeros meses de este año un total de 4.752 intervenciones de cirugía menor. Dentro de esta disciplina se enmarcan aquellos procedimientos que conllevan un mínimo riesgo para el paciente y que pueden ser realizados por los médicos de familia y el personal de Enfermería.
Estos datos suponen un incremento del 50,4 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior. Por Gerencias de Atención Integrada destacan especialmente el número de cirugías menores realizadas en la de Ciudad Real, con un total de 1.655 procedimientos, seguida de la de Guadalajara, con 955, la Gerencia de Atención Primaria de Toledo, con 701, y la Gerencia de Área de Alcázar de San Juan, con 414.
El programa de cirugía menor en Atención Primaria está regido por un protocolo de actuación en el que, entre otras cuestiones, se establecen las intervenciones asumibles por los médicos de familia y los profesionales de Enfermería. Así, entre las patologías susceptibles de ser intervenidas se encuentran los nevus melanocíticos, los quistes epidérmicos, lipomas, verrugas plantar y vulgares, fibromas blandos, suturas, uñas encarnadas y otras patologías ungüeales.
En todos estos casos, los profesionales de Atención Primaria trabajan en estrecha colaboración con los Servicios de Anatomía Patológica de los diferentes hospitales, que se encargan de analizar las muestras obtenidas tras las intervenciones. Dentro de estos procedimientos se incluyen también otras técnicas como vendajes, yesos, escisiones, drenajes o infiltraciones, entre otras.
La cirugía menor es una prestación más de los cuidados integrales y continuos que presta la Atención Primaria, cuya realización implica una serie de beneficios, entre ellos, el aumento la eficiencia del sistema sanitario. Los análisis costo-efectividad estiman que la cirugía menor reduce entre un tercio y la mitad el gasto sanitario imputable a las mismas intervenciones efectuadas en servicios hospitalarios.
Asimismo, mejora de relación médico‐paciente con resultados clínicamente satisfactorios. Se trata de una prestación eficiente y muy fácil de evaluar, con gran aceptación por los usuarios, y que permite incrementar la capacidad resolutiva de la Atención Primaria.
Por otra parte, la cirugía menor en Atención Primaria proporciona al paciente un servicio más rápido y sin desplazamientos. La población en general, está familiarizada con su centro de salud y es más fácil y cómodo acceder al mismo antes que al Hospital. El paciente conoce generalmente a los profesionales que le puedan tratar en su proceso quirúrgico, disminuyendo la ansiedad que precede a todo tipo de intervención por mínima que esta sea.
Respecto al personal sanitario, el conocimiento y desarrollo de estas habilidades quirúrgicas puede suponer un estímulo al trabajo diario y una atención más personalizada y eficiente.